Capitulo 7

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Una vez en casa nos ponemos en la terraza a comer las pizzas. Están muy buenas, después nos tumbamos en las amacas y mientras escuchamos música miramos las estrellas.

Una hora después quedamos en que mañana iremos en moto por Fuengirola, poco después se van a sus casas

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Una hora después quedamos en que mañana iremos en moto por Fuengirola, poco después se van a sus casas.
En la noche mientras duermo unos ruidos me despiertan, pero recuerdo que estoy sola, empiezo a sudar y a ponerme nerviosa, tengo miedo y no se que hacer, mis padres no vuelven hasta mañana por la tarde. Y si ha entrado alguien y si... no se tengo miedo, me asomo a la ventana pero las luces de la casa de Mateo están apagadas.

NARRA MATEO
El timbre de mi teléfono me despierta, miro la hora y son las 3:30 a.m, es una llamada de Ada.
Mateo: Diga
Ada: Mateo no sé si alguien ha entrado a mi casa.
Mateo: porque piensas eso
Ada: porque estoy escuchando ruidos en la planta de abajo.
Mateo: No bajes
Ada: ¿Podrías venir?
Mateo: Enseguida voy
Ada: Miedo bajar, coge la llave que hay debajo del felpudo.
Mateo: Vale, ahora nos vemos
Cuando llego a la casa, antes de coger la llave del felpudo la puerta está abierta, entro con cuidado y cuando cierro la puerta tras de mi, se abalanza sobre mi un tipo con pasamontañas

(Imagínate que el de blanco es un ladron)
NARRA ADA
Estoy en el piso de arriba, escucho la puerta y también gritos. Cuando bajo me encuentro a Mateo tirado en el suelo con golpes por toda la cara, está sangrando.
Ada: Mateoo/gritó tropezándome mientras bajo las escaleras.
Mateo: Estoy bien
Ada:Ven vamos a curarte/ digo agarrándole de la mano y dirigiéndome al cuarto de baño.
Se sienta en la tapa del inodoro, cojo el botiquín y le curo, detengo el algodón en su labio, nos quedamos mirándonos, ninguno de los dos aparta la mirada, él se levanta de la tapa, de forma que tengo que levantar la cabeza para mirarle a los ojos, me coje de la cintura, se va acercando cada vez más a mi hasta que nuestros labios se encuentran

Se sienta en la tapa del inodoro, cojo el botiquín y le curo, detengo el algodón en su labio, nos quedamos mirándonos, ninguno de los dos aparta la mirada, él se levanta de la tapa, de forma que tengo que levantar la cabeza para mirarle a los ...

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