Vamos a hacer incapié en los favoritos de todo el mundo, la familia de los robles y sus allegados. Aquellos que ocupan su nicho ecológico o equivalentes.
Son los más importantes, incluso dentro de la estabilidad del clima de las regiones donde viven.
Es normal que nos gusten, porque cuando contemplamos uno de estos gigantes estamos viendo y sintiendo muchas cosas. Se trata de una fotografía en vivo al pasado, cientos de años condensados en una sola criatura. Y todo lo que ha vivido se refleja en su forma o en las heridas que tiene. Además, bajo su copa podemos notar que hay un frescor distinto, que el viento sopla de otra forma y el sol se filtra dejando pasar solo ciertos rayos.
Nuestro cerebro está programado para detectar estas cosas, aunque no las sepamos.
De ahí vienen esas sensaciones como "algo va mal" o "esto está bien". Nuestro cerebro ante un gran árbol, suele detectar el estado de equilibrio en el que se encuentra, y nos transmite paz. Esto es así porque esos territorios con grandes árboles son los mejores para vivir. Los más estables. Nuestros ancestros, llegando hasta los primitivos roedores, han seleccionado siempre estos lugares. Esto es común a todos los animales.Cuando vemos una obra de arte que no nos gusta, realmente es evocación de estos instintos. Es el mismo reflejo que nos produce mareos al subir en barco, o el miedo a volar. Nuestro cerebro está diseñado como un "detector de mentiras".
Pero dejemos estos temas, y vayamos a los gigantes.
Los árboles viejos recrean cada uno un ambiente, una estación o situación, aquella en la que nacieron, porque ellos son los padres de los bosques. Para hacerse como los más emblemáticos, necesitan nacer en las condiciones que produce cada especie de árbol.
Cada especie recrea la estación que debió ser la normal para ellas hace miles de años. Por eso cada vez son más raros.
Al ser testigos del mundo que fue, aunque plantemos una encina con todo el amor del mundo, nunca lograremos ver la de nuestros sueños. Están programados para cambiar de forma.
Si no crecen en esas condiciones ideales para su especie, adoptan formas arbustivas, porque están necesitados de esa situación que solo su madre real les brinda (las condiciones fisicoquímicas del suelo y ambiente por igual).
La pérdida de los gigantes más viejos supone un retraso en la restauración. Sus hijos podrán crecer un poco más que ellos. Sus nietos quizás puedan ser como antaño.
¿Cuánto puede pasar para eso? ¿500 años mínimo?Bueno, la jardinería puede acelerar el proceso. Pero solo en árboles cerca de casa. Y es mucha dedicación y conocimiento, saber podar, qué forma tienen los árboles de viejos...etc.
El bonsai une la jardinería con el mundo salvaje.
Son literalmente esos príncipes en el exilio de un reino ya perdido. Es tan difícil volver a hacer que reinen como en las películas.
Son las especies climáticas. No hay nada por encima de ellas. Su destino es gobernar.
Como ya dije, las especies climáticas en España son la encina en casi toda la superficie del país, el olmo en levante y el roble en la parte atlántica. Y ya conocemos al olmo y su delicada situación. En realidad hay otras especies climáticas, cada una de un hábitat, pero yo digo las importantes.
En otros países estas especies varían, pero sus características son las mismas:
Requieren sombra de bebés, viven cientos, incluso miles de años, crecen y se reproducen muy lentamente y se hacen colosales.
El árbol más alto del mundo se llama Hyperion y mide 115'5 metros. Es una sequoya. Las sequoyas son climáticas.
Para que te hagas una idea, ni Godzilla con King Kong sobre su cabeza podrían superarlo ni de puntillas.

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Guía de Plantabosques
Non-FictionMuchas gracias por pasarte. ¿Te interesa plantar un árbol? En ti radica la diferencia para dejar el mundo un poco mejor a como lo conociste. Aquí vienen conocimientos sobre ecología que nunca te han enseñado y que por la ley de Educación Ambiental d...