𝒫𝓇𝑜𝓂𝒾𝓈𝑒. 𝓅𝒿𝓂

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Salimos de la cafetería luego de una linda charla compartida, el frío viento golpeo nuestras caras al salir del lugar, haciendo que nuestros ojos se hagan mas chiquitos, el cielo tampoco ayudaba mucho, unas nubes grises cubrían al mismo.

-No quieres que te lleve a tu casa? Hace mucho frío como para que estés caminando y ni hablemos de la tormenta que puede comenzar en cualquier momento.- Dijo dejándome con solo una opinión, decir que si a su propuesta.

Acepté y fuimos hasta su auto, no se de que marca era pero me gustaba, era de un color negro metálico que quedaba muy bien.

El camino no fue muy hablado, los dos titiritábamos del frío y las palabras no salían.

-Llegamos.- Dijo estacionando el auto enfrente de la puerta del edificio.

-Gracias por traerme, no hacía falta.- Le agradecí con una sonrisa en el rostro.

-No me lo agradezcas, no podía dejar que caminaras con el día así.

Cuando estaba a punto de baja del auto, siento que me toman de la muñeca de forma muy delicada, como si me fuera a romper ante su toque.

-Nos volveremos a ver?.- La expresión de duda y preocupación que tenia en el rostro me daban mucha ternura.

-Claro, frecuentas seguido esa cafetería?- asintió- yo igual, así que seguramente nos volvamos a ver.

Pude ver como en su rostro se formaba una sonrisa mientras agitaba su mano en forma de despedida cuando baje del auto.

Abro la puerta del edificio y me giro una ultima vez a verlo, su aura te daba una sensación de paz y tranquilidad, algo que hace mucho no me transmitía una persona.

Vi como su auto se alejaba, una vez que estaba dentro del edificio, me dediqué a subir por el ascensor, la sonrisa de mi cara no se borraba y se sentía muy bien.

Al entrar a mi departamento me llevé un susto de la mierda, debido a que en mi sofá una silueta humana resaltaba, no tarde en identificarla.

Mi hermana.

-Que haces acá?.- pregunte dejando mi cartera y mis cosas en la mesita de entrada.

-Hola Spencer, como estas? Bien hermana y tu? Me alegro, es un gusto verte- Dijo de forma irónica- Modales, niña.

-Lo siento, Hola Spen.- Le dije mientras me acercaba para darle un abrazo.

Spencer. Mi hermana mayor. Cada tanto viene de visita a mi casa luego de que sale de trabajar, es gerenta en "Starter Company". Comprometida con un hombre, Mark, son la pareja perfecta, se aman y están esperando una niña.

La mujer de 29 años que tengo enfrente con 7 meses de embarazo es una de las personas mas importante en mi vida, siempre estuvo para mi como yo para ella, no se que haría sin Spencer.

-Cada vez falta menos.- Dije con una sonrisa mientras tocaba su vientre.

-Justo a eso venía, cada vez falta menos para que la bebe nazca y quería ir a comprar las cosas que faltan, me acompañas?.

-Claro, no tenia nada planeado para hacer a la tarde.- Dije volviendo a juntar mi bolso y las llaves.

-Perfecto, traje el auto, vamos!.- espetó mientras daba pequeños saltos hasta el ascensor.

Llegamos a un shopping de la zona, había mucha gente considerando que ya estamos casi a fin de mes.

Entramos a un local donde claramente solo vendían cosas para recién nacidos, el ambiente era muy agradable, tenia las paredes pintada de un rosa pastel que le daba una apariencia muy delicada.

La futura mamá agarraba ropa diminuta y me la mostraba como si yo supiera algo de todo eso.

Luego de dos horas en la tiende de bebés, fuimos a comer a un restaurante que había dentro del shopping.

-Hoy conocí un chico.- Y me maldije por haber dicho eso, los ojos de mi hermana se abrieron como platos mientras una sonrisa asomaba en su rostro.- Solo tomamos un café, no es la gran cosa.- Le informe y su sonrisa se desvaneció.

-Pero podría serlo, tienes que ir pensando en tu futuro, que vas a hacer cuando termines la universidad?- Lamentablemente tenía razón, quiero formar una familia y tener algo estable con alguien, pero si no lo busco, no lo voy a encontrar nunca.

Volvimos a mi casa y Spencer se fue a la suya.

Sus palabras me quedaron resonando en mi cabeza "que vas a hacer cuando termines la universidad?".

No tenia nada planeado de que hacer con mi vida ademas de trabajar, obvio.

Mire la hora y ya eran las once de la noche, me coloqué mi pijama y en cuanto toque las suaves cobijas de mi cama, caí rendida sobre las almohadas blancas.

•✨•