Espera, espera...¡Espera! ¿Era normal que una chica estuviera detrás mío en silencio?¿Y en MI casa?
¿Por qué me pasaban estas cosas a mí señor altísimo de las alturas altas? Tenía que decirle a mamá que nuestra casa no era en absoluto segura, nota finalizada.
Miré a la chica de ojos café esperando a que volviera a hablar, pero no lo hizo. Suficiente,no tenía nada de paciencia en este día y debía dar una prueba de física a la que muy probablemente no alcanzaría, mi vida estaba perdida.
Crucé por su lado para irme rápido, sin embargo me detuvo con una de sus manos, genial, otra loca, pensé.
-Dije que yo podría ayudarte.- Me hizo un gesto de enojo, increíble.
-Mira, Nalia, podrás ser hija de la amiga de mi madre pero no te da derecho de andar metiéndote en casas de otros, y además no veo la forma en la que pueda ayudarme alguien que ni siquiera estudia. La miré con una sonrisa en el rostro y de nuevo estaba por lograr mi objetivo cuando me volvió a agarrar del brazo.
-Por favor, yo sé que lo que hice estuvo muy mal y por eso trato de arreglar poco a poco todo, el rector es demasiado amigo de nuestra familia, podría hablar con él para que te permita dar esa prueba sin necesidad de que lo sepa tu madre
La miré tratando de comprobar si era una especie de broma o algo así, pero parecía genuino. Bien. Cambié mi rostro a uno de entendimiento y la miré de forma dulce.
-Está bien Nalia, confío en ti.- Le agarré un cachete y acto seguido coloqué un pequeño beso allí.
Me miró sonrojada y se fue. ¡QUÉ GENIAL! Ahora podía seguir sin hacer nada, que hermoso díaaaa.
Tal vez se estén diciendo que soy un idiota, un interesado y esas cosas, pero realmente necesitaba hacer todo eso, si se ofrece una oportunidad hay que tomarla, ¿no?
-¡¿Qué carajo haces aquí Edward Marie Stone Styles?!
Mierda, era mi madre.
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FIRE
Teen FictionAl parecer en el mundo de Edward la hermosa e inigualable Fire era pura perfección, pura fantasía e ilusiones. Después de todo, él era un chico enamorado...pero, ¿y si descubre muchas otras cosas?, ¿y si la fantasía se despega y la realidad lo golpe...