Te extraño.
Es increíble que me haya tomado dos meses finalmente aceptarlo. Y es que, al día te pienso más veces de las que me gustaría, y lo que se me hace increíble es que ni con eso era capaz de aceptar que te echo de menos.
A veces solo imagino qué hay algún momento de tu día o de tu semana en el que piensas en mi. En el que me recuerdas. A veces hasta imagino que me quieres, pero esa es otra historia aún más lejana de la realidad.
En estos últimos días todos los pensamientos sobre ti se resumen a imaginar cómo ha estado tu vida, o cómo me gustaría que estuviera, y casi siempre es de ti siendo tan feliz como siempre lo fuiste. (Tampoco soy tan buena persona, hay ocasiones en las que te imagino pasándola mal).
Hace poco te volví a ver, y dentro de mi sabía que tenía que pretender otra vez que todo estaba bien, que no me afectaba el hecho de que nunca me quisiste. Pero, qué difícil fue. Y no lo logré. Fue una fatídica escena que espero no se vuelva a repetir. Me preguntaste si estaba enojada a lo cual te contesté que no. Y es verdad, no lo estoy, nunca lo he estado, por lo menos no contigo directamente. Probablemente sí haya estado molesta en algún momento, pero no contigo. No, conmigo. Por un tiempo me la pasé molesta conmigo misma, por pensar que podías quererme.
Después, cuando entendí que no me querías, me decía a mi misma que estaba bien, que podía vivir con eso. Pero dentro de mi quedaba esa espina que me decía "tal vez con el tiempo sí te quiera" "tal vez después te agarre cariño" "tal vez", y me aferré a eso. No tienes una idea de lo mucho que me aferré.
Cuando dejamos de vernos, esa parte que aún se aferraba a ti esperaba que quisieras saber de mi. Siempre me repetía a mi misma que yo no te importaba y que estaba bien, pero siempre había algo dentro de mi, que quería que me demostraras que yo estaba equivocada, quería que me demostraras que te importaba, aunque fuera sólo un poco. Pero eso nunca pasó, nunca llamaste, nunca preguntaste por mi, y probablemente nunca ni si quiera pensaste en mi.
No te preocupes, para estos momentos ya tengo claro que nunca me quisiste y que nunca me vas a querer.
Ya lo entendí, la cosa es, que el hecho de que ya lo haya entendido no significa que no me duela.Espero nunca leas esto, no mereces saber todo el daño que me hiciste.