Hirai Momo es una chica sencilla.
Le gusta bailar. Le gusta estar con sus amigos. Le gusta comer.
Listo. Con eso ya sabes todo lo que debes saber de ella.
... O más o menos. Porque debe haber muchos detalles omitidos detrás de una niña que con dieciocho años deja toda su vida detrás para irse a un país extranjero a perseguir un sueño que toda su vida ha sido descrito por todos como incierto, inseguro.
Sin embargo, a Momo no le gusta hablar de las cosas dolorosas. Su familia y sus motivos entran entre esas cosas dolorosas. Así que mejor enfoquémonos en lo bueno.
A pesar de todo, Momo se considera feliz, afortunada. Aunque todos la tacharon de insensata cuando decidió perseguir a su mejor amiga a Corea del Sur, ella se justificó diciendo que ese también era su sueño, no solo el de Sana.
La verdad es que, a veces no está tan segura de eso. Por supuesto, bailar le encanta. Pero ese siempre fue el deseo de Sana, no el de Momo. Sana siempre ha estado con ella. Siempre ha tomado las decisiones importantes por ella y Momo siempre la ha seguido a todas partes. Sin Sana no sabría qué hacer. Y por los pensamientos intrusos que la invaden en las noches, parece que por fin va a cobrarle factura esa falta de independencia emocional que la ha acompañado desde que conoció a la menor.
Pero no, mejor no sigamos con eso, que también cuenta como cosas dolorosas.
Han pasado dos años desde que las dos se mudaron a Corea. Lo que antes era solo Momo y Sana, Sana y Momo, se ha transformado en Momo, Sana, Chaeyoung, Tzuyu y Dahyun. Momo no tiene tantos amigos como aparenta (por algún motivo es muy popular en la universidad, todos se sorprenden cuando se dan cuenta de lo poco sociable que es.), pero no cambiaría absolutamente nada de los que tiene.
Sus amigos son su roca. Sin sus amigos, no sabría que hacer.
— Momo. — la voz inusualmente seria de Dahyun la asusta, por lo que voltea rápidamente a verla. Encuentra a la rubia sentada en reposabrazos de su sofá con su teléfono (no el suyo. El de Momo) en la mano. — ¿Qué carajos?
Antes de que pueda preguntar qué le sucede, Momo oye como Sana y Chae se ríen escandalosamente. La primera siempre ha molestado a Dahyun diciéndole que suena muy adorable y fuera de lugar cuando habla con groserías.
— ¿Qué pasa, Dahyunnie? — Momo frunce el ceño.
— ¿Qué carajo? — repite, negando con la cabeza. Chae y Sana se unen a su confusión. — ¿Por qué mierda tienes una notificación de una app llamada 'SugarLookin'?
Sana sigue riéndose, Chaeyoung ahora se ve casi o más sorprendida que Dahyun.
— Emh... pues...
La verdad es que había visto la notificación del mensaje temprano en la mañana. Pero decidió ignorarlo porque, sinceramente, le daba miedo contestar.
No porque el "hola" de una persona con una imagen de un pinguinito fuese especialmente intimidante —aunque, en realidad, que usase algo tan infantil en un sitio como ese era simplemente perturbador— sino porque... Porque era aterrador.
Le aterraba tanto en primer lugar porque no fue su idea meterse en ese sitio. De hecho, ella no se registró, lo hizo Sana.
Lo que sucedió fue lo siguiente:
Momo ha estado viviendo con Sana desde que se mudaron, cuando ambas tenían dieciocho. Aunque los papás de su amiga la consideran casi como otra hija, ella no se siente bien viviendo ahí gratuitamente. Ha abusado demasiado de la confianza de los Minatozaki. Así que le dijo a Sana que estaba pensando en mudarse a un sitio más pequeño, ella sola. Todo un paso agigantado que nadie es capaz de apreciar como es debido, porque muy pocos saben del terrible terror a los cambios que tiene Momo.
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❝die for you❞ - MIMO +18.
RomanceLa crisis de los treinta y cinco. Sus amigos le insisten que sigue joven y hermosa. Sin embargo, tener tres décadas de existencia le pesa a cualquiera. No es que no pueda estar sola. No obstante, tampoco quiere estarlo toda la vida. Las estúpidas p...