El paso de los días

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Christian pov. 

Día uno. 

Ana se había llevado a mi pequeño a la morgue, tenía que prepararlo para que pudiera darle sepultura. 

Justo ahora me encontraba preparando todo para velarlo, en media hora más me traerían su pequeño cuerpo, Ana estaba conmigo al igual que Cullen y Bella, también había por ahí alguno que otro médico del hospital y enfermero, y por supuesto mi familia. 

No quería que esto se alargara tanto, por lo que esta misma tarde había arreglado el entierro en el panteón de la familia. 

- ¿Cómo te sientes hijo? -preguntó mi madre. 

-No lo sé, quisiera no tener que hacer esto -suspire-. Jamás pensé que enterraría a uno de mis hijos y menos pensar que ni siquiera pude verlo nacer.

-Las cosas pasan por algo Christian, piensa que él ya es un angelito y tú nunca lo vas a olvidar siempre lo tendrás en tu corazón. 

- ¿Crees que él me hubiera aceptado como su papá? 

-Bueno Christian, un hijo no puede elegir a sus padres. 

Bufe. 

Me abrazo pero me aleje de ella. 

-No- no quería la lastima de nadie y mucho menos que me abrazaran. 

Mi madre suspiró. 

Vi a Ana acercarse a nosotros. 

-Ya llego Christian -la mira, pensé que faltaba más tiempo. 

Camine hacia la entrada de la funeraria y efectivamente lo traían, era un ataúd demasiado pequeño, en cuanto lo vi lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, dejaron el ataúd en su lugar e iban a intentar abrirlo pero no se los permití. No quería que nadie más lo viera yo ya me había despedido de él. 

-Christian... -dijo Ana detrás de mí. 

- ¿Qué? -dije sin voltear a verla. 

-¿Estas seguro que lo prefieres así? 

Asentí. 

Paso sus manos por mi cintura pero las aleje. 

Escuche su suspiro.

Parecía que nadie me entendía en estos momentos, y es que de verdad era así, nadie me entendía. 

Día 5.

Estaba recostado en mi cama, tenía todas las luces apagadas, las cortinas de la habitación cerradas y estaba envuelto en mis mantas hasta la cabeza. No sabía que hora era, si era de día o de noche. 

Escuche unos golpes en la puerta. 

-No quiero ver a nadie. 

-Aun así entrare -dijo Ana mientras entraba a la habitación. 

- ¿Qué quieres Anastasia? 

-¿Cuándo vas a acabar con todo esto Christian? Llevas cinco días sin salir de aquí -sentí como trataba de quitarme las mantas pero no lo permití-. Hule horrible aquí -se quejó. 

-Entonces vete sino te gusta. 

-Se que perdiste a tu hijo Christian pero esto no puede seguir así, tienes que regresar al hospital tus pacientes te esperan -murmuro-, yo te necesito.

-Entiende Anastasia que no quiero, no me importa nada. 

- ¿Ni siquiera yo? 

-Ni siquiera tú -dije, aunque sabía que me arrepentía de decir esas palabras ya era demasiado tarde. 

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