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           —¡Waffles! —Dijo Harry impresionado y observó cómo es que su mamá vertía la miel en ellos.

—¿Te gustan? —Rebecca sonrió al entusiasmo del chico y se sentó frente a él, también para desayunar.

El sonido de un golpe en la ventana hizo que ambos voltearan a verla. Una lechuza café se encontraba del otro lado, la rubia se levantó y tomó lo que tenía que darle y le entregó el dinero.

Desde su visita con los Malfoy, no quería que nada se le escapara del mundo mágico británico, por lo que había contratado los servicios de su periódico más famoso, "El profeta"

Fue en ese momento de distracción que Harry tomó uno de sus waffles y le dio uno a Hades a escondidas de la rubia.

Cuando la mujer volvió a sentarse frente a Harry, este le dedicó una sonrisa de "No rompo ni un plato"

Por lo que estrecho sus ojos e intentó ver alguna travesura que Harry pudo haber hecho, pero al no encontrar nada extraño a su alrededor se concentró en leer el periódico.

En primera plana estaba la imagen del prófugo Sirius Black, al parecer había escapado de Azkaban.

Nadie nunca había escapado de ese lugar por lo que parecía ser un hombre peligroso.

—Parece que el mundo mágico está en caos. —Dijo burlona mientras bebía de su café.

—¿Caos? —Preguntó Harry curioso.

—Nada de qué preocuparnos cariño. —Belmont se encogió de hombros, aquel hombre no le preocupaba.

Está siendo buscado por todo Inglaterra, sería muy difícil para él mantenerse oculto por mucho tiempo.

Unos toques en la puerta hicieron que alzaran la ceja hacia el perro que ya estaba gruñendo hacia la puerta.

En todo el tiempo pasado ahí nunca había recibido visitas, exceptuando a los de servicios infantiles, por lo que le pareció extraño.

Se levantó para abrir la puerta y le sorprendió bastante la persona que estaba detrás de la puerta.

—Hola hermanita. —Henry Belmont estaba justo frente a ella con una pequeña maleta en su mano.

Rebecca no lo pensó dos veces y lo golpeó en el estómago con su puño.

—¿Sabes todo el tiempo que espere por tu maldita respuesta?

Henry se encogió de dolor. —Yo también te extrañe.

Rebecca lo observó detenidamente y solo se hizo a un lado para que pasara.

Henry aceptó la invitación y entró al departamento.

Harry no había terminado de desayunar, pero sentía curiosidad por la persona que estaba en la entrada de su hogar, por lo que junto a Hades se acercó lentamente a la entrada.

El azabache se sentía como en aquellas películas de espionaje, por lo que le hizo una seña de silencio a Hades, quien dejó de mover la cola y observó detenidamente al chico, notando la seriedad en sus facciones.

El infante se movió lentamente hasta llegar al pasillo de la entrada, Hades le hacía segunda yendo detrás de él.

—Me tomó algo de tiempo preparar todo lo que me pediste Becca. —El rubio se quejó. —Al menos deberías de ofrecerme un café.

—No me hagas golpearte de nuevo.

—Tan encantadora como siempre... —Su hermano suspiró y se percató del infante al fondo del pasillo.—¿Él es...?

Harry se pego a la pared y Hades hizo lo mismo en un intento de esconderse al verse descubiertos.

—Ven Harry. —Pidió Rebecca al niño.—Hay alguien que quiere conocerte.

El susodicho se acercó con toda la timidez y cuando finalmente estuvo frente aquel hombre rubio y de ojos azules se sintió algo intimidado por lo que se acercó a Rebecca.

—Hola Harry, mi hermana me ha hablado acerca de ti. —Él habló y se arrodilló a su altura.—Me llamó Henry...

—¿Tio Henry? —El pequeño lo reconoció de las fotografías que Rebecca le había mostrado antes.

—Aww es tan adorable. —Dijo el rubio.— ¿Puedo adoptarlo?

Rebecca puso los ojos en blanco.

—¿Por qué no terminamos de desayunar? Estoy segura que todavía no comes, puedes ponerme al día.

Henry asintió y observó el lugar en el que se estaba quedando su hermana.

—Es algo pequeño, incluso para ti Becca. —Notó el chico. —Oh hasta ya tienes un perro.

El rubio se rio de la expresión de su hermana.

—Ven Harry, tienes que terminar tu desayuno. —El chico siguió a su mamá y observaba curioso al hombre que se paseaba por todo el lugar.

Rebecca había enrollado el periódico y había golpeado en la cabeza a su hermano mayor.

—¿Y eso por que? —Preguntó confundido.

—Estás terminando con mi paciencia, ven a desayunar. —Dijo con tono duro.

Harry observó a su mamá y se prometió que nunca la haría enojar, temía de lo que podría hacerle si estaba golpeando a su tío con el periódico.

—Waffles, mis favoritos. —El rubio sonrió al ver lo que estaban desayunando.

Harry se sentó en la silla y seguía observando al hombre, ya que no estaba del todo acostumbrado a que hubieran más personas a su alrededor.

—¿Y bien? ¿Por qué estás aquí? —Preguntó Rebecca porque en ningún momento le había pedido que viniera.

—Me subí a ese aparato gigante de nomajs. —Henry se estremeció. —Fue horrible, pero fue la única forma en la que papá no se daría cuenta que vine contigo. Está enojado.

—¿Contigo o conmigo?

Henry hizo una mueca al recordar.

—Sabe que estuve con Sean. —Suspiró Henry. —Sabes como se pone, dice que debo de casarme pronto porque soy el heredero.

—Ni que lo digas, me han llegado propuestas también a mi. —Suspiró la rubia. —Todos sangrepura que solo quieren nuestro dinero.

—¿Sangrepura? ¿Cómo Draco? —Preguntó tímidamente Harry.

Fue entonces que ambos hermanos posaron su vista en el infante.

—Sí Harry, pero la pureza de la sangre realmente no importa. —Le dijo.

—Pero al abuelo si le importa. —Sospecho el niño.

Henry se ahogó con su propia bebida y lanzó una carcajada al escuchar al niño. —Por Merlin Rebecca ya lo has convertido en una pequeña versión de ti.

Rebecca rodó los ojos al escuchar las burlas de su hermano.

Harry sonrió orgulloso al escuchar aquello del adulto, dice que se parecía a su mamá.

—Tu vas a limpiar todo el desastre. —Le dijo a su hermano.

Ahora se percataban que no podrían hablar de sus próximos planes con Harry presente, tendrían que esperar hasta que este se durmiera.

⚡️⚡️⚡️

¿Qué tal?

¡Hades es Sirius Black!

¿Cómo piensa que reaccione Rebecca?

¡Henry Belmont finalmente hace aparición!

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