Explosión de emociones

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Christian pov. 

Me encontraba en mi departamento aburrido y solo, Ana se había ido a trabajar al hospital por la mañana y desde entonces la extrañaba. 

Puse un serie en la televisión sobre agentes secretos pero la verdad es que no le estaba prestando atención así que mejor tome las llaves de mi auto y apague la televisión. Iría al hospital a visitar a mi adorada novia. 

Conduje entre el trafico hasta llegar al hospital, cuando entre algunos me saludaron y otras más indecentes me mostraban algo más ¿es qué acaso no sabían que amaba a mi novia? bueno eso antes no me importo para acostarme con Elena... bufe. 

Subí a los ascensores y así llegar a pediatría. 

- ¿Alice? -le hable a una de las enfermeras. 

-Oh, Dr. Grey- sonrió-. Dígame. 

- ¿Sabes dónde esta la Dr. Steele? 

-Dijo que iría al área de la UCIN. 

-Gracias- camine hacía la UCIN pero ahí no había nadie solo enfermeras y algunos padres visitando a sus bebés. Pude notar que estaban ahí Edward y Bella, así que me coloque lo necesario para entrar. 

- ¿Cómo están los nuevos padres? -dije acercándome a ellos mientras veía a su pequeño que aun seguía entubado y conectado a los monitores-. Me da gusto que hayas despertado Bella -sonreí sinceramente- espero que ahora si dejes a Cullen por mí -trate de hacer una broma. 

Pude notar como sonreía. 

-No cambias Grey -dijo Bella-. Estamos bien al menos físicamente mientras nuestro bebé siga aquí no creo que pueda decir que estoy bien del todo. 

-Lo entiendo, pero verás que pronto sale de aquí, es fuerte como su mamá. 

-Y su papá- dijo Edward. 

-Siempre marcando territorio Cullen. 

-Tengo que hacerlo cuando veo que intentas conquistar a mi esposa -dijo seriamente pero con un brillo de burla en sus ojos. 

-Me alegro que al menos pueda hacerlos sonreír un poco a pesar de todo. 

-Eres bueno haciéndolo -dijo Bella. 

-Soy bueno en todo -le guiñe un ojo. 

Pude notar como ponía los ojos en blanco. Si fuera Ana ya estaría sobre mis rodillas. 

-Bueno tengo que irme, fue un gusto verlos de nuevo -me despedí y salí de allí. 

Me quite toda la vestimenta de la UCIN y seguí buscando a Ana. No lograba encontrarla por ningún lado. Me cruce con algunos doctores y enfermeras pero nadie la había visto, bueno a excepción de una enfermera que me dijo que la había visto salir del hospital e irse en su auto. 

¿Dónde demonios estas Anastasia? gruí en mi mente. Fui a su oficina a esperarla ya me estaba preocupando, incluso llame a su celular y no me respondía. 

No sé cuanto tiempo paso hasta que la puerta de su oficina se abrió. 

- ¿Se puede saber donde mierda estabas? -dije sentado desde su silla. 

-Hola a ti también -dijo. 

-No me vengas con eso Anastasia ¿dónde estaba? llevo buscándote como un idiota por todo el hospital. 

-Cada quien busca como quiere -dijo burlándose. 

-Anastasia... -dije entre dientes. 

- ¿Qué Christian? ¿Es que no puedo salir? 

-Si puedes -hice una pausa tratando de tranquilizarme-. Pero se supone que venías a trabajar y no estabas aquí. 

Bufo. 

-Tengo derecho a salir si quiero ¿ok? no me importa si tu maldito celoso y posesivo no entiende que a veces necesito espacio -puse los ojos en blanco, mire hacia sus manos y note un sobre. 

- ¿Qué es eso? -dije ya más tranquilo. 

-Algo para ti pero ya no sé si quiero dártelo. 

-Anastasia entiende que estaba preocupado por ti ¿cómo se que no te paso algo? me preocupas quiero saber lo que haces a cada minuto del día, siempre quiero saber como estas, si te falta algo, si paso algo lo que se hasta el momento en que fuiste al baño. 

-Suenas como un loco. 

-Un loco de amor. 

-No, no quieras endulzar el momento con tu posición de un hombre enamorado. 

-Pues lo soy -me acerque y le di un pequeño beso en su mejilla-. Ya dime ¿qué tienes ahí? 

-Es lo que necesitas para acabar con Leila -dijo sonriendo. 

Fruncí el ceño y tome el sobre, lo abrí y saque varios papeles comenzando a leer en el proceso. 

-No puedo creer esto. 

-Así es, no eres el primer doctor que ella intenta culpar o seducir lo que sea -dijo restandole importancia-. Ya tenía sus antecedentes cuando era estudiante, se relaciono con profesores y algunos doctores cuando realizo sus prácticas de estudiante. 

- ¿Cómo conseguiste esto? 

-No me acosté con nadie si es lo que piensas -murmuro. 

-A ver que yo no he pensado nada, se que tú no eres así nena -acaricie su mejilla. 

-Más te vale que lo sepas -dijo cruzándose de brazos. 

-Pensé que ya no estabas molesta conmigo. 

-Pues lo sigo y vete por favor -dijo alejándose de mí dándome la espalda. 

-Nena -me acerque a ella abrazándola por detrás- perdóname ¿sí? es solo que me pongo mal de solo pensar que algo te pudo a ver pasado -le di un beso en su cuello logrando que se estremeciera-. ¿Me perdonas? - susurre en su oreja, luego comencé a bajar por su cuello dejando besos hasta su hombro. 

-Christian... mmm. 

- ¿Dime? -mientras seguía dejando besos en lo que tenía a mi alcance lleve una de mis manos por debajo de su blusa hasta acariciar uno de sus pechos. 

-Christian... detente -dijo no muy convencida. 

-No quieres que lo haga -seguí con lo mio. 

Se giro entre mis brazos y me beso. Un beso lleno de pasión, enredo sus brazos alrededor de mi cuello y sus piernas en mi cintura, como pude tire lo que estaba en su escritorio y la senté sobre el sin despegar nuestros labios. 

Esto me decía que ya estaba perdonado y que mejor manera de decírmelo. 

Leila pov. 

En todos estos meses me la había pasado encerrada en este hotel de mala muerte, ya no me quedaba nada de dinero y no sabía que más hacer. Con Christian no lograba nada, él ni siquiera perdió su trabajo. 

-Ya veremos que tanto te dura el gusto Christian -murmure mientras guardaba unas cuantas cosas en mi bolso que me servirían para entrar a su departamento esta noche. 

Sin saber porque lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, sabía que lo que hacía estaba bien así que no tenía porque llorar por tonterías que ni yo misma entendía. 


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