Cuando la fiesta terminó, ambos caminaron devuelta hacia la casa del ojiazul, Harry aún permanecía un poco ebrio y caminaba risueño y feliz, tomando la mano de Louis mientras hablaba de cualquier cosa que pasara por su cabeza en ese momento, causando que una sonrisa apareciera en el rostro de su novio, quién a diferencia de el, se encontraba lo suficientemente sobrio y feliz.
La cosa es que Louis observaba a Harry prácticamente embobado, estaba completamente perdido en su novio y su encantadora sonrisa acompañada de ojos adormilados y bonitos hoyuelos. Y es que estaba tan enamorado, por estos pequeños momentos era que se sentía la persona más afortunada del mundo, mientras escuchaba a Harry cantar a su lado balanceando sus manos en el aire y riendo cuando se olvidaba la letra de la canción. Louis lo amaba con todo su corazón, incluso mucho más que eso.
De hecho amaba todo del rizado, lo amaba cuando se levantaba de mal humor por las mañanas, cuando estaba triste, cuando reía por cosas sin sentido, cuando lo buscaba simplemente para darle un beso o un abrazo, lo amaba en momentos como este.
Louis salió de sus pensamientos cuando Harry frenó de golpe para mirarlo con el rostro medio serio y su labio inferior sobresaliendo. Tan increíblemente adorable.
—¿Hazz?— preguntó Louis algo confundido.
—Estás serio.— dijo acercándose aún más para poder delinear el rostro de su novio con uno de sus dedos. Louis no pudo evitar sonreír y acomodar sus manos en la cintura del rizado para acercarlo hacia su cuerpo.
—Solo estaba pensando en lo enamorado que estoy de tí.— dijo con una pequeña sonrisa y la sonrisa de Harry en ese momento fue tan hermosa, todo lo que Louis quería ver por el resto de su vida.
—Lou.— dijo ocultando su rostro en el cuello del ojiazul y dejando un besito allí. Louis soltó un suspiro cargado de amor y sonrió abiertamente mientras abrazaba a su chico, allí en la calle desierta con la luz de la luna y algunas farolas.
—Te amo mucho, eso es todo.— dijo con cariño y Harry salió de su escondite para poder unir sus labios en un dulce beso.
—También te amo.— dijo despacito, solo para Louis.
Se sonrieron una vez más antes de volver a entrelazar sus manos y continuar su camino hacia la casa del castaño. Cuando finalmente llegaron, ambos fueron silenciosos al subir las escaleras y llegaron a la habitación sin ningún problema. Ambos dejaron su ropa en el cesto de ropa sucia y caminaron con pasos perezosos hacia el baño para lavarse los dientes, luego se metieron bajo las mantas completamente exhaustos.
Ambos se miraron con sonrisas perezosas y Louis se acercó para dejar pequeños besos en la frente y en la mejilla de su novio, disfrutando de las pequeñas risitas que soltaba. Pero cuando bajó sus besos hacia el cuello del rizado, sintió como la respiración de Harry se volvía más pesada. Sonrió sobre su piel y con una de sus manos acarició su abdomen, era una simple caricia pero aún así provocó que la piel del rizado se erizara por completo bajo sus dedos haciendo que se sintiera bien al saber que tenía ese efecto sobre el.
Cuando terminó de dejar besos húmedos y algunas mordidas en el cuello del ojiverde, obteniendo unos bellos sonidos a cambio, ya estaba completamente sobre su cuerpo, las piernas de Harry envolviendose a su alrededor como si no quisiera dejarlo ir. Cuando se alejó un poco para poder mirar a su chico, mordió su labio inferior para ocultar una sonrisa completamente encantada al verlo con los labios entreabiertos respirando pesadamente, con sus ojos verdes brillando incluso más que la luna.
—Lou.— lo llamó Harry bajito al sentirlo lejos demasiado tiempo.
—Eres tan hermoso, tan maravilloso.— dijo al instante con cariño mientras se inclinaba para besar sus labios.
Harry gimió encantado y rodeó su cuello con sus brazos, enredando sus dedos en su cabello para poder profundizar el beso a su gusto y ajustando sus piernas alrededor del castaño para que pudiera sentir lo duro que estaba. Louis sonrió en medio del beso al sentirlo y una de sus manos bajó para poder tocarlo sobre sus boxers, provocando un gemido que silenció con un nuevo beso.
—Tendrás que ser silencioso, amor.— le dijo retirando su mano de aquella zona, dejando que sus dedos recorrieran parte de su muslo interno provocando que los ojos del rizado brillaran aún más por lo desesperado que estaba.— ¿Me prometes que serás silencioso?— preguntó con una tranquilidad que desesperaba al rizado.
—Lo prometo.— dijo casi en un susurro y Louis volvió a tocarlo sobre sus boxers, disfrutando cuando vió al ojiverde morder su labio inferior para silenciar un gemido. Sonrió satisfecho y dejó un beso húmedo sobre los labios rojos e hinchados del rizado.
—Tan bueno.— halagó y Harry sonrió con hoyuelos y todo, provocando que Louis le diera una suave mordida en su abdomen, justo debajo de su mariposa. El descarado amaba recibir cumplidos y Louis amaba darle todo lo que deseaba.— Te haré sentir bien, bebé.
Y Harry intentó ser silencioso, el jura que lo intentó con todas sus fuerzas, pero con Louis sobre el era prácticamente imposible. El castaño simplemente no se molestó en callarlo ya que lo amaba completamente.
