¿Amor o amistad? Primera parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 95 "Activo" (Leeteuk)

95. “Activo” (Leeteuk)

 

 

 

 

Hacía dos días que había llegado a casa de mis padres. Todos habían ido o con sus familias o donde querían, para pasar aquellos días libres, y yo había ido a casa de mis padres. Después de comer, decidí salir a dar una vuelta para despejarme un poco. Tenía tantas cosas en la mente… Tantas… No estaba pasando por mi mejor momento. Últimamente me pasaba algo que creía que ya había superado… No dejaba de soñar con Kangin. Y eso me estaba volviendo loco. Pero siempre que soñaba con él, sucedía lo mismo. Me dejaba. Lo raro era que, durante el día, no pensaba en él, si no en Heechul. O en lo que había sucedido con Heechul.

Quizá era por la falta de sexo, pero no dejaba de pensar en ello… Joder… Había sido genial. Por primera vez era yo quien… Bueno, el activo, y me había encantado.

Ahora que tenía unos días libres, quería pensar seriamente en ese hecho. No era normal. Sabía que yo a Heechul no lo aguantaría ni dos días como pareja. Ni en broma. Era irritante, insoportable… Era… Simplemente Heechul, pero… Aquella experiencia había sido…

Sin pensármelo dos veces metí un grito que me salió del alma. ¿Por qué estaba tan confuso? Si nunca hubiese conocido a Kangin jamás me habría encontrado en aquella situación, porque no se me habría pasado por la cabeza estar con un hombre. Y ahora dudaba entre dos.

Al volver a casa, encontré a mi madre hablando por teléfono animadamente. Cuando colgó se sentó a mi lado y me tomó la mano.

-Ai hijo, te echaré tanto de menos cuando vayas a la mili…

-¿A qué viene eso mamá?

-Es que he hablado con mi amiga, Hye Gi, y tiene a su hijo allí. La pobre me ha llamado para pedirme la receta de una comida para llevársela.

-Espera…¿están con las visitas ahora?

-Si. ¿Por?

-Me voy.-dije poniéndome en pie.

-¿A dónde?

-Me he acordado de algo importante.

Subí a mi cuarto y volví a hacer la pequeña maleta que me había llevado. Luego me puse la chaqueta y me marché, dejando a mi madre alucinada. ¿Dónde iba? A ver a Kangin. Necesitaba aclarar mi mente. Lo necesitaba.

Cuando llegué el de la entrada ya me reconoció. Y en ningún momento tuve que decir mi nombre. Rellené la tarjeta de visita, poniendo “amigo” en la casilla de relación, y luego me senté en la mesa a esperarle. Después de meses sin saber nada de él… Allí estaba… ¿Por qué no había hablado con él? Pues por el hecho de que ya era suficiente difícil para mí dar por terminada nuestra relación como para tener que hablar haciendo que no pasaba nada. Pero ahora, que ya había pasado el tiempo, me sentía más preparado.

En cuanto me vio se quedó helado en la puerta. Como si no me reconociera. Yo saludé con la mano y sonreí intentando disimular.

-¿Qué haces aquí? ¿Ha pasado algo?-inquirió sentándose frente a mí.

-No. Todo está bien.