мαƒια κι∂иαρ

Día 2 - ∂єѕєο -

Al día siguiente volvió a la misma hora que el día anterior, aquel chico había estado ya sin comer otras 24 horas, y aunado a eso el contrario no sabía si el susodicho pudo conciliar el sueño debido al calor abrasador que existía en aquella habitación. Sólo esperaba que está vez el chico fuera más dócil, que le diera algo útil, algo que su jefe pudiera enviarle a Wu, pero claro que el que eso pasara quedaba más en su pensamiento, eso lo sabía.

Una vez más jalo la silla de metal y se dispuso a sentarse al lado del menor, no sin antes quitarle la mordaza de su boca, avisando de su presencia en caso de que este no le hubiera escuchado. Los minutos pasaron y entonces no pudo evitar  preguntarse si estaba dormido ya que no había dicho palabra alguna, entonces ante la duda, hizo un escaneo completo del chico, tal vez innecesario o no, pero tampoco le molestaba observarlo de pies a cabeza, como lo había dicho, o mejor dicho, pensado el día anterior, Wu tenía buenos gustos, su esposo era hermoso y de eso no cabía la menor duda.

Siendo así como se perdió en sus pensamientos, las preguntas se plantaron en su mente ¿cómo sería tener un encuentro con aquel chico?, ¿sería bueno haciéndole una mamada? seguramente sí, hasta él mismo se respondía, además mientras lo observaba, la ropa que traía se le hacía cada vez más estorbosa y fatídicamente después de tanto pensar y pensar en aquello termino con un serio problema entre sus pantalones, sólo saliendo de sus pensares cuando escucho la inesperada voz del menor llenando la habitación, enojado como siempre.

—Bueno, llevo horas esperando a que hables ¿con que me vas a amenazar esta vez? anda, dame un poco de emoción, pffffff pero que secuestro más aburrido, y jodido Kris que no se apura a venir por mi... Ahhhh...— habló el de cabellos castaños totalmente despreocupado, no tardando en recibir una respuesta de su secuestrador.

—¿Quieres que te forze, lindo?.— preguntó este con un ligero toque de burla en su voz mientras dejaba su asiento y se acercaba hasta sentarse en la cama del menor para después tomarlo del mentón, haciendo acercamiento con sus labios. —Dime, ¿eso sería más divertido para ti?.— añadió susurrando aquello a sus labios, entonces se sintió satisfecho al ver que por primera vez el menor parecía haberse inmutado por lo que hacía, acelerando su respiración y removiéndose en la cama como si pudiera huir, pero no, él estaba perfectamente atado y a merced del más alto, ambos lo sabían.

Una risa sonora inundó la habitación y sólo entonces se alejo unos cuantos centímetros del más bajo, aunque sin dejar de hacerle compañía sobre la cama. Manteniendo su mirada sobre él se dispuso a sacar su celular cuando esté vibró, topandose con que era una llamada de su jefe. Sin más abandonó su posición para caminar sólo unos cuantos pasos hasta estar fuera de la habitación y poder recibir la llamada de su superior.

Mientras tanto SeHun no podía evitar maldecir mentalmente, él sujeto sabía de su fantasía, ¡era gracias a que lo escuchó que ahora se encontraba en aquella situación! Y no, en definitiva no sabía que haría si él contrario se atrevía a cumplir esa amenaza. Nada estaba bien, absolutamente nada lo estaba y ahora era cuando reflexionaba sobre lo que había deseado, entonces se dijo que él no quería eso, no podría querer que aquello pasara, no cuando fue secuestrado y está siendo utilizado en contra de su esposo, en contra de la persona que más ama. Si aquel tipo lo tocaba odiaria con toda el alma que eso pasara... lo odiaria. Así debían ser las cosas.

—El maldito de Wu parece que no ha entendido bien las cosas. — habló su jefe con fastidio y rabia a no más poder. —¿Ya lloró? ¿Rogó?, Joder. Falta que ese niño haya sido enseñado por Kris para ser igual de frío en situaciones como está.— cuestionó una vez más con clara desesperación. Sin embargo cuando Chanyeol estaba a punto de decir algo, al adverso pareció habérsele ocurrido una gran idea. —Vamos a darle lo que quiere, quiero que hagas lo que debió haber hecho Kris con ese niño. — dijo el hombre totalmente convencido de la idea.