El comienzo de todo

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Estaba luchando en la edad medieval con un enorme dragón de 15 metros que escupía fuego. Yo lo tenia toso controlado cuando el rey me corona como heredero a príncipe y fue cuando acabé con el dragón y fui a buscar mi corona, cuando de repente me veo cayendo a un abismo un fin.

Estaba desconcertado, no sabia que hacer, pensaba si era mi fin. Cerré los ojos y me dije: "antes de caer, dormire y morire como quiero". Durante 3 horas caía, solo, oscuro y al final se ve una luz muy verde. Cuando visualizo bien, es caía en un agua muy sucia. Al llegar reboté, caí en un charco de fango, lo extraño fue, que no era fango, era un delicioso y tibio chocolate. Me levante y revise el agua, la saborie y era: ¡gelatina de limón!. Es un lugar muy extraño. Camine y revise mi terreno.

-Todo este lugar es dulce, arboles de paletas, nubes de azúcar, colinas de helado.... Es algo extraño pero divertido.

Me preparé antes de oscureciera. Arregle mi tienda, hice fuego y encontré unas enormes cerezas dulces para comer, que en apuros eran mi cena.

Escuché un ruido. Rápidamente apague el fuego y me oculte. Ví a un pequeño duende, vestía muy gracioso pero adorable. Cuando observó eran 3. Uno vestía de rosa y tenía cabello rubio, llevaba una duendecita que vestía de amarillo y el mas viejo vestía de verde... Creo que es una pequeña familia.

Me acerco despacio. Se ven asustados.

-Por favor no teman. No les haré ningún daño, necesito que me ayuden a salir de aquí.

El padre sobre saltado con voz firme y enojado me dice:

-¡Por poco nos matas!, ¿no sabes saludar? No vez que tengo a una pequeña muy enferma para sufrir esto?

-Por favor Jill, calmate. Es un pobre chico que necesita nuestra ayuda.-le dijo su esposa.

-Okey, le daremos un lugar pero desde que sepa donde quedarse ni un tiempo - dijo el duende Jill, segun su esposa.

- Gracias, de verdad muchas gracias- les dije.

- ¡No hay porqué! - dijo con una sonrisa su esposa.

Caminamos un largo tiempo, cuando a lo lejos se ve un pequeño pueblito. Llegamos como en unos 30 minutos.

Todos al verme se esconden en sus casas y locales.

- Cariño, sera mejor que te quedes en un lugar mientras te buscamos posada. -me dijo ella.

Salí del pueblecito y comía un poco de piedras o mas bien chips de chocolates. Jill el duende me llama. En seguida voy. El duende de la posada al verme cerró con furia y aterrorizado la puerta.

No paso mucho tiempo para salir del pueblo. Nos quedamos cerca de el. Para buscar comida. Me quede con Margarita la pequeña duende de amarillo era tan solo una bebé aunque estaba enferma.

Margarita se despierta llorando y yo no sabia que hacer. Trato de calmarla. La mecía, la brincaba hasta le hice muecas y nada. Hasta ponerla encima de un malvavisco.

Llegan Jill y su esposa con algo para comer. Luego de un rato teníamos que seguir caminando. Cuando me llega a la cabeza una curiosidad, no sabia si decirla o quedarme callado. Pasó una hora y media y las curiosidad me mataba, hasta que tome valor y pregunté:

- ¿Porqué no tienen lugar fijo, o sea, casa fija?

- Es algo complicado -me responde la madre.

- ¿Complicado? ¿Porque? ¿Que sucedió?

- Es una historia muy triste....

Un mundo en mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora