Lo peor de todo

46 2 0
                                    

   -Margarita sigue enferma por aquella vez. Mi esposo y yo salimos a un cita ya que cumplíamos 3años de casados. Cuando llegamos nos dimos cuenta que nuestra casa se había quemado. Tuvimos miedo, no encontrabamos a Margarita y a su niñera. Duramos un largo tiempo buscandolas, cuando las encontramos en el sótano. No había fuego y estaba frío. La niñera abrazaba a Margarita. Su niñera estaba llorando y preocupada por la pequeña. Tenia un quemada pequeña. -me relata con lágrimas en los ojos - Ella esta mejor , pero aun tiene ese trauma. Es por eso, no queremos que vuelva a pasar y caminamos donde nos lleve el viento. Por ahora vamos a casa de su abuelo.

    - Lo siento mucho - les dije triste y desconsolado con la historia.

    - Cariño, todo no pasa porque si. Si no hubiese pasado no le hubiésemos rescatado de tu hambre. - me dijo con voz dulce.

Hubo un enorme silencio. Una bestia nos sorprendió y Jill estaba en frente. Me quede a proteger a la madre y la pequeña. Era una extraña especie de tigre. Jill fue golpeado y quedo inconsciente. Se acercaba a nosotros.

Les dije que corriera y fue cuando me lanze hacia el. Era muy fuerte. En el suelo ví un palo un tanto puntiagudo. Solté al tigre y fue en busca de ello. El tigre me salto, me dio tiempo a poner en posición el palo hasta clavarsele en el pecho. Fue un momento excitante y agotador.

No veía a la duendecita Anabelle y Margarita.

La busque y las encontre, asustadas, abrazando muy fuerte a Margarita detrás de un gran árbol.

Acampamos cerca del árbol. Busque a Jill y trate de despertarlo pero, no respondía. Se que seguía vivo, respiraba y aunque no se movía teníamos la esperanza de que despertaría.

Amaneció, estaba tranquilo y Jill fue el primero en despertar. Anabelle dormía con Margarita. Y yo preparaba fuego para preparar el desayuno. Busque un arma porque sabía ya que era un terreno peligroso. Tenia miedo de dejarlas sin protección pero tenia que buscar comida.

Lo hice rapido. Busque comida, al llegar ví que Margarita se despertó y sujetaba una linda muñeca de trapo mientras se rascaba los ojitos dormilones. La levante y la senté en mis piernas. Ella me veía cocinar, muy curiosa.

Anabelle se despierta preocupada, preguntaba por Jill. Muy tranquila le digo:

    - Calmate, Jill se despertó y salio muy temprano.

    - ¿Hacia donde? - preguntó un poco mas calmada.

    - No lo sé. ¿Quieres desayunar? - le pregunté.

Se sentó en un tronco seco. Tomo un plato y se sirvió.

Pasó un largo tiempo y Jill no regresaba. Todos nos comenzábamos a preocupar. Cuando le dije a Anabelle que se protejan. Iré a buscar a Jill y regrese lo mas rápido posible.

   - Pero, donde?

   - Busquen un lugar seguro o dentro de la tienda.

Busqué aquel palo que nos salvo un vez, tomé el cuchillo y la afile un poco mas. Cuando llega Jill, nos saluda, entra en la tienda h duerme.

    - Quizás este cansado - les dije.

Anabelle se tranquilizo, me paso a Margarita y solté el palo. Ella entro a la tienda y empezaron a hablar.

Margarita y yo dimos un pequeño paseo. Ella estaba feliz, la baje de mis brazos y comió un poco de malvavisco y luego bebió chocolate. Se embarró toda que volvimos a las tienda a cambiarla.

Escuchamos un extraño pero familiar sonido. No recordaba que era. Investigue y descubrí, recordé que era aquella especie de tigre. Busque rápidamente el hacha de Jill. Busque al tigre, al encontrarlo le lanzo rápidamente el hacha. Veía mucha sangre, no solo del tigre y pensé lo peor.....

Un mundo en mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora