Un mundo en mis sueños

¿Qué sucede aquí?

Duraríamos mas para llegar a la siguiente ciudad. Paramos en frente de la calle. Cuando escuchó un feo, solté todo, cargue a Margarita y nos escondimos. Pensaba lo peor. Se escuchaba más y más cerca. Ví que era un carro pero era al mas grande a los de mi mundo. Eran 2 mujeres y nos invitaron a subir para que lleguemos más rápido:

- Que hacían tan lejos de la cuidad? - me dijo una de las mas anciana y obesas de las dos con voz muy chillona.

- Vinimos de otro pueblo y estoy llevando a Margarita hacia donde su abuelo - le dije algo tímido.

- ¡Ay!, pero tenemos una pequeña - dijo muy alegre la otra chica, era más joven y bella que la anterior y tenia el mismo tamaño que yo.

Al verla me sentí un poco exaltado, mi corazón latía muy rápido. Pensé que me había enamorado, pero no sabia, nunca lo hubiese sentido así ni con mi futura esposa en mi mundo.

Margarita al oír esa dulce voz se alegro y aplaudió, se veía tan adorable.

- Se llama Margarita - le dije tímido.

- Yo soy rubí y mi madre es Jeraldine, un gusto conocerlos - dijo Rubí, aquella bella mujer que me tenia en otro mundo cada vez que la veía.

- Soy Santiago - le di la mano a Rubí y la miré a los ojos - un gusto conocerla, Rubí.

Su mano era muy suave como el pétalo de una rosa. La solté y mi mano se sentía fría.

Margarita parecía aburrida y agarro unos cuantos maquillaje y jugó con ellos. Ella estaba muy callada y no sabia que hacia. Rubí miro hacia atrás y la vio.

- ¡Margarita, que estas haciendo!? - dijo un poco exaltada

Me espante y me sentí un poco avergonzado.

Ella estaba alegre, ya que Margarita se veía muy graciosa. Me alivie un poco, pero seguía avergonzado. Rubí la cargó y limpió su crea con un toallita. Parecía su madre. La limpiaba con dulzura.

Margarita al terminar de limpiarla se quedo dormida.

- Es tu hija? - me preguntó Rubí.

- No. - le respondí bajando la cabeza.

- Y donde están sus padres?

- Murieron.... Ella y yo dimos un paseo, al regresar encontré a sus padres muertos.

- Oh... Ya veo y como murieron? - me preguntó con tristeza.

- Una especie extraña de tigre.

- ¿Como dices? - me preguntó muy sorprendida.

En ese momento Jeraldine la madre, frenó con tanta fuerza que podría salir volando.

- Era enorme y la cola la tenia esponjosa. Era de un color amarillento verdoso y sus rayas eran marrones. Era muy exótico, más de lo que son en mi mundo.

- ¿tu mundo? - me preguntó muy curiosa - ¿eres de otro mundo?

- Que diga... Es que he visto otro pero diferente a este.

Me miró con sospecha, yo en ese momento me asuste. No sabia que hacer.

- Okay, pero sabes exactamente donde lo viste? - me preguntó sospechosa.

- Si, pero queda un poco lejos de aquí - le dije ya con un poco de calma.

- ¡Vamos!, no creo que diremos mucho al llegar allá, o si?

- Pero tengo que llevar a Margarita.... En ese momento me interrumpe.

- ¡¡Me importa esa mocosa!! - gritó Jeraldine

- Ahora puedes hacerlo.

No sabia que le harían a esa criaturita hermosa como aquel tigre, aunque soy nuevo aquí.

Durante 20 minutos aproximadamente estuvimos conduciendo hacia la ultima vez que lo ví y no podía creer lo que veía....