BOYFRIEND [ JaeYong]

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Unas manos grandes, pasan por sus muslos, acariciándole suavemente, como a él le gusta. Suelta leves gemidos, disfrutando del toque de su novio. Unos labios chocan con los de él, sigue el beso rápidamente, joder, como amaba besar a su novio, sus manos se apoyan en el pecho desnudo del chico que está arriba suyo, mientras que las manos de este, paraban en su miembro y lo acariciaba, dándole leves apretones, los cuales le encantaban.
– Por favor, más – jadea en los labios de su novio, sintiendo como este abría mas sus piernas y llevaba su mano a su entrada, acariciando alrededor. Suelta pequeños gemidos sintiendo un primer dedo entrar en él, muerde su labio algo adolorido. Siente besos en su cuello y una suave voz pidiéndole que se relaje y que el dolor ya iba a pasar. Varios minutos son los que pasan cuando ve a su chico, alinear su pene en la entrada del mas pequeño. Lleva sus manos al cabello largo de su novio jalando con cuidado. Lindas palabras salen de sus labios para relajarlo. Se miran a los ojos unos segundos, demostrándose todo el amor y confianza que se tienen.

Duele. Un fuerte dolor atraviesa su cuerpo y se despierta de golpe, cuando logra adaptarse a la luz del amanecer, lo primero que logra ver es a Jaehyun encima de él, suelta un gemido adolorido cuando se da cuenta de la situación.

 Lleva sus manos al pecho del mas grande intentando alejarlo, pero lo único que recibe son palabras para que se calme. Luego de unos minutos, el castaño empieza a moverse dentro de él, fuerte y brusco, arquea la espalda soltando varios gemidos. Unas manos grandes aprietan su cintura, sabiendo que dejarían marcas.

– ¿Estabas soñando conmigo, bebé? Por que no sabes cuanto me calentaron tus gemidos. Joder, amo como tu cuerpo me aprieta.

Cierra los ojos, llevando sus brazos al cuello del castaño y empieza a gemir por las embestidas rápidas que recibe y duele.

– s-si... y...yo soña..ba co-contigo –

Entre jadeos, gemidos y gruñidos de ambos, logran llegar a un clímax, que deja al mas delgado cansado. Siente sus labios ser atacados e intenta seguir el movimiento. Siente sus muslos ser apretados y gime algo adolorido. Cuando se intenta levantar para ir a limpiarse, algo lo detiene,  observa a su novio unos segundos a los ojos y se da cuenta que tienen un largo rato para que todo acabe.

Más embestidas.

Más gemidos.

Más orgasmos.

Más dolores.

–Lo siento si fui brusco, bebé. Hace tiempo no hacíamos el amor. Sabes que nunca intentaría dañarte, no apropósito.

Aun así, después de todas aquellas palabras, se pregunta.
¿Por qué?.