No fue sino hasta el viernes que recibí su mensaje pidiéndome quedarme con él toda la noche, lo odiaba por tardar tanto en escribir, es decir, yo también tenía unas ganas enormes de tenerlo otra vez y ya no podía soportarlo. Mientras me arreglaba mucho antes de la hora acordada pensaba en que excusa le diría a mi madre, no podía seguir diciéndole que iba a la plaza a dar la vuelta, tenía claro que le inventaría que saldría con la misma persona que le dije la vez pasada, pero tendría que decirle que nos íbamos al cine y a desayunar o algo por el estilo porque planeaba quedarme con él hasta más de medio día.
Como mis planes de vengarme seguían en marcha abrí mi closet para ver que atuendo sexy me pondría esta vez, quería algo casual que dijera "no me interesa arreglarme para ti" pero que a la vez gritara "estoy extremadamente sexy, tómame", finalmente me decidí por un pantalón de mezclilla ajustado y una ombliguera rosa que decía "bésame", me maquille lo más precisa y elegante y me recogí el cabello con una coleta, sin mencionar la ropa interior que por supuesto era pequeña y ajustada.
Cuando por fin llego por mí me subí rápidamente a su coche y le pedí que arrancara rápido para que mi madre no tuviera oportunidad de vernos, me acomode un poco en el asiento del copiloto para tratar de no verme por la ventana, el solo me miro divertido y se puso en marcha. Seguía con su insistente platica acerca de todo lo que pasaba en su vida y también seguía sin importarme.
-Dios mío cállate- me dije a mi misma, por favor no me involucres en tu vida porque aquí el enamorado tienes que ser tu.
-Te ves muy guapa hoy Sofia- lo escuche decir de repente sacándome de mis pensamientos
-Gracias, no me arregle mucho- mentí
-No lo necesitas, eres muy guapa con o sin maquillaje, a mi me gustas así- sonrió y yo solo asentí con mi cabeza
Veníamos escuchando música del año del caldo, pero si algo pude notar es que todas decían algo como "te extraño" "te quiero" y cuando empecé a escuchar a Luis Miguel pensé "es caso perdido". Pero no fue tanto la música lo que me llamó la atención, fue darme cuenta de que muy en el fondo él era un niño y él estaba buscando alguien a quien querer y quien lo quisiera, estaba solo, y creo que a nadie le gusta eso.
Cuando llegamos quise que las cosas fueran diferentes, quise jugar con él, coquetearle, despertar ese deseo que yo sabía él tenía encerrado todo el trayecto. Jugué con su mirada y cada que el intentaba darme un beso yo me quitaba y le daba uno cerca de la boca. Me pasé así casi 10 minutos hasta que sin darme cuenta terminé parada frente a su cama, el me abrazo por detrás y me susurró al oído
-Te deseo-
-Vaya, hoy estas algo diferente-jugué un poco con sus manos
-Te extrañe mucho, andabas muy perdida-
-Tu fuiste el que tardaste en escribir, en realidad solo nos vemos cuando tu escribes-
-Pues ya estamos aquí ¿no? disfrútalo-
Yo ya no podía más, mis ganas eran más fuertes que nunca, sentía como el fuego recorría todo mi cuerpo y deje que esta vez sus labios se encontraran con los míos. Nos besamos lentamente, era perfecto ver como nuestros labios seguían encontrándose de manera especial. Esta vez parecía que él se conformaba con besarme y tocarme por encima de la ropa y yo estaba realmente cómoda y excitada. Sentí como sus manos se deslizaron por debajo de mi playera y llegaron al broche de mi brassier, sentía como le costaba un poco de trabajo así que tuve que detenerme a ayudarle a quitarlo mientras él se quitaba el suéter gris que tanto me gusta y su playera. ¿Mencione antes que se veía realmente bien?
Cuando nuestros cuerpos no podían aguantar más el deseo de volver a estar juntos, la ropa salió volando mientras nosotros repetíamos el acto del viernes pasado. Me extrañó realmente que me doliera más que la vez anterior, esta vez le rogué para que no se moviera mientras me acostumbraba. Él tomó mi rostro y me besó tiernamente, parecía que no le importaba tanto mi petición solo quería seguir mientras yo me relajaba y me acostumbraba a sentirlo dentro de mí. No pasó mucho tiempo para que sucediera y así pudimos continuar con nuestro acto, mis gemidos eran más fuertes y vaya que extrañaba sentirlo dentro de mí, Dios que rico era, el sí sabía cómo hacerme tocar el cielo.
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Mi primera vez
Teen FictionElla estaba nerviosa, acaso era tan excitante como en las peliculas? o tan doloroso como las revistas decían? Sofia ya no quería tener miedo, quería hacerlo ahora, con el. Sólo había una condición para hacerlo...NO TE ENAMORES