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     Las horas habían pasado y Tae se había vuelto a su casa ya que se estaba haciendo bastante tarde.

Estando los dos solos, porque claramente me iba a quedar a dormir en su casa, pedimos comida y nos acostamos en si cama para estar mas
cómodos.

Sentir los latidos de su corazón y su respiración tan relajada me transportaba a un lugar muy tranquilo y pacifico, no le estaba prestando atención a lo que había en la televisión porque al lado mío tenia al hombre mas hermoso del mundo.

-Sabias que te amo, no?.- Le dije, apoyando mi cabeza en su pecho para poder verlo a los ojos.

Me miro con su hermosa sonrisa característica. -Lo se, amor, tambien te amo y mucho.

-Sabes que no voy a volver a amar a alguien como te amo a ti, no?.

-Lia, no digas eso.- me dijo con un tono de reproche, pero yo seguí hablando.

-Lo digo enserio, eres el amor de mi vida y te amo, ahora y siempre, nunca voy a dejar de hacerlo.- Para esta altura ya varias de mis lagrimas se habían hecho ver, pero el rápidamente las secaba con sus dedos.

-Ya hablamos de esto, sabes que no quiero que te aferres a mi, no quiero lastimarte.- Se incorporó haciendo que los dos nos sentemos en la cama, enfrentados.

-Y no lo hago, no me aferro, solo quiero que sepas lo que siento y cuanto te amo, quiero que no se te olvide que siempre voy a estar para
ti, no importe que.- Eran mis palabras mas sinceras, estaban saliendo directo desde mi corazón.

-Sabes que yo tambien siempre estaré para ti, aunque no sea físicamente, quiero que, si algo pasa, si mañana ya no estoy, cada vez que quieras hablar conmigo, mires al cielo, yo voy a estar mirando y cuidándote siempre, no importa
donde estes, siempre me tendras a tu lado.

Lo abracé con toda la fuerza que mi cuerpo me lo permitió, me fundí en sus brazos como
si fuera el lugar más hermoso y seguro del mundo y es porque lo era.

Imaginarme sin el, era algo que me mataba cada dia un poco más, sabia que me dolería hasta el alma cuando el se tenga que ir.

-Ey...amor, mírame...- Tomo mi mentón y lo elevo hasta quedar a su altura.- Puedo llevarte a un lugar especial?.

-Un lugar especial?, no entiendo.- Respondí mientras trataba de secar mis lagrimas y algunas de el que caían sin vergüenza.- Pero son las dos de la mañana.

-No importa, vamos...se que te va a encantar.


𝒫𝓇𝑜𝓂𝒾𝓈𝑒. 𝓅𝒿𝓂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora