Epilogo

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Cuatro meses después

Mean

Ayer volví a casa después de dos meses de trabajo sin un descanso más que para dormir algo así como cuatro o cinco horas diarias.

Tanto tiempo y despertar hoy en mi cama puedo decir que es un placer del que quiero disfrutar por un largo periodo de tiempo. Y lo haré por supuesto porque oficialmente desde hoy estoy de vacaciones.

Hace unos minutos que me he despertado, siendo las diez de la mañana. El frio otoñal se cuela por, como puedo ver, la puerta abierta de mi habitación. Sentándome en la cama, arrastrando mi cuerpo hasta la esquina de la misma, me pongo en pie, llegando descalzo hasta la puerta de la misma.

Bajando las escaleras me dirijo a la cocina dispuesto a desayunar algo aunque sea un poco tarde para ello, acostumbrado a desayunar a eso de las seis o siete de la mañana por trabajar desde las nueve de la mañana a diario.

Ahora puedo dormir por más tiempo y desayunar sobre esta hora.

Entrando en la cocina, el olor dulce de las tortitas que sobre la mesa humean, siendo estas hace poco preparadas, me acerco hasta donde se encuentra el responsable de tal delicia, abrazándole por la cintura, dejando un beso en el hueco de su cuello, sonriendo en el momento en que una queja sale por su parte.

— Buenos días a ti también —deposito otro beso en su cuello —¿por qué no has dormido un poco más?

— Ya he dormido demasiado por dos meses —le miro al igual que él a mi —quiero dormir las horas necesarias y despertarme antes que tu lo hagas para prepararte el desayuno y aprovechar el día. Además yo si tengo que trabajar.

— Deberías tomarte unas vacaciones —niega mientras llena dos vasos de zumo —eres el dueño y no te aprovechas de ello.

— No por ser el dueño tengo porque hacerlo —le quito los vasos, dejándolos en la mesa —como se nota que los actores pueden tener una buena vida sin remordimientos.

— ¿Buena vida? —me siento al igual que Plann —me he pasado dos meses trabajando sin parar, privándome de descansos por ello y preocupado cada minuto porque tu estuvieses bien. Los dos meses que estuviste en coma no me moví de tu lado y perdí oportunidades que me daban igual aunque fuesen importantes. Plann amor mio, mi vida, mi todo, tu eres un rey y vives la vida de uno en comparación y me gusta que sea así quitando el tiempo que estuviste en coma. Odie a ese idiota por ello cada día que no te despertabas.

— No recordemos eso ya —su mano descansa sobre la mia —Kitiwhut ya no nos molestará de ninguna forma y mis padres menos. Me ha costado asumir que fuesen expulsados del país tras lo ocurrido pero lo acepto y ahora estamos bien y juntos.

Viéndole llevarse un pedazo de tortitas a la boca, masticarlas y manchar la comisura de sus labios de sirope, me hace pensar en ello, aceptar que tiene razón, que después de todo estamos juntos, sin sus padres molestando, sin esa Samy que alguna vez la vimos y no nos dijo nada aunque en un principio tratase de disculparse.

Todas las respuestas por sus disculpas fueron negativas por nuestra parte, ignorándola.

Su hermano tampoco nos volvió a molestar, más que nada porque tras esa caída que él mismo provocó, y debido a todos los daños, a los pocos días de ser los dos ingresados no pudo soportar todo el daño que su cuerpo y sus órganos sufrieron y falleció.

No fuimos a su funeral, no fui más bien, porque Plann estaba demasiado delicado como para moverse aunque me dijo que quería ir antes de caer en coma debido a las lesiones que necesitaban de cirugía.

No entenderé porque pero ese día llevé un ramo de flores en su nombre, solo por sellar ese capitulo de nuestras vidas y poder vivir, como ahora, en paz.

— No lo recordaré más pero prometeme una cosa.

Plann me mira fijamente, tragando la segunda ronda de tortitas, con la curiosidad reflejada en sus ojos.

Cogiendo su servilleta, acercándola a sus labios que limpio de chocolate, me dispongo a decirle lo que quiero que me prometa.

— Nunca me abandones aunque un día, como sucedió hace no tanto, olvides por un momento quien soy —un nudo se forma en mi garganta y mi pecho —me dolió mucho que me olvidases de nuevo aunque lo comprendí. Te amo Plann y nunca dejaré de hacerlo. Necesito saber que si eso pasa estarás a mi lado y me dejarás cuidarte.

Plann, dejando sus cubiertos, poniéndose en pie después de arrastrar su silla hacia atrás, se acerca a mi hasta sentarse en mis piernas.

Sus labios, pillándome desprevenido, saben a chocolate como puedo notar nada más se posan sobre los míos.

Cerrando los ojos correspondo al beso que mi novio ha iniciado, notando mi corazón latir a mil por hora, abrazándole cuando la unión de nuestros labios ya no es así, aún con los ojos cerrados.

— Te lo prometo Mean —susurra cerca de mi oreja, sintiendo su aliento —te prometo mi amor, mi vida, que más allá de cuanto pase siempre estaremos juntos.

                                    **FIN**

Ha llegado a su fin esta historia por completo desde la primera parte hasta Más allá de... Espero de corazón que os haya gustado y quiero agradecer por todo el apoyo que he recibido tanto en la primera parte como en esta siendo la continuación. Muchas gracias de verdad y disfrutar de la maratón que es el fin de esta historia y con todo mi cariño he hecho para vuestro disfrute :D

MÁS ALLÁ DE...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora