Capítulo 12

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El chevy impala recorría una nueva carretera, ya era muy de noche como para volver de regreso al bunker, Dean había prendido la radio estaba tan estresado y furioso que debía encontrar una nueva forma de distraerse, Sam se había quedado dormido justo después de haberle dicho a su hermano donde hay un Hotel barato cerca en el cual poder descansar, Stiles al igual que Sam estaba dormido, pero parecía estar tan agotado ya que su cabeza estaba pegada a la ventana y la boca la tenía ligeramente abierta, Jack lo miraba interesado, jamás había visto dormir a alguien así, incluso se preocupó y le pregunto a Peter que si eso era normal, Peter por otro lado solo se soltó a reír y le dijo que era muy normal, ya que eso ocurre cuando uno está agotado tanto mental como físicamente, Jack no entendió muy bien pero aun así sonrió y dio las gracias por la información, incluso después Peter saco su teléfono y se tomó una selfi, en la cual aparecía Jack sonriendo a su lado y al lado de este un Stiles muy babeante y dormido...

Mientras tanto Sam había empezado a removerse dentro de sus sueños...

"Sam podía recordar con toda claridad sus primeros días en Stanford, pero lo que más recordaba era a su compañero de cuarto, un joven rubio, mucho más bajito que él, de contextura delgada y con hermosos ojos color Whisky, con el gran uso de grandes bromas y sarcasmo.

Sam ahora tenía a su mismo compañero de habitación gimiendo bajo de él, sentía su respiración pesada, casi no podía respirar ya que lo único que obtenía al hacerlo era el dulce olor del otro joven. Este movió las caderas contra el más alto y luego lo hizo en círculos causando que Sam gruñera, no sabía de donde o con quien ese chico había aprendido a hacer ese movimiento que lo volvió loco en menos de un segundo, beso sus labios de forma furiosa y arremetió más duro contra él, sus caderas chocaban fuertemente contra las otras en un copas delicioso, su miembro salía y entraba fácilmente en esa muy estrecha entrada, ya llevaban varias horas así y a Sam se le había olvidado incluso cuantas veces se habían venido o cuantas veces lo habían hecho, pero no podía evitarlo era muy adicto a él, demasiado...

Después de que el más bajo lo mordiera en el hombro para cuando llego al clímax, ambos cayeron exhaustos a la cama y Sam pudo jurar en silencio que nunca había hecho algo igual en toda su vida, ni siquiera había necesitado de los consejos de su hermano Dean para poder hacer todo lo que había hecho, en su pecho descansaba la cabeza de su compañero, este quien tenía una suave sonrisa en su rostro, lo abrazo con las piernas y brazos no queriéndolo soltar, Sam al darse cuenta rió pero no de forma mala si no más que nada feliz al sentirse querido de esa manera.

<< Sam... puedo pedirte algo >> pregunto este en un susurro pero que fue respondido por él << Solo no me pidas otra ronda, ya son las cuatro de la mañana y en menos de un par de horas tenemos que presentar un examen >> dijo este con un poco de burla causando que el otro riera << ¡Olvide esos malditos exámenes! >> exclamo mientras se reincorporaba para mirar al peli-largo a los ojos << ¿que querías pedirme Gabriel? >> pregunto de forma suave Sam mientras lo abrazaba por la cintura << Nada... solo quería darte las gracias...>> comento de igual forma mientras su semblante cambiaba de uno feliz a triste, Sam lo noto pero aun así no dijo nada << este es mi mejor recuerdo después de vivir por tantos años >> dijo y luego beso a Sam haciendo que este se lo devolviera de manera dulce y suave luego de separarse el más alto le sonrió << tienes mi misma edad Gabe, aún no hemos vivido lo suficiente para tener un buen recuerdo, pero si, este es el mejor que he tenido hasta ahora >> dijo y volvió a tomarlo para recostarlo encima de él.

Estuvieron en silencio por varios minutos más disfrutando del momento que tenían luego Gabriel levanto la cabeza y con una sonrisa juguetona se sentó sobre él, justo sobre su intimidad causando que Sam lo mirara de forma curiosa << Gabriel no, debemos aprovechar para dormir un rato >> dijo él pero ni este mismo se lo creía, el pelirrubio se rió y empezó a mover las caderas sugerentemente causando que el chico bajo el gimiera << Entonces vaquero, ¿que te parece si yo te monto y tu descansas? >> pregunto juguetonamente sacándole otro gemido al castaño, quien desesperado le dio la vuelta a la situación, lo beso con fuerza y después le sonrió << ¡maldición, si que eres insaciable! >> exclamo y después volvió a besarlo causando que ambos se enfrascaran en una danza entre ambos cuerpos, hubo muchos roces y suplicas, besos, caricias, una deliciosa fricción entre ambos miembros que no duro mucho ya que Sam se volvió adentrar en él << Oh por mi... Sam, ¡maldición Sam! >> gritaba Gabriel entre gemidos que no ayudaban mucho a controlar su despierto libido << ¡Sam!, ¡Sam!, ¡SAMMY! >> 

Secreto de un Arcángel: Resolviendo el misterio de StilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora