──Te hemos esperado por mucho tiempo, pequeño.
»──Ahora, se un buen Omega y entregate a tus alfas.
ೃ༄•*
↳Historia de mi completa autoría, queda prohibida cualquier adaptación.
↳Smut, angst.
↳JiMin Bottom.
↳Omegaverse.
↳Triggered warning.
──Esta obr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aquel extraño encuentro con el alfa moreno lo había dejado descolocado, luego de que esté se disculpara por haberlo asustado, iniciaron una conversación mientras el Omega recogía frutos rojos que crecían en el bosque, claro que sin dejar a los arbustos sin frutillas ya que eran el alimento de animales pequeños.
Descubrió que aquel alfa llevaba por nombre Kim NamJoon y era un alfa de oso... al menos no se lo había comido a él, parecía alguien bueno y eso destenso al pequeño Omega.
Honestamente, su aroma lo había dejado algo embobado, pero vamos; lo acababa de conocer, no podía ponerse así por un desconocido, simplemente no era ético.
El día siguiente cruzo el bosque para arribar al pueblo, no iba muy seguido debido a dos cosas. Una: Era albino y el sol le lastimaba la visión y la piel. Dos: por la misma cuestión de ser albino, quería ahorrarse las miradas, los insultos y en ocasiones los golpes por su extraña condición.
Sólo iba al pueblo para reestablecer su alacena y de vez en cuando romper su rutina cuadrada. Lleno su bolso de comida para las próximas semanas. La herencia de sus padres lo había sostenido los últimos años.
Las miradas no tardaron en llegar y hacerlo sentir incómodo, todas transmitían lo mismo. Asco, desaprobación y burla. A excepción de dos miradas que lo único que expresaban era admiración y ¿deseo?
Alguien choco con el pequeño Omega, por accidente o intencional hizo que el Omega se tambaleara y sus compras cayeran al suelo. En un suspiro se arrodilló y recogió todo lo más rápido que pudo para no estorbar. Vaya la sorpresa que sintió cuando un chico se le acercó para ayudarle. Le dedicó una cuadrada sonrisa y le extendió las cosas, JiMin se sonrojo, nadie le ayudaba cuando tenía este tipo de accidentes, quizás solo había sido lastima... seguramente eso.
Se inclino en una reverencia cuando sus compras fueron acomodadas en su bolso, siendo totalmente ajeno al trozo de papel que había metido junto con las manzanas. El chico sonrió a otro, el mismo que había chocado con el Omega. Oh sí, no había sido un accidente... todo había sido planeado por aquellos... ¿Se podría decir acosadores?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
