Y allí te encuentras, mirando fijamente la puerta cerrada de la cafetería, definitivamente esta no es la situación que esperabas.
Y a tu lado, la narradora.
-Oh, creo que olvidé decirte la hora a la que abría la cafetería hoy -dice desviando la mirada y balanceando sus manos, obviamente avergonzada de haber olvidado ese detalle.
-No importa -dices, en un tono tan bajo que si no estuvieran solos nadie hubiera oído.
-Podemos pasear por ahí hasta que abra la cafetería, solo falta media hora para eso -dice mientras ya va caminando hacia otra dirección luego de que susurras una leve afirmación -Anton y Jhon suelen andar por las bibliotecas al aire libre a esta hora, quizás ayuden a que recuerde alguna cosa para contarte luego.
Ambos caminan por la vereda hasta que comienzas a observar a lo lejos algunas sombrillas enormes y muy coloridas, mientras más caminas te das cuenta de que hay muchas mesas de plástico y sillas plegables con personas leyendo en ellas, algunas tomando alguna bebida o algún bocadillo de frutas, visualizas a Antonio pidiendo una bebida no muy lejos de ustedes.
En el medio de todos, una carpa donde hay algunas personas que parecen ser los que administran el lugar, un lugar que parece animado y fresco realmente.
-¡Antonio!
Un grito proveniente de tu acompañante rompe el escenario tranquilo, haciendo que des un brinco del susto, te sorprende lo mucho que puedes saltar pues ya estás a casi un metro de Sarah.
-¡Anton, ven aquí antes de que me saquen por gritar otra vez! -la chica grita de nuevo, te alejas un poco más cuando sientes que te va a dar dolor de cabeza por estar a un lado de aquel parlante humano.
-Cállate altavoz, ya estoy aquí -el pobre chico corre hacia Sarah con su bebida en una mano y con la otra tapa la boca a la narradora apenas se acerca lo suficiente -¿deberías donar uno de tus pulmones sabes?, con uno te basta y sobra.
-Nunca, son mis tesoros, ¿como quieres que me gane la vida narrando solo con un pulmón eh?
Sueltas una risa, que inmediatamente es seguida por los otros dos, Antonio te saluda y ambos se presentan mientra la narradora observa, quizás tomando notas para contárselo a alguien en un futuro.
-Aún no me dijeron que los trae por aquí -menciona Antonio entretanto busca algunas sillas disponibles.
-Pues no solo vine a molestar esta vez, también vine a ver si me ayudabas a recordar alguna anécdota para contarle al lector aquí a mi lado, alias, posible nuevo mejor amigo que me preste dinero -dice Sarah mientras los tres toman asiento y ella pide una bebida.
-Soy pobre -dices, no tienes ni un solo centavo, ni trabajo, "posiblemente yo seré el que pida dinero" piensas de manera divertida.
A narradora suelta una risa
-Pues bienvenido a mi mundo, al menos a tí te dan alojamiento gratis.
Ríes, el ambiente es bueno y agradable, Sarah vuelve a preguntar sobre la historia a Antonio.
-Puedes contarle sobre mí -dice repentinamente Antonio, después de pensarlo un momento vuelve a decir - ¿recuerdas cuando comencé como creador de portadas?
-¡Claro!, ¿como olvidarlo? -la narradora vuelve a mirarte -¿te apetece quedarte aquí mientras te cuento algo sobre el rubio teñido aquí presente?, realmente no quiero volver a caminar hasta la cafetería.
Das tu visto bueno, sería excelente conocer sobre alguien nuevo, tampoco quieres volver, te gusta el lugar y también admites que eres demasiado flojo para caminar cuando ya te has acomodado.

ESTÁS LEYENDO
Mundo Literario
Aléatoire¿Se imaginan un mundo casi metafórico compuesto solo de escritores y lectores? ¿No?, al principio yo tampoco pero... ¡Vamos a imaginar juntos! °°° Sin portada otra vez -screams in asexual- ¡Actualizaciones todos los lunes!