Eres mío ; 5

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-Aquellos dos salieron de la cafetería, uno hechando humos y el otro con nerviosismo pero sonrisa a la vista-.

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Yoongi sabía que se había pasado un poquito con lo que hizo, también que Park se encontraba demasiado enojado, y no sólo por los golpes.

Caminaba con la mirada gacha, no quería tener una discusión con su novio, pero sabía que lo había provocado, Jimin ni siquiera le dirigió una mirada cuando entraron a su oficina.

Cómo era de esperarse Jimin dió un portazo y le puso seguro a la puerta, fue directo a su silla, hizo una llamada a su secretaria pidiendo que retiraran temprano a los estudiantes; el menor al escuchar eso se asombró y su nerviosismo aumentó.

Yoongi al ver que el director cortaba la llamada, habló -o trató-.

—Jimin, amor, sé que si me pas...—. Jimin no le permitió terminar su oración, ya que gritó.

—¡No me digas nada, Yoongi! Sólo quédate ahí sentado, no quiero hacer nada de lo que después me arrepienta—. Jimin masajeo su cabeza, estaba cabreado, ese tal Taehyung era la razón.

Yoongi se asustó, si novio nunca le había hablado así, sin querer sus ojos se pusieron acuosos, pero no lloraría, después de todo el había provocado el enojo en Jimin.

—Amor, por favor, no est...—. Un ruido de algo siendo impactado en el suelo le hizo callar.

—¡Te dije que te callaras! No quiero escucharte, ni a las estúpidas excusas que usarás para decirme el porqué estabas tan cómodo abrazando a ese estúpido—. Jimin de verdad estaba furioso.

El más pequeño, bajó la mirada sintiendo sus ojos picar, limpió una pequeña lágrima, y volvió a hablar, quería arreglar ese asunto para irse a casa y disfrutar lo que restaba del día junto a Jimin.

—Jiminnie, déjame hablar ¿sí?, yo sólo quería molestar un poco a Jungkook, pero las cosas no salieron como esperaba—. Su voz se escuchó suplicante.

—Y eso cómo me explica el porqué estabas de resbaloso con ese tal Taehyung, disfrutando de su abrazo igual que un regal...—. No terminó su frase al sentir la palma de la mano de Yoongi sobre su mejilla, lo vió con enojo sin embargo se suavizó un poco al ver las mejillas de su pequeño mojadas en lágrimas.

—¡Jamás volverás a llamarme así Jimin! No voy a permitir que me trates de esa manera, te podré amar mucho, pero no soportaré tus insultos—. Yoongi se desató llorando, le había dolido la forma en la que le había hablado y cómo lo había llamado.

El estudiante dió la vuelta, estaba dispuesto a irse, abrió la puerta de la oficina, al momento de abrirla fue nuevamente cerrada con fuerza.

—No irás a ningún lado, ¿o es que acaso irás a refugiarte a los brazos de ese pendejo?—.

—¡Cállate Jimin! Suéltame y déjame ir, sólo dices cosas que me lastiman—. Jimin sin darse cuenta había tomado de las muñecas a Yoongi, y apretaba con más fuerza cada vez.

—¡Me lastimas! ¡Suéltame! Si me iré a refugiar a los brazos de Tae, ¿¡a ti qué te importa!?—. Jimin tomó con fuerza la mandíbula del menor, parecía que estaba a punto de golpearlo.

—No te dejaré ir—. Su mandíbula estaba tensa.
—Eres mío, Yoongi—. La voz de Jimin era ronca, su mirada amenazante y Yoongi estaba intimidado.

—¿Por qué me tratas así, Jimin?—. Su voz sonó quebrada, las lágrimas no habían dejado de salir.
—Yo sólo quería recibir un castigo, pero las cosas se salieron de control—. Jimin lo estaba lastimando demasiado.

—Pero claro que recibirás un castigo, Yoongi, no dejaré las cosas así—.

—No, Jimin; no quiero un castigo cuando tú estás así, me lastimarás más—. Yoongi sonó suplicante, en ese momento sentía miedo.

—No te pregunté si quieres, eres mío y te haré mío las veces que quiera—. Jimin terminó de hablar y junto sus labios a los de Yoongi con brusquedad, agarró su cintura apretando demasiado fuerte haciendo que Yoongi gimiera de dolor, aprovechó metiendo su lengua a la cavidad ajena, mordía sus labios sin cuidado.

Yoongi con sus manos hechas puños, intentaba separarlo, le pegaba en los hombros y en el pecho, no quería tener esa imagen de Jimin, no quería temerle.

Al ver que no funcionaba mordió la lengua de Jimin, así éste se separó, Yoongi cayó al piso cubriendo su cara mientras lloraba con fuerza; Jimin pareció entrar en razón, se agachó queriéndose acercar al menor, pero éste se alejó.

—¡A-aléjate! No te acerques Jimin—. La súplica de Yoongi asustó en demasía al contrario, estaba jodido.

Problemas y castigos, ¿qué puede salir mal?✔︎ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora