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El dolor de cabeza me estaba matando, estaba en una habitación con paredes grises y un estilo varonil, no era mi cuarto.

Cuando logré sentarme en la cama me di cuenta de quien era el lugar donde me encontraba, la habitación de Taehyung, mi mejor amigo.

Había sido su cumpleaños y salimos a un bar con todos los de mi clase, la pase muy bien en el momento, tomamos demasiado alcohol y eso explica el porque de mi fuerte dolor de cabeza.

Sobre la pequeña mesita de luz había una pastilla para la jaqueca y un vaso con agua, tomé la pequeña píldora y me tire otra vez sobre la cama.

Tocaron la puerta y luego de unos segundos se abrió dejando ver el enorme cuerpo de mi amigo con una bandeja de comida, el desayuno.

-Buenos días, bella durmiente.- Dijo mientras dejaba la bandeja sobre la cama y yo me incorporaba.- Anoche tomaste alcohol como si fuera agua, vomitaste el piso de mi living y luego te tiraste a dormir.

-Siento lo de tu living.- Dije apenada.

-No te preocupes, fue asqueroso pero gracioso a la vez, mira esto.- Me estiró su celular para mostrarme fotos mias, en mis peores condiciones.

Los dos tiramos una risa sonora al aire.

-Borra esas fotos, si mi madre las ve, me matara.- Le dije, casi rogando.

-Que? Estas loca? Estas fotos me sirven como chantaje, vas a tener que hacer todo lo que diga, pastelito.- Me contesto con una expresión victoriosa.

-Que chistoso eres, y que pena por ti porque tu jugada salió mal.- Le dije y su cara cambió a un semblante de preocupación.- Recuerdas en 3ro de secundaria? Cuando tuviste que hacer de Rapunzel?.- Le recorde.

-No te atreverías.- Dijo soltando una sonrisa nerviosa.

-Quieres apostar?.

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Una fresca brisa golpeaba mis rostro haciendo que mis ojos de cerrarán por inercia, podia ver como los arboles se movían y agitaban sus hojas.

Recurría a este parque para poder relajarme y pensar en todo.

Me dediqué a analizar todo lo que estaba a mi alrededor, las bancas, con un color marrón gastado y algún que otro pétalo de las flores esparcidos por el verde césped.

Tire mi cabeza para atrás y volví a cerrar los ojos, pero algo me interrumpió, mas bien alguien, tocando mi hombro en forma de "llamado".

-Hola- dijo con una sonrisa haciendo que sos ojos se achiquen, tierno.- Lia, cierto?.

-Si, soy yo- le dije incorporándome para poder verlo mejor.- Jimin, no?- pregunté.

-El mismo.- Dijo haciendo una pequeña reverencia.- Sinceramente, pensé que no nos volveríamos a ver.-

-Pero si lo hicimos.- Le conteste dedicándole una tierna sonrisa.

-Si...- Respondió algo incómodo y lo entendía era un poco incómodo ya que nos habíamos visto solo una vez y ninguno de los dos sabia de que hablar con el otro, pero el rompió el silencio.- Emmm... te gustaría ir a caminar conmigo? Veo que no tienes compañía y yo tampoco...

-Claro, me encantaria.

Caminamos por un hermoso sendero con árboles a los lados, parecía un lugar de película, el lugar era muy tranquilo y debe ser porque la mayoría de la gente está trabajando a esta hora.

-Y...Que te parece si nos conocemos mas? Cuéntame algo de ti- Dijo con sus manos en los bolsillos de su abrigo mirándome atento.

-Que quieres que te cuente? Mi vida no es muy interesante.- Le dije levantando mis hombros.

-Yo si te veo interesante.- Dijo dirigiendo su vista a mis labios, los dos nos quedamos mudos, sin emitir ni un sonido.

Mis mejillas tomaron un color rojizo haciendo que él sonriera.

-Tengo 23 años y no hago cosas muy interesantes, solo estudio y estudio.- Le conteste.

-Que hay de tu familia?.- pregunto.

-Mis padres se mudaron a Londres hace dos años y vivo aquí con mi hermana embarazada.-

-Que lindo, ya saben que va a ser?.

-Un niña, ya esta de 7 meses, no le queda mucho tiempo.- sonrío y miro el piso.- Tu turno, estás estudiando algo?.- Le pregunté.

-No, trabajo en una empresa cerca de aquí y en mi tiempo libre doy clases de danza.- Dijo mientras yo estaba perdida en las facciones de su rostro.

-Oh, pensé que teniamos la misma edad, me refiero a que, no parece que ya trabajaras.

-Tengo 23, igual que tú pero por cuestiones familiares tuve que dejar la universidad y ponerme a trabajar, un amigo tenia un conocido en ese lugar y le pedio si podía hablar de mi con su jefe, todo resultó bien porque logre quedar.- Dijo orgulloso. Tierno.

No dije mas nada solo lo vi sonreír y pensar en lo lindo que se veía cuando sus ojos sé cerraban.

Vi como se acercaba a mi cada vez mas, sin dejar de mirar mis labios, quería moverme y decir algo pero mi cuerpo no hacia nada, de un momento a otro cerré los ojos esperando a que sus labio chocaran con los míos. Pero nunca paso.

Se escucho una pequeña risa, haciendo que abriera mis ojos.

-Que? Pensaste que te iba a besar?.

-C-claro que no.- Tarado. Estaba nerviosa, demasiado, tanto que no podía emitir ni una palabra, pero no podía quedar tan débil, entonces hice mi mejor esfuerzo para disimularlo.

-Mmm...Yo creo que si.- Me dijo colocándose frente a mi.

Con su mano corrió un cabello de mi rostro poniéndolo atrás de mi oreja, su toqué hizo como un choque eléctrico con toda mi anatomía, nuestras miradas se encontraron y pude ver un universo en los ojos de él.

-Vamos, te acompaño a tu casa, esta haciendo demasiado frío.- Dijo y se giró, caminando de vuelta por donde veníamos.

Me quedé quieta tratando de entender todo lo que estaba pasando y el porque me sentía de esta manera, pero su voz me saco de mis pensamientos, haciéndome reaccionar.

-Lia, Vienes?..

"Maldito" pensé.

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Caminamos de vuelta hasta mi casa, tal como lo hizo la otra vez que se ofreció a acompañarme con la diferencia de que estábamos en su auto.

Llegamos y antes de que entrara tomo mi mano y me giró.

-Que te parece si salimos de verdad?.- Dijo sosteniendome de la cintura.

-Este dia no fue de verdad?.- Dije fingiendo estar ofendida.

-Si lo fue, pero puede ser mejor, no te parece?.- Me contestó.

-Si, puede serlo, que tienes en mente?.- Pregunté.

Con su mano libre toco su barbilla como si estuviera pensando.

-Un cena? Nosotros dos, conozco un lugar que puede gustarte.

-Claro, me encantaría, El...viernes?.

-Perfecto, paso por ti a las ocho.

-Esta bien, nos vemos.

Me dio un tierno beso en la frente y me soltó de la cintura, me di la vuelta y entre al edificio sin antes girar y agitar mi mano en forma de saludo.

Cuando entre a mi departamento, me encamine directo a la cocina, tenía mucho hambre, necesitaba comer algo urgente si no quería morir.

Mientras la comida se preparaba pensaba que me iba a poner para el viernes, necesitaba ir de compras y le puedo pedir a una sola persona que me ayude.

Spencer.

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𝒫𝓇𝑜𝓂𝒾𝓈𝑒. 𝓅𝒿𝓂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora