[CapituloO1]

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Pov's omnisciente

Era otro día común y corriente, solo que está vez era sábado, los hermanos esqueleto llamaron a la azabache para invitarla a ella y al de lentes a comer a su casa, los dos hermanos azabaches aceptaron gustosamente. El esqueleto de chamarra azul le dió su dirección a la azabache, después de un rato, la ojiazul y el azabache de lentes llegaron a la casa de los esqueletos, el esqueleto más alto abrió la puerta animadamente, recibiendolos en su hogar con una dulce sonrisa.

— ¡Bienvenidos sean a la casa del Gran Papyrus! —dijo el esqueleto de bufanda roja, con una sonrisa llena de orgullo— sientanse como en su casa, yo tendré listo el almuerzo en un dos por tres.

— ¿Te puedo ayudar a cocinar? —dijo el azabache de lentes, a lo que el esqueleto más alto asintio, ambos fueron a la cocina con emoción.

La azabache vió al esqueleto de chamarra azul echado en su sofá, estaba dormido, se le veía realmente relajado, la ojiazul se sentó en una parte del sofá, con el cuidado de no despertarlo. Miró la casa, cuidadosamente, estaba muy bonita y bien decorada, se sentía hogareña y reconfortante.

— que linda casa. . . —dijo en un murmullo.

— gracias, yo la compré —dijo el esqueleto con una voz suave, pero ronca, algo que hizo estremecer a la azabache.

— perdón, si te desperté —bajó la mirada algo apenada, se sintió algo mal por haberlo despertado.

— nah, no te preocupes —se acomodó un poco en el sofá, para quedar sentado al lado de esta— después de todo, papyrus me despertaría a gritos, odia que me quede dormido cuando hay visitas.

— oh, bueno, al menos no me sentiré culpable —le sonrió tiernamente, era típico de ella mostrarse amable con las personas.

Un silencio inundó la sala, solo se oían pequeños ruidos y gritos de ambos chicos que estaban en la cocina, no era un silencio incómodo, sino uno normal, en dónde ambos no sabían de qué hablar, ya que no se conocían mucho y no había tanta confianza.

— hey, ____ —llamó a la azabache con su voz ronca, tenía plasmado en su rostro su típica sonrisa— ¿Que es verde y huele a pintura?

— ¿Eh? —la ojiazul lo miraba algo confundida, no había entendido bien la pregunta.

— ¿No sabes? Pues te lo diré —aclaró su garganta, tenía una expresión de querer aguantarse la risa— es pintura verde —el esqueleto soltó una carcajada, para él, era inevitable reírse de sus propios chistes malos.

Se pudo escuchar una risa más suave y femenina, la azabache se había reído igualmente del chiste del esqueleto, ambos reían al unisono, como si aquel chiste fuera el más gracioso del mundo.
Al rato después dejaron de reír, a la ojiazul le empezó a doler la panza de tango reírse, mientras que el de chamarra azul se secaba las lágrimas, manteniendo una gran sonrisa.

— no esperaba que te rieras —dijo de la nada, normalmente las personas más cercanas a él le piden que se calle o que pare con los chistes.

— no pude evitarlo, estuvo muy bueno —calmoó su respiración, aún mantenía su tierna sonrisa, la que la caracterizaba tanto— ¿Para que va una caja al gimnasio?

— no lo sé, ¿Para que va? —le miró bastante interesado.

— para hacerse caja fuerte —dijo, soltando unas cuantas risas, a lo que el esqueleto se le unió de inmediato.

Luego de un rato de contarse chistes malos, el azabache de lentes y el esqueleto más alto salieron de la cocina, traían consigo platos llenos de spaghettis, se veían realmente apetitosos.
Los cuatro se sentaron en sus respectivas sillas, comenzaron a comer, a lo que los dos hermanos azabaches arrugaron un poco la cara al comer el dicho platillo, el sabor era indescriptible.

— ¡Que expresión tan apasionada! —dijo el de bufanda roja con una enorme sonrisa— ¡Han de amar mi comida!

— s-si, está delicioso —dijo el azabache de lentes, mientas hacia una seña de aprobación.

— ¿Que dices tú, ____? —el de chamarra azul miraba a la azabache con una sonrisa, este al no tener papilas gustativas, al momento de comer la comida de su hermano, no le dificultaba en degustarlo.

— e-esta riquísimo —siguió comiendo, mientras le daba una sonrisa al esqueleto de bufanda roja, no quería verse quisquillosa o malagradecida con este, ya que se había esforzado en cocinarle a ella y a su hermano.

Luego de comer, el azabache de lentes y el esqueleto de bufanda roja se pusieron a jugar videojuegos en la televisión grande, se veía que ambos la pasaban de maravilla. Mientras que la azabache y el de chamarra azul, conversaban de cosas triviales, el esqueleto era cuidadoso con sus palabras, se le podía notar bastante que era muy misterioso, a diferencia de la azabache, que está le contaba anécdotas graciosas y le mostraba varias fotos, los cuatro se la pasaban bien a su manera.

— ¿En qué trabajas? —preguntó la azabache, se le veía realmente interesada en la vida del esqueleto.

— vendo hot dogs, tengo otros dos trabajos, pero eso será para otro capítulo —dijo con una sonrisa relajada y perezosa, típica de él.

— ¿Qué? —le miró confundida.

— ¿Qué? —repitio después de ella, restándole importancia a lo que dijo con anterioridad.

— ¿Tienes tres empleos? ¿No te agobias con tanto trabajo? —le miró bastante interesada, la vida del esqueleto era diferente a la de ella y eso le atraía aún más, seguro el de chamarra azul sería un gran amigo con quién pasar el rato.

— claro, el triple de empleos, el triple de descansos —afirmó el esqueleto, de por sí tenía razón.

— claro, es increíble —dijo, tomando su vaso de agua, dándole un pequeño sorbo a este.

— Matt nos dijo que estás estudiando en la universidad, ¿Que carrera estás estudiando? —dijo el esqueleto, mirando a la azabache con cierto interés.

— Pues estoy estudiando dibujo técnico, osea, es arquitectura y lectura de planos —dejo su vaso de agua de lado, tomó su teléfono y le mostró una foto de que ella tomó con sus compañeros— llevó un año recién en esta carrera universitaria, todavía me falta para terminarla.

— así qué serás una profesional, eh? Espero que tengas mucha suerte en ello —tomó un sorbo de su botella de ketchup, de quién sabe dónde sacó.

— gracias, sans —le miró extrañada, ¿En qué momento sacó esa botella de ketchup?.

Ya pasado el rato, los hermanos azabaches se devolvieron a su hogar, agradecieron por todo a los esqueletos, fueron muy amables con ellos y además de hospitalarios.
El esqueleto de chamarra azul se recostó nuevamente en su sofá, viendo sus redes sociales, en ello, apareció una solicitud de amistad de la ojiazul, este aceptó la solicitud, haciéndose amigos en facebook, no supo por qué, pero se sintió feliz.

es bastante agradable —sonrió inconscientemente ante ello, revisó el perfil de esta, viendo fotos de ella, de sus mascotas, familia y amigos, en todas estas fotos salía hermosa.

Espero volver a verla

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Espero que les haya gustado el primer cap
No olviden darle♡ y comentar para que este libro siga creciendo.

uwu

♡Can't Sleep Love♡ [SansxReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora