Yoongi despertó de golpe, estaba llorando y su respiración agitada; miró al costado de su cama, ahí estaba su novio, durmiendo cómodamente.
Con cuidado de no despertarlo se apegó a él para abrazarlo, pero como Jimin es de sueño ligero, se despertó; vió a Yoongi con los ojos llorosos y se asustó.
Prendió la lámpara que se encontraba en la mesita de noche y miró a su novio alarmado.—¿Yoonie? ¿Qué pasa mi amor, estás bien?—. Se sentó en la cama abrazando a su pequeño.
—Tuve un sueño horrible Minnie, me tratabas mal, y me decías cosas feas—. Hizo un puchero que Jimin no evitó besar.
—Todo porque quería que me castigaras, pero me pasé y te enojaste mucho, amor—.Jimin sonrío. —¿Quieres que te castigue, cariño? Puedo hacerlo justo ahora—. Habló coqueto, era viernes, por lo tanto se podían desvelar.
—¡Jimin! Te estoy contando mi sueño—. Yoongi dió un suave golpe en el hombro del mayor, éste último sólo rió.
Jimin se acercó al menor pasando sus manos por la pequeña cintura de su novio.
—Déjame hacerte mío, mi amor—. Dijo Jimin en el odio de Yoongi, haciendo que éste se erizara por completo y luciera tímido.—Jiminnie...—. El mayor junto sus labios creando una lucha entre ambas bocas siendo Jimin el que dominó en beso, recostó a Yoongi sobre la cama posicionándose encima de éste mientras acariciaba la delicada cintura.
Bajó sus besos haciendo un recorrido hacia el cuello del menor, Yoongi jadeaba mientras adentraba su mano al pantalón de pijama que Jimin portaba, acarició su miembro por encima del bóxer.
Jimin mordió con sutileza la clavícula de su pequeño y bajó un poco más sus besos hasta el vientre del menor, Yoongi arqueó su espalda al sentir aquella acción.
El más bajo gimió cuando sintió un dedo de su novio tanteando su entrada, meneó su cadera queriendo más placer; Jimin adentro su dedo sacándole un gemido más fuerte a su amado, besó una vez más los labios de Yoongi y adentró un segundo dedo.
El menor masturbaba a Jimin mientras éste dilataba su entrada; Yoongi mordía su labio inferior tratando de no ser tan ruidoso mientras Jimin observaba las muecas de placer que hacía.
—Maldición Yoongi, haces que quiera follarte sin piedad—. Su voz sonó más ronca de lo normal, mandando una corriente de electricidad por todo el cuerpo de Yoongi.
—No te estoy deteniendo, Jiminnie—. Lo atrajo a un beso mientras le quitaba los pantalones de pijama a ambos.
Jimin no esperó más y entró en Yoongi sintiendo cómo éste lo recibía cálidamente.
—Carajo, bebé, me recibes tan bien—.
—Ah Jiminnie~ muévete ya—. Jimin obedeció empezando despacio sin lastimar a su bebé.
Ubicó ambas manos de Yoongi sobre su cabeza tendiendo control sobre éste, acariciaba el miembro del pequeño al ritmo de sus embestidas.
—Más, mhmm, Jimin más—. Pidió mordiendo su labio y cerrando los ojos con fuerza.
Jimin no perdió tiempo aumentando el ritmo de sus embestidas, escuchando el delicioso sonido de sus pieles al chocar, dió una fuerte embestida encontrando el punto dulce de su pequeño cuando éste soltó un gritito, ahogado en placer.
—A-ahh, ahí, sí, sí, sí, más Jimin—. Jimin besó los labios de su amado con ferocidad ahogando los gemidos de ambos entre besos, soltó las manos de Yoongi y apretó la cintura del menor con algo de fuerza.
Yoongi dirigió sus manos a la espalda del mayor arañando y rasguñando, llevó su boca al cuello del que le otorgaba placer chupando y succionando dejando marcas.
—Mhmm, Jiminnie, ya c-casi—. Los gemidos de Yoongi eran arte auditivo a los oídos de Jimin, le encantaba ser él el que provocara eso.
—Conmigo bebé, siempre conmigo—. Aumentó el ritmo sintiendo el clímax acercarse, echó la cabeza hacia atrás sintiendo cómo Yoongi apretaba su miembro al correrse con él, dió unas últimas estocadas y salió del interior del menor.
—Te amo Yonnie—. Susurró en sonrisa el más alto.
—Te amo más, amor; pero ve por algo para limpiarme, me siento pegajoso—. Jimin rió e hizo un pequeño puchero.
—¿No habrá segunda ronda?—.
Yoongi sólo lo besó respondiendo a su pregunta.
Fin.
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Problemas y castigos, ¿qué puede salir mal?✔︎ Jimsu
FanficYoongi disfruta meterse en problemas, pero disfruta más aquellos castigos que su amado director le da.