Capitulo II

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Al caer la noche me encontraba caminando de lado a lado en mi habitación esperando a que Yang Mi apareciera con la respuesta de los Min, sentía una mezcla de emociones estaba ansiosa pero a la vez con miedo

Mucho miedo...

Si mi padre llega a atraparme ahora si no me dejara volver a salir pero esta vez para siempre y ahi si lo conocería enojado, unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos y me acerque a esta rápidamente para ver de quien se trataba.

- ¿Quien es? -Pregunte en voz baja-

- Yo -Dijo Yang Mi despacio-

- Enseguida -Le abrí la puerta y la deje pasar, cerrando la puerta detrás de ella no sin antes echar un vistazo de que no hubiera nadie cerca- Bueno y ¿Que te dijeron? -Dije emocionada volteando a verla-

- Me dijeron que no tenían problema en ayudarle pero... -Hizo una pausa- Hay una cosita que no les dije -Dijo con una mueca-

- ¿Que cosa? -Pregunte-

- No les he dicho que se trataba usted -Tomó un mechón de su cabello nerviosa-

- ¿Como que no les dijiste que se trataba de mi? -Dije confundida-

- No les dije que se trataba de la princesa pero... se darán cuenta apenas la veam -Dijo preocupada-

- Mimi no te preocupes, te juro que asumiré toda la responsabilidad si llegan a encontrarme -Tome su hombro y le di una sonrisa para calmarla-

- Se que usted no dirá nada pero... no puedo evitar preocuparme, la familia Min son muy buenas personas -Sentandose en mi cama y yo la seguí- Pero eso no quita de que sean nobis y que si su padre se entera no se que podría pasarles -Suspiro-

- Se esto es difícil para ti Mimi porque son personas que aprecias pero yo necesito de tu ayuda, así que por favor ayudame -Junte mis manos en forma de suplica nuevamente-

- Ya le había dicho que la ayudaría y voy a cumplir mi palabra pero debemos salir ahora aprovechando de que el rey se encuentra en su alcoba descansando -Hizo un ademán con su mano haciendo alusión a que saliera de la habitación-

- Dame un minuto -Corrí a mi closet-

- _____, ¿Que busca? -Dijo y salí del closet con unos cuantos vestidos- ¿Por que lleva sus vestidos? - Dijo confundida mientras volvía a entrar al closet-

- Puedo necesitarlos -Dije mientras volvia con una tela para poder transportar los vestidos más fácilmente-

- Esta bien pero dese prisa -Dijo saliendo de la habitación y yo tome mis cosas para salir detrás de ella pero ella me detuvo- Espere, no puede salir del templo vestida así -Me miró y apunto mi ropa de arriba a abajo-

- ¿Que tiene de malo mi vestuario? -Dije estirar mis brazos para ver si había alguna imperfección en mi atuendo-

- Su vestuario no tiene nada de malo ______ pero si no quiere ser reconocida deberá cambiarse -Junto sus manos frente a su pecho-

- Pero no tengo nada que me haga pasar desapercibida -Hice una mueca y la miré pero se me ocurrió una idea inmediatamente- ¿Podrías prestarme alguno de tus atuendos?

- ¿Algo mío? -Me vio sorprendida-

- Si, algo tuyo -Le sonreí-

- Esta bien vamos a mi alcoba -Dijo mientras comenzaba a caminar y yo la seguía-

Llegamos a su alcoba la cual solo contaba con un closet ya que Yang Mi se iba a su casa después de terminar sus tareas, si algo descabellado para ser mi dama real pero ella tiene familia y unos lindos niños los cuales necesitan de su madre. Ella se adentro al closet a buscar alguno de los atuendos que ella mantenía en ese closet y me dio uno en particular.

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