chapter 7.

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Me como una galleta mientras hablo de cualquier cosa con YangYang y Jeno en nuestra mesa de siempre, siguiendo nuestra rutina diaria de la hora del almuerzo. El tema de hoy tampoco es nada extraordinario, solo yo contándoles mi noche del sábado en un aburrido lunes. Se sorprenden especialmente de que Mark se haya "dejado querer" tan rápido, en especial Yangyang, pero yo les recuerdo que mis tácticas son casi infalibles, y yo, prácticamente irresistible. Me miran con pequeñas sonrisas y yo me río también con ellos.

Yangyang mira detrás de mí y abre los ojos notablemente sorprendido. Me hace un gesto con la cabeza para que me de la vuelta y yo lo hago sin demasiadas ganas. Copio su expresión al ver a Mark acercarse a nuestra mesa con una expresión difícil de reconocer, ¿nerviosismo tal vez?

—Haechan... —dice con voz suave cuando llega a mi lado, posicionando una de sus manos en mi hombro suavemente —¿Podemos hablar?

Yo asiento, dándole la oportunidad de que hable.

—En un lugar más... privado —la frase no suena para nada sexual y eso de alguna manera empieza a preocuparme.

Jeno levanta la vista de su teléfono y nos mira a Yangyang y a mi sucesivamente. La cara de Yangyang también es todo un poema, y tarda poco en convertirse en preocupación en cuanto me levanto dispuesto a seguir a Mark. Susurra un "te lo dije, esto acabaría mal" con una expresión de indignación falsa con la que intenta ocultar su obvia intranquilidad. Les aseguro entre gestos y susurros que todo estará bien, que probablemente no sea nada demasiado importante, casi más para convencerme a mi mismo que a ellos.

Paseamos juntos por los pasillos, yo siguiendo los pasos de Mark sin saber realmente a dónde nos dirigimos. No dice ni una palabra, ni siquiera me dirige la palabra, y mis manos empiezan a temblar casi de forma involuntaria al imaginar en mi cabeza todos los posibles escenarios y las malas noticias que pueden salir de sus labios.

Llegamos a unos baños un poco alejados de los pasillos, a los que van muy pocos alumnos. Mark se asegura de mirar que todos los cubículos estén vacíos, y yo aprovecho para reforzar mi expresión de indiferencia para que no se noten mis nervios.

Mark suspira y se sitúa frente a mí, sus manos moviéndose nerviosas sobre su pantalón de uniforme.

—Eeh... —dice suavemente antes de carraspear.

Su nerviosismo multiplica mi ansiedad. Estoy al borde de empezar a morderme las uñas.

—Lee Mark, no tengo todo el día. Me estás poniendo de los nervios, sueltalo ya —le digo, tal vez demasiado brusco.

Mantengo mi expresión estoica mientras él sigue sin dejar sus manos quietas. En un impulso cariñoso, muy impropio de mí, agarro sus manos entre las mías, dándole seguridad.

—Vamos, que solo nos quedan 10 minutos de descanso —le apremio un poco más suave.

Mark traga saliva observando nervioso sus manos entre las mías y las separa de un suave tirón. El gesto me pilla por sorpresa y un pellizco de molestia se sitúa en mi pecho.

—Me quivoqué...

—¿Eh? —sacudo mi cabeza sin comprender sus palabras.

—Que me equivoqué Haechan, lo de la otra noche fue un error... Lo siento mucho, de verdad.

Lo miro en shock, sin saber con exactitud como debería tomármelo.

—Ah...

° ° ° °

—Mejor que te haya dicho eso, no te convenía enrollarte más con él.

—No ayudas YangYang —escupo mientras arranco los finos tallos del césped sobre el que estamos sentados.

𝑰'𝒎 𝒂 𝒇𝒐𝒐𝒍 𝒕𝒐 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒚𝒐𝒖  [ markhyuck ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora