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Una fuerte sirena por las bocinas del área general nos despertó a todos muy alarmados, Max corrió a mi cama y lo tomé de la mano para ir a la sala donde corrimos junto a mi madre al área de encuentro. No veía a Ángel por ningún lado y a Liant mucho menos pero supuse era por la cantidad de gente acumulada. Luego de muchísimo minutos en ardua espera salió ésta vez un hombre, alto, rubio, como de revista.
—Lamentó las situaciones tan alarmantes en las que han tenido que presentarse aquí... -Hizo una breve pausa y suspiro como buscando las palabras exactas que decir. —Lamentó decirles que hemos encontrado un cuerpo en el bosque.
Esas palabras nos afectaron a todos pero creo que no más que a mi madre, que comenzó a llorar automáticamente, ella no sabía quién era pero su mente colmada en horror asumía que era su esposo. Todo se volvió un ambiente de pánico y pidieron a todos que por favor se mantuvieran en sus cabañas mientras se investigaba el terrible accidente.
Nada más, nadie sabía nada más, al menos el sexo de la persona encontrada porque no eso fue revelado. Al parecer nadie había reportado ninguna desaparición pero la cercanía que tenía este cuerpo con el lugar hacía que la preocupación aumentara rápidamente.

Mi mamá se encontraba en la sala, casi petrificada en el sofá con la manís en su cabeza, llorando muchísimos por momentos y en otros solo se queda viendo un punto fijo. Yo no sabía el por qué de su pelea y mucho menos preguntaría que sucedía pero estaba a punto de enterarme... Sonó la puerta de la cabaña y estaban dos hombre y una mujer detrás de ella, al parecer trabajan para éste sitio.
—Señora, buenas noches, ¿usted es Amanda Seels? -Mencionaba la chica mientras leía una carta atención. —Sí. -Dijo mi madre con miedo en sus palabras. —Lamentó informarle el cuerpo que ha sido encontrado a metros del área es de su esposo, Humbert Seels. -Dijo la señorita mientras se acercaba a mi madre tomándola en sus brazos porque ya se había desplomado completamente.
Yo no sabía que hacer, no sabía que pensar y mucho menos que decir, sólo pensaba en el pequeño Max que dormía plácidamente en su habitación y tendría que despertar de un sueño para entrar en la pesadilla real.
—Podrá verlo mañana al amanecer, lo tenemos en el centro médico del área. -Dijo uno de los hombres mientras llevaba a mi madre a posarse en el sofá. —Lo siento mucho.
Y así sin más, comenzaba el verdadero caos.

-

Al amanecer ya todos estábamos listos, solo esperábamos que vinieran a buscarnos. Muchas dudas en mi surgían, ¿que le habría pasado? Porque de por sí estaba lejos de su auto, no había llaves ni nada... faltaba ver el cuerpo y las causas de su muerte.
Al llegar no había casi nadie en el sitio, los mismos que fueron ayer a casa y otras dos personas más, al parecer de las mismas personas variaban las responsabilidades. Llegamos al lugar y el cuerpo de Humbert estaba cubierto con una manta blanca, mi madre inmediatamente se puso a su lado y el doctor a cargo quito toda la manta, para nuestra sorpresa no tenia ni un rasguño, ni heridas de bala ni mucho menos o más, lo que era raro es que tenia sus puños aún apretados.
—De qué murió? -Dijo mi madre con las pocas fuerzas que le quedaban intentado no romper en llanto. El doctor limpio su frente y negó con la cabeza. —Pues no lo sabemos, no soy doctor calificado para hacer una autopsia pero superficialmente no muestra rastros de... -Buscaba tal vez alguna palabra diplomática correcta. —Rastros de nada, no lo sé. -Se encogió de hombro mientras miraba el cuerpo. Mi madre respiro profundo y comenzó a preguntar como no sabía nada, cómo no tenía idea de esto, de que sucedía... tuvieron que sacarnos y fuimos a la sala junto a Max, el ya lo sabía pero claramente no lo permitían ver el cuerpo. —No pude despedirme de mi padre. -Dijo el mientras tomaba mi mano fuerte. No supe que decir. Max era muy fuerte y solo lloraba por las noche, asumió de forma madura lo que sucedía.
Desde ese día no hubo más respuestas pero queríamos, la queríamos y yo las querías y sobretodo por Max.

No había comunicaciones con el exterior, ni por parte de nosotros y también nos enteramos que los encargados tampoco las tenían, al día siguiente saldría un grupo de organizadores a la cuidad principal a intentar averiguar algo, alguna señal pero como dije, sólo esto era el comienzo.

Trip... {h.s}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora