Parte 3:

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 ✼

Tanjiro se aseguró de haber empacado todo por última vez, tomando a panqueques del sofá de la sala de estar para guardarlo en el transportador.

Era lo único que le faltaba de su vida con Giyuu.

Camino con su maleta y su gato en mano, deteniéndose en la entrada de la puerta, observando el departamento que albergaba tantos recuerdos felices.

Debería dejar una nota, era lo menos que se merecía el soldado por esos dos años juntos, algo que no revelara mucho, simplemente que le comunicara que ya no estaría.

Dejo su maleta y su gato en el suelo y camino hacia la cocina, tomando el blog de notas que Giyuu siempre tenía cerca.

Sus manos temblaban al escribir.

"Debo irme, lo lamento mucho, no me busques, siempre te amare"

Soltó la pluma como si le quemara, sus labios temblaban conteniendo las lágrimas, humedeciendo y nublando sus ojos, por fin dejo salir el primer sollozo.

Pego la nota al refrigerador y corrió de regreso a sus cosas, si se quedaba más tiempo sabía que se arrepentiría y ya había tomado una decisión.

Bajo las escaleras hacia el taxi que ya lo esperaba, entrego sus pertenencias al conductor y subió al vehículo.

— A la estación de autobuses — murmuro con las palabras apretadas.

Observo el hermoso paisaje de la playa por la ventanilla del coche recorrer, llorando en silencio, derramando lagrimas amargas, ahogándose en su agonía.

Cuando el chofer aparco en la central, Zenitsu lo esperaba impaciente, con su cara llena de aflicción y consternación.

— ¿Estás seguro de esto Tanjiro? Giyuu también es el padre, merece saber que tendrá un hijo — el rubio, ni bien dejaba bajar sus cosas cuando ya lo trataba de convencer.

— Tome una decisión Zenitsu — jalo su maleta de mala gana.

— Una precipitada, Giyuu es un buen hombre, no dejes que unas simples palabras definan lo que sientes por el — era persistente, tenía razón, pero no se quedaría a averiguar si cambiaba de opinión.

— Si no me vas apoyar, vete — graznó de mal humor.

El rubio mantuvo la boca cerrada en todo momento después de eso.

Tanjiro recordó que tenía que hacer una cosa más antes de irse, desbloqueando su teléfono, fue directo a whatsapp, entrando a la conversación de Shinobu.

"Me voy, respeta mi decisión y manten el secreto de Giyuu"

Casi al instante se vio en visto, no espero respuesta, apagó el aparato, tirándolo en el bote de la basura de un zarpazo, sabía que no se mantendría mucho tiempo fuera del alcance de la mujer, después de todo era buena buscando lo que fuera de quien fuera, pero aun así se aseguraría de no sufrir al mirar los cientos de llamadas que Giyuu le haría.

Abrazo a su amigo rubio y prometió estar siempre en contacto, enseñando siempre el crecimiento de su retoño, y de su vida en su pequeño pueblo.

Lo último que vio al despedirse agitando su mano por la ventana fue la cabellera rubia alejándose.

Suspiro acomodándose en su asiento, esperando su nueva vida.

El invierno era gélido y helado, la nieve blanca y esponjosa como algodón de azúcar, cubría todas las superficies como un manto que abriga, se veían deliciosa.

Palmeras en la nieve ⌠GiyuuTan⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora