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- Ha, chicos. Ya hemos terminado al fin~.- Chilló diane dejándose caer en el suelo.

- No pensé que pudiera cansarme tanto, apuesto a que la señorita merlín lo hubiese hecho en un instante.- Dijo elizabeth limpiando las gotas de sudor en su frente.

- A lo mejor sí, pero al menos lo hemos hecho.- Animó el hada con una pequeña sonrisa. Junto a él se encontraba la pequeña ___, quién dormía de una manera muy aguada sobre su almohadón.

- ¡Debemos celebrar con unas cervezas!, se han esforzado mucho, chicos.- Gritó ban desde la barra, en el mostrador ya se encontraban unos cuantos jarrones servidos y el primero en llegar a por uno de ellos fue meliodas.

- Ya me lo merecía.-Alegó alegremente el encantador rubio- había olvidado lo agotador que era trabajar colocando bloques de cemento.

- ¡Y grandes troncos partidos a la mitad!.- Exclamó diane.

- No olviden quién limpió el suelo, cerdos.- Agregó hawk avanzando hacia su platillo de sobras, para allí, finalmente devorarlo.

- Bueno ya, ¿qué están celebrando?.- El eco de una voz se hizo presente en la taberna. Todos sabían ya de quién se trataba, y cuándo se hizo presente junto a la marioneta fue más que obvio.

- Hemos arreglado la pared que elaine destruyó.- Informó ban- bueno, ellos lo han hecho.- Señaló a los pecados, y a las dos muchachas.

- Uhm ya, al parecer ___ está muy agotada.- Dijo en voz baja, pero lo suficientemente audible- me la llevaré conmigo, quiero revisar algunas cosas.

- Aguarda un momento.- Ban se acercó a ella con bastante rapidez- ¿Qué se supone que debes revisar?, ella está bien.

- Sé que está herida por el inconveniente, a lo mejor y tiene algunas costillas rotas, o algún daño en su espina dorsal, solo me encargaré de reparar el daño.- Respondió con calma chasqueando sus dedos. Al hacerlo, la durmiente apareció junto a ella.- nos veremos mañana, pasen una linda noche.

Se despidió, y junto a ella se llevó a ___.

Ya en el laboratorio, merlín se encargó de recostar a la muchacha sobre una cama formada por pequeñas raciones de magia

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Ya en el laboratorio, merlín se encargó de recostar a la muchacha sobre una cama formada por pequeñas raciones de magia.

Fue sorprendente, pero luego de que el cuerpo de ___ tocara la tela del colchón, este se aferró a su piel. Introduciéndose lentamente hasta que al final no quedó nada.

Tal y como lo supuso el pecado de la gula; el cuerpo sin vida de la chica servía bastante para absorber poderes mágicos. Inclusive podría utilizarse para métodos bastantes malignos. Esperaba en sí que la muchacha nunca se fijase en su habilidad, y que mucho menos se relacionase con personas de pinta extraña. Pues si aquello llegase a suceder, sería un gran problema para los pecados, y no sólo para ellos.

Al llegar la mañana siguiente fue como todas las demás, a diferencia de una sola cosa.

El cuerpo de ___ demandaba bastante fuerza, y energía. U claramente, no se trataba de descansar durante 8hrs o más, ya que como muchos sabemos por medio a ello, podemos recuperar fuerzas; pero, este no era el caso.

- ¿Eh?, ¿dónde estoy?.- Se preguntó estrujando sus ojos, con un poco de dificultad pudo visualizar los cabellos negros de la mujer que se encontraba unos pasos delante de ella.

- Buen día, ___.- Saludó entonces la mujer de prendas exageradamente delicadas.

- ¿Ah?, pero si eres la chica de cabello negro, m-me...me..-

- Merlín, -Aclaró- me alegra que hayas despertado. Los demás deben estar esperando a por ti.

- ¿Los demás?, ¿hablas de los pecados y la princesa?.- Cuestionó algo confusa.

- Uhum, - Asintió- vamos allá, tengo que hablar algo con el capitán.

Dijo aquello último, y sin esperar respuesta chasqueó sus dedos.

De una manera un poco extraña al parecer de ___, reaparecieron en la taberna. A su vista fue como una simple distorsión entre el espacio, y el tiempo. Pero, había algo más, y eso le provocaba algo de curiosidad.

- ¡___!.- Exclamó ban, avanzando a su dirección con rapidez.

- ¡He, aquí estoy!.- Chilló con una gran sonrisa, recibiendo al albino en sus brazos.

- ¿Cómo te sientes?, -Preguntó, mostrando en demasía su preocupación- ¿te duele algo?, ¿tienes hambre?.

- Nada de eso ban, estoy bien.- Respondió alegre, prontamente los demás pecados se hicieron presentes.

- ___, que bueno verte.- Agregó harlequin, bostezando.

- ¿Cómo te ha ido con merlín?.- Cuestionó diane, acercándose a ellos.

- Me ha ido bien, gracias por preguntar.- Respondió, unos segundos más tarde se acercó gowther.

- Hola, ___.- Dijo aquello ladeando su cabeza.

- ¡Hola, gowther!.- Dijo alegre, finalmente separándose de su mejor amigo.

- Sate, sate, sate. ¿Por qué tanta alegría?.- Cuestionó un animado rubio, entrando a la sala. Tras él, venía elizabeth.

- ¡Buenos días a todos!.- Exclamó la albina, esbozando una gran sonrisa.

- Capitán, tengo que hablar con usted.- Informó la de negro con rapidez, y antes de dirigirse a él le entregó un pequeño frasco con ciertas semillas a diane- necesitas medicarte, el efecto pasa en 48hrs y lo sabes perfectamente.

- Informó la de negro con rapidez, y antes de dirigirse a él le entregó un pequeño frasco con ciertas semillas a diane- necesitas medicarte, el efecto pasa en 48hrs y lo sabes perfectamente

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- ¿Estás segura de lo que dices?, ¿no crees que solo fue algún tipo de ilusión o algo?.- Cuestionó el muchacho bastante dudoso, tan solo le era difícil creer que el cuerpo de dicha protagonista era capaz de tal cosa.

- He probado con objetos de distinto nivel y, material, -recalcó- es la primera vez que lo hago con un cuerpo humano.

- Pero, ¿cómo es que su cuerpo pudo mantenerse durante tanto tiempo?, me resulta extraño...

- ¿De cuánto estamos hablando?.- Cuestionó.

- De algunos 37 años, sino mal recuerdo, ella me había dicho que la última vez que vió a ban seguía siendo un niño.- Dijo aquello tomando un sorbo de su jarrón de cerveza.

- Es imposible que un cuerpo humano tenga esa durabilidad, el caso sería distinto si fuese un hada. Que sería lo más lógico hasta ahora.-

- ¿Encontraste su cuerpo directamente o algún objeto con su esencia?.- Preguntó el muchacho, finalmente colocándose de pie.

- Encontré un medallón entre unas cenizas, me imagino que su cuerpo se resguardo en él. Ya que sabemos que una esencia no dura más de 2 semanas.-

- Entonces deberíamos averiguarlo, de una manera u otra, hace ya un tiempo que me enfrenté a un mandamiento, y no pienso arriesgar a elizabeth llevando una caja de poder conmigo.- Culminó la charla, soltando un suspiro.

- Haré lo que esté en mis manos, capitán.-

Voy a protegerte. «Meliodas x tú.» EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora