A la caza!

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Al llegar, las extrañas mujeres llevaban armas de fuego y armas blancas en la cajuela del auto. Ya sabia para que querían aquella especie hermosa de tigre. Se que es salvaje pero todos tienen derecho a vivir. Levanté aaa Margarita y recogí los bultos que llevaba.

      - Creo que no las voy a ayudar en esto

Me miraron con enojo - ¿Qué dijiste?

     - Qué no las ayudare - lo dije un poco tartamudeando.

Me apuntaron con sus armas y hasta me amenazaron con que matarían a Margarita, me la arrebataron de los brazos. No tenia mas opción que hacerlo. Las lleve al ultima lugar en que lo ví.

Caminamos como 15 minutos a travez de un bosque de gomitas. En un claro de este

     - Aquí fue la ultima vez que lo vi.

     - Okey, ya puedes irte.

Empujaron a Margarita hacia mi, la cargué y corrí lo mas rápido posible antes de que se den cuenta que les mentí. No sabía donde quedaba la carretera para seguir mi rumbo a mi destino.

Estaba perdido, no sabia hacia donde ir. Me encontré con un ser muy parecido a mi. Pero era de un color verdoso, orejas grandes y puntiagudas, con ojos saltones.

       - Están perdidos? - nos preguntó

       - Si, nos ayudas a encontrar la carretera? - le dije cansado.

       - Ven, te enseñare el camino - y luego sonrió.

Note de sus dientes afilados y grandes como los de un tiburón blanco, no podía confiar mucho de el.  Asegure mi cuchillo por si intenta atacarnos.

Mire al cielo y empezaba a oscurecer, le pregunte por un llano, donde podíamos acampar ya que no es bueno caminar por noche. Supuse que el tigre no estaría cerca. En ese momento recorde con tristeza la muerte de los padres de Margarita.

No podía confiar en aquella bestia.

Prepare la tienda y le hice la cómoda cama a Margarita, en 1 semana mas cumplía 5 años, tenia que llevarla antes hacia donde su abuelo.

Nos dormimos y a media noche veo a aquella bestia enfrente de la tienda, busque mi cuchillo. Entró y nos dijo

      - Tienen que salir rápido

      - ¿Que pasa? - le dije asustado.

      - Escuche disparos muy cerca.

Tuve que dejar todo para salvarnos de aquellos disparos. Sabia que era Rubí y su madre. ¿Cómo una chica tan hermosa como Rubí puede tener ujn corazón tan pequeño y negro?

Llegamos a la carretera principal y corrimos en dirección correcta. Dentro de aquel bosque se veía como ellas lograron cazar aquel tigre. Suponía que no quedaba ninguna especie de esta. Margarita en mis brazos lloraba, estaba muy asustada.

Corrimos durante 5 minutos para poder asegurarnos de este a salvo.

Ví un pueblo un poco lejos y a lo lejos se veía el horizonte, aquella linea que unía el mar con el cielo. Tuvimos que bajar una colina un poco inclinada. Atrás vimos un tabla de chocolate y tuve la idea de bajar en ella. La busque y nos colocamos encima de esta y bajamos.

Llegamos al pie de la colina con aire fresco, divirtiendonos y sentados, fue muy divertido. Caminamos alrededor de 10 a 15 minuto al muelle. Miré el mapa y note que nos desviamos un poco y observe que si tomábamos un barco y navegábamos debajo del enorme puente... Solo que no había puente la única manera era en barco.

En el muelle solo había un barco y rápidamente fuimos a la dirección haber si podíamos tomar el barco.

      - Buenas!, que desean?

Nos atendió una chica

      - Buenas!, queríamos saber si el barco estaba disponible para nosotros y hacer un pequeño viaje. Quizás yo me quede del otro lado, pero espero que el elfo lo devuelva.

      - Llámame Julio - interrumpió

      - Okey Julio, pueda devolverlo cuando venga a su casa.

      - Lamentablemente, no podre dejarlos solos con el barco, pero demen unos minutos y les consigo una marinera para que navegue.

      - Okey, muchas gracias - le agradecí.

Nos quedamos parados en frente de ella. Ella nos ve y muy graciosa

       - Pueden sentarse en el banco que esta afuera.

       - ¡Gracias!

Salimos y podíamos apreciar el amanecer en el horizonte...

Un mundo en mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora