Percy Jackson y las diferentes Tierras.

Tierra 5.

Estaba corriendo en medio de un bosque, esquivaba las ramas, saltaba sobre las raíces y las piedras.

¿Por qué estoy corriendo?, se preguntó entonces.

Escuchó el rugido de una de las criaturas que la perseguían.

Cierto, por eso.

También estaba llorando.

¿Por qué estoy llorando?

Para esa pregunta no hubo respuesta instantánea como para la anterior. En realidad trató de buscar en su interior una respuesta pero se sorprendió al darse cuenta de que no tenía recuerdos anteriores a ese momento, solo sabía que estaba corriendo y llorando.

Y algo le pesaba en la espalda, llevó una de sus manos hacía atrás para encontrarse con el mango de lo que ella reconoció como una espada. Eso quería decir que podía defenderse de lo que sea que la estuviera persiguiendo pero no por eso dejó de correr, si pudiera encontrar un lugar abierto en el cual combatir, lo haría pero ahora estaba rodeada de árboles y sombras, la luz de la Luna apenas entraba por el follaje así que aún volteando hacia atrás no podía saber cual era el número de enemigos de los cuales tendría que encargarse.

Salió por fin a un camino que se abría a su izquierda y a su derecha. Olisqueó el aire, a la izquierda parecía haber gente, pero el de la derecha no le daba nada, parecía que seguía y seguía pero no había gente alrededor por lo que optó por ese. No quería llevar sus problemas a otros, y los monstruos que la perseguían eran su problema.
Comenzó a correr a la derecha, sin notar que había alguien en las sombras observándola.

Era de noche y Kakashi había decidido dar una vuelta, había comenzado a tener pesadillas sobre la muerte de Rin otra vez, cosa que normalmente le pasaba cuando se acercaba el aniversario por lo que ya se lo veía venir.
Entonces vió a la chica y se quedó sin aliento un momento pero también entrando en un estado de alerta pues lo que llevaba en la espalda eran armas, aunque lo dejó pasar cuando vió que no se dirigía a la aldea si no al lado contrario.
Estaba por irse de ese lugar. Sí, la chica era hermosa, pero no por eso iba a correr detrás de ella. Fue entonces que vió a las criaturas salir del bosque, eran horribles, monstruos que nunca había visto en su vida y comenzaron a correr hacia donde la chica se había ido.

Kakashi suspiró, miró el camino en dirección a la aldea y después el camino que la chica había tomado. Negó con la cabeza mientras comenzaba a correr detrás de la chica y aquellas criaturas. ¿En qué demonios se estaba metiendo?

El sonido del agua la llamó por lo que sin pensarlo comenzó a buscar la fuente del sonido y cuando lo encontró se topó con un río y supo que era ahí donde iba a pelear, donde iba a enfrentar a esos monstruos.
Tomó las espadas que estaban en su espalda, eran de acero templado pero parecían tener un borde de bronce muy delgado, apenas visible. Se sentían bien en sus manos, estaban equilibradas pero algo le decía que antes solía usar una sola espada. En la empuñadura tenían letras grabadas, la que sostenía con la mano derecha era alfa y la que sostenía con la mano izquierda era omega. Inicio y final.

Entonces los monstruos se unieron a ella, eran diez en total, el Minotauro iba a la cabeza, con cuatro perros del infierno a sus lados y cinco dracaenae. Le dio un pequeño dolor de cabeza, ¿cómo había sabido que eran cuando apenas y recordaba su propio nombre?

No se detuvo mucho tiempo a pensar en eso pues los perros del infierno se lanzaron hacia ella, con sus fauces bien abiertas, seguidos de las dracaenae. Ella frunció el ceño, alzó sus espadas y sintió un tirón en la boca del estómago mientras del agua del río se formaban dos manos de agua gigantes las cuales empezar a atacar al mismo tiempo que ella.