JONATHAN
El lunes por la mañana, llego a la oficina de mi jefe. Es una oficina grande, tiene una sala y en una esquina está llena de libros sobre ventas y quien sabe que más, en la sala hay un sofá enorme (supongo que ahí duerme cuando su esposa le pone los cachos), en el centro de la oficina hay un escritorio marrón con grandes banderas a sus lados (mi jefe es todo un patriótico) y al frente de esta están dos sillones de cuero negro.
-Siéntate por favor, Jon-me dice y yo tomo asiento en un sillón, es bastante intimidante si me atrevo a decir, me siento como un colegial en el estudio del director o mi padre
-Dígame que pasa jefe. ¿He hecho algo mal?- pongo ojitos de corderito, eso a veces funciona ¿no?
-No me hagas esos ojos hombre- suelta una carcajada y yo me le uno
-Lo hago porque tal vez ayude a que no me despida-digo en un tono de niño llorón. Ojala funcione ya que me da pena seguir actuando así
-Gilipolleces Jon-ríe con más animo que nunca y la tensión de mis hombros desaparece al instante- de hecho....quiero decirte que te ascendimos- ¿Qué?- y queremos que trabajes como gerente en una sucursal no muy lejos de aquí-¿Qué? Ay mierda...-¿Qué dices? ¿Aceptas Jon?
-Mierda...pues, claro. ¿Cuándo empiezo?
Me encontré con Gabriela a la salida del trabajo en un restaurante para celebrar la noticia...aunque para ella, el traslado no era una noticia estupenda sino más bien....estúpida...ESTÚPIDA. Sí, me grito y todo la muy estúpida.
-¿Qué? ¿PERO QUE MIERDA HAS DICHO? No me pienso mudar, ¿pero qué te pasa idiota? Acá tengo a mi familia, mis amigas y pues...mi trabajo, sí, mi trabajo- ay, ajá, su trabajo, lo único que no quería dejar era su puto amante
-Por favor Gabriela, no hagas un espectáculo acá, hablaremos en la casa- le hice un gesto al mesero para que nos trajera la cuenta
-¡No! No me voy y punto, vete si quieres, pero yo no me voy y punto- en serio que quería pedirle el divorcio ahí mismo, ya, sin arrepentimientos pero me detenía... ¿Qué me detenía? Joder
-Entonces, quiero el divorcio- joder, pensé que me iba a doler decirle eso, pero la verdad es que me sentaba muy bien dejarla
- ¿Qué? ¿Divorcio? estás loco, demente, ¿Cómo crees que te voy a dar el divorcio?-estaba roja, muy roja ¿no era un tomate? Porque la verdad quería exprimirle la cara para no verla más en la vida
-Hablo muy en serio, si no piensas seguir a tu esposo a donde sea, no le veo el sentido de seguir juntos, quiero el divorcio- en ese momento llego el mesero y le doy mi tarjeta de crédito, y salí de ahí
¿En serio había dicho lo del divorcio? Joder, sí que tenía ganas de acabar con ello, no me siento mal, la verdad es que me siento vivo, de nuevo me siento...feliz.
Dos horas después me encontraba en un club privado, se suponía que solo iba a tomar unos cuantos tragos para cuando llegara a casa, Gabriela pensara que realmente me ha dolido lo que he dicho, en verdad espero que acepte lo del divorcio, lo ansió. Detrás del cristal que estaba justo en frente de mi mesa, había una chica baja, morena, pelo largo y una piernas que ufff, me haría correr como loco, pero no podía lanzarme como tal, tenía que ver si tenía un acompañante, para no hacer nada o mejor hacer algo, si, un trio preferiblemente.
La observe 10 minutos hasta que llego un muchacho, muy guapo como para estar en ese lugar, parecía que fuera un niño, un niño...lindo. Me vio y se sonrojo, oh, así que era gay.
Él le dice algo a la morena linda y ambos me miran y me sonríen, por favor que venga y hagamos algo divertido, ¡por favor! Qué bueno que todas mis suplicas siempre son escuchadas y atendidas ¿debería de pedir dinero? ¿O a Ben? Oh, hace tiempo que no pensaba en él ¿Cómo estará?

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EL LISTON
RandomBEN es un chico común y corriente, tiene su propio empleo, su casa, su mascota, su buen auto, pero algo le falta, una mujer....o tal vez un hombre. JONATHAN es un hombre de 35 años, tiene una vida maravillosa, una esposa a la cual "ama", un auto dep...