Narra Candela
Desperté, e inmediatamente sentí un gran dolor en mi hombro. Me ardía de una forma exagerada. Solté un quejido al sentir un paño húmedo tocar mi herida. El líquido hizo que me escociera aún más de lo que ya lo hacía.
—Hola bella durmiente— dijo mi padre a mi lado. Él era el que curaba mi herida.
Miré a mi alrededor. Estaba tumbada en el sillón de mi casa. Sentada en el otro extremo de la sala estaba la chica nueva, parecía muy confusa y preocupada. Los demás iban de un lado a otro de la casa cogiendo cosas y metiéndolas en mochilas y maletas.
—¿A dónde vamos?— pregunté.
—Este ya no es un lugar seguro.— dijo mi padre—nos vamos a la cabaña del bosque, a la que íbamos con tu madre cuando eras pequeña, ahí estaremos seguros de momento.
—Ya está todo listo— dijo Rai dirigiéndose a mi padre.
—Ok, pues saldremos enseguida.— respondió.
Me puse de pie con cuidado y me dirigí hacia la salida.
Narra Laura
En ese momento estaba increiblemente confundida, no entendía nada. Lo único que sé es que estábamos en la casa del doctor Simons y que estábamos escapando de gente armada. Mi cabeza era un completo lío.
—¿Estas lista?,— dijo la voz del niño que me había sacado de mi habitación del hospital. — nos iremos en breve.— añadió.
—Sí, pero ¿a dónde vamos? ¿Quiénes sois? ¿Quiénes eran los que...—
—Tranquila, tranquila,—dijo interrumpiéndome— vamos a un lugar seguro, responderemos tus preguntas en el viaje.— aclar— Ahhhh..., por cierto me llamo Samuel, pero todos me llaman Sam— dijo como presentación rápida.
—Encantada, yo soy Laura.— respondí con una sonrrisa.
—Un placer.—acertó a decir.
Narra Rai
Terminamos de empacar todo lo que pudimos y salimos hacia el garaje, donde estaba la caravana de Simons. Cargamos todas las bolsas en la parte trasera y en los cajones de los laterales.
Era una caravana bastante grande, la cual utilizábamos para ir de vacaciones o de acampada. Tenía una pequeña sala de estar con un pequeño sillón-cama y un televisor, una especie de cocina muy básica justo al lado, y al final dos literas pequeñas. Además en la parte delantera estaban el asiento del conductor, el del copiloto y detrás de estos había otros tres asientos que se podían girar hacia el salón. Teníamos suficiente sitio para todos.
Ayudé a Alex y a Sam a traer las últimas cosas al vehículo.
Vi a Candela y a Simons venir junto con la chica explicándole algo sobre el viaje. Me acerqué a ellos.
—¿Qué tal estás?— le pregunté a Candela—
—Mejor— respondió. e toqué la cabeza con cariño, aunque ela fuera mayor, yo seguía siendo más alto.
— Ya está todo listo para irnos.— le dije Simons. Este no respondió, pero me dió una pequeña palmadita en la espalda y se dirigió hacia la cabina del automóvil.
Yo me monté y me senté en uno de los asientos que había detras de Simons mientras los demás subían y se acomodaban en el vehículo.
Una vez estuvimos todos en la caravana, el doctor abrió la puerta del garaje y salimos por las calles hasta llegar a la autopista.
ESTÁS LEYENDO
Elements
Fiksi IlmiahImagina que las historias de ciencia ficción donde hay personas con habilidades increíbles son reales. Esto es lo que les ocurre a este grupo de jóvenes, tienen habilidades que les hacen poderosos, y a la vista de algunos únicos y peligrosos. Esto...