Parte novena: Lo que realmente vale la pena.
El techo blanco quería tragarme, las sábanas estaban revueltas, yo sigo en pijama pero no quiero levantarme, no otra vez. La cama era demasiado dura, la habitación muy fría, estaba lloviendo fuera y los rayos de sol jamás tocaron mi rostro.
Cuando vi a Jungkook después de dos semanas el solo se sorprendió por el tono de mi cabello, me gritó por no contestar sus llamadas.
Y recordé las muchas llamadas mías que el había ignorado, pero no respondí, no quería seguir su juego.
Él no estaba mucho tiempo en el departamento, Jimin venía a ver que yo cumpla con el almuerzo, Yoongi llegaba más tarde y luego se marchaban juntos en el auto del mayor.
Empecé a odiar ese departamento y todo lo que una vez fue mío, no quería pasar tiempo entre las fotos de nuestra boda o las decoraciones que una vez habíamos elegido.
Era triste, era gris y difícil de digerir.
Porque por más que quisiera engañarme, sabía porque él llegaba tarde o faltaba algunos días a nuestro 'hogar'.
Él no parece ser la misma persona que alguna vez fue, el chico del que me enamoré. El chico que amaba en mi mente nunca me provocaría daño y llegaría a casa con snack para hacer una maratón de Netflix que terminaría en un abrazo cálido.
Kook ya no era ese chico y yo...Lo soporté y ahora me pregunto si fue por amor o por miedo.
Pasaron días, también semanas. Yo me sentía igual de solo con o sin su presencia.
Ni si quiera tenía vergüenza de seguir mirando mis ojos.
Besaba mis labios con restos de labial en los suyos, pero nunca dejé que fuera más allá. No podía, no quería ver su cuerpo desnudo, no quería ver las marcas que otra persona había dejado en su cuerpo e imaginar cómo llegaron ahí.Huía de él porque no quería sentir el perfume de ella.
Intentaba negarmelo a mi mismo, convenciéndome con la idea de que eran imaginaciones mías o me había consumido la locura.
Y lo había hecho, los trastornos mentales comenzaron a consumirme.
Ya no me apreciaba en la manera que alguna vez lejana lo hice, mi mente decía que era mi culpa.
Todo lo era.
Que mi esposo ya no me mirara igual, que Jimin dejara de trabajar para darle atención al niño mimado que tenía su edad, que Hyung tenga que manejar más kilómetros luego de haber tenido una rutina cansada en su trabajo para venir a buscar a Jimin, y que en consecuencia ellos llegaran más tarde a su casa.
Les estaba quitando tiempo que ellos podían disfrutar haciendo otras cosas.
Les pedí que dejaran de venir tan seguido, prometiendo que iba a cumplir con las dietas y mi rutina. Ellos solo venían uno o dos días a la semana.Empecé a trabajar desde casa, abandoné ese cuatrimestre en la universidad (les debía una llamada a mis compañeros). No tenía una rutina muy arraigada pero intente mantenerme a raya para estar entretenido en algo más que la angustia.
Jungkook venía más seguido a casa. No compartíamos muchas palabras.
Llegaba, besaba mis labios sin permiso y nunca se dignó a sentir que yo no respondía, que me incomodaba.
Él ya no preguntaba por mi día, no me alcanzaba a la universidad, no íbamos por té y dulces, ya no llegaba con comida a casa. Ya no me miraba ni cuando posaba sus labios sobre los míos.
Comencé a aborrecerme y yo estaba al tanto de ello pero no podía dejar de hacerlo, varias veces intente llamar la atención de la persona con la que compartía una promesa de amor, no solo fue el cambio de tinte. Comencé bajando de peso hasta que mis huesos se volvieron más prominentes a la vista, rasguñando mis muslos que tanto decía gustarle de mi.
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Imprevisible
FanfictionKim Taehyung. [Vkook] ○TDZ #1 ○chico×chico. ○historia corta. ○Contenido fuerte. ○Mención de ships: Yoonmin.