Mean
Desde que me fui a casa dejando a Plann en la suya he ocupado mi tiempo en cosas sin sentido pero que me han ayudado a distraerme y no salir corriendo. Plann quería ocuparse solo en ese encuentro con el idiota ese que solo quiere alejarle para que ni recuerde, ni acabe a mi lado aún no recordando.
De eso ha pasado bastante ya y encontrarme, después de salir de la ducha, con una llamada suya solo ha aumentado los nervios en mi, atrayendo hacia mi ideas de algo malo que le haya podido pasar.
Le he llamado y no he obtenido respuesta en ninguna de esas llamadas.
Ahora, encontrándome desde hace unos minutos en la calle, recorro la distancia hasta su casa, no siendo tan largo.
Voces.
Mirando al frente escucho varias voces.
Deteniéndome antes de completar la vuelta para entrar en esta calle, viéndoles perfectamente, de la casa de Plann alcanzo a ver como su madre, un hombre algo mayor que supongo será su padre y Kitiwhut junto a esa otra mujer salen de la misma, juntos, claramente estandolo también en su única intención de separarnos, de atraer a Plann a una vida que no merece vivir llena esta del amargor que esos cuatro pueden hacerte sentir con tan solo su presencia.
Viéndoles alejarse, escuchándoles aún hablar, me dispongo a recorrer la distancia que me separa de ellos, deteniéndome en mi intención al sentir mi móvil vibrar en el bolsillo de mi pantalón.
Quedándome donde estoy respondo, firme, sin paciencia ni calma, frunciendo el ceño viendo como la madre de Plann se ha dado cuenta de mi presencia, manteniéndose con su mirada puesta en mi en todo momento.
— Mean soy Perth —de fondo escucho ruidos y voces que no reconozco —Mark me ha llamado porque se ha encontrado a tu novio. Plann se ha desmayado y su estado no es bueno. Estamos en el hospital.
Doy fin a la llamada, sin responder ni con una palabra siquiera.
Mis pies vuelven a moverse, acercándome a esta odiosa mujer que me mira con una arrogante sonrisa.
— ¿Estará feliz no? —no pienso callarme ni una sola palabra —agredir a su hijo. ¿Para qué? ¿Pretende que acabe en coma de nuevo y así poder seguir manipulándole? ¿Sabe qué? No voy a permitir que vaya con él. Plann está a salvo de sus asquerosas manos y ahora quien va a estar a su lado, cuidarle y darle la vida que realmente se merece soy yo. Olvídese de que tiene un hijo porque no se lo merece siquiera.
Dicho eso y satisfecho una vez más por plantar cara, esta vez mis pasos son rápidos, aunque caminando tarde bastante. Alejándome lo suficiente para que no me sigan y sepan donde se encuentra Plann, me detengo, esperando solo unos minutos después de llamar, subiéndome a un taxi que me lleva al hospital.
Pagando por el viaje, bajándome ahora, entro al hospital donde demasiados pacientes se encuentran a la espera de ser atendidos.
Ni rastro de Perth entre todos ellos.
— ¡Mean!
Girándome le veo, acercándome en pocos pasos, permitiendo que abrace mi tenso cuerpo. Imitando su acción veo a su espalda a Gun y Mark, fijándome en las manos llenas de sangre de Mark.
— Esa sangre..
— Es suya si —responde mirando sus manos —tenia una herida en la cabeza. El doctor que le atiende dice que no es grave pero me ha recordado en cuanto me ha visto.
— ¿Plann te ha recordado? —le sostengo ahora por los hombros —¿te ha dicho algo de mi o de lo que le ha pasado?
Mark niega, sabiendo ahora que tan solo Plann ha sido capaz de recordar que le conoce.
— Es un avance por suerte —asiento ante las palabras de Perth —quizá cuando te vea tiene algún recuerdo que tan solo pueda compartir de esa forma.
Tal vez si sea así. O tal vez no.
Arrastrando mis pies hasta una de las sillas que veo cerca me dejo caer, estirando mis piernas, cubriendo agotado, por todo lo que pasa, mi cara, gruñendo contra las palmas de mis manos, harto de todo esto.
Quinta vez que miro la hora en mi móvil.
Perth y yo somos los únicos que quedamos en el hospital porque ya es de noche y Mark y Gun tenían que irse. No me parecía mala idea que se fuesen porque, aunque Plann sea parte de la vida de ellos también, no harán nada más que privarse de descansar pudiendo saber cuando nosotros sepamos algo sobre él y su estado.
Lo cual parece que será en una eternidad que podamos saberlo.
— Seguro que pronto nos dicen algo Mean —un doctor entra en la sala donde nos encontramos —o quizá ahora, ese es el doctor que le atendió.
— Usted debe de ser Mean —asiento poniéndome en pie —acompáñenme pero les advierto que está alterado y le hemos tenido que sedar para calmarle.
No me extraña que esté alterado.
Siguiendo al doctor, recordando como hace años recorría el pasillo de otro hospital por la misma persona, con la misma presión en mi corazón, llegamos hasta una habitación donde esta vez no tengo que encerrarme.
Entrando con permiso del doctor incluso noto el ambiente completamente distinto.
Esta vez no tengo que temer si Plann me reconoce o no. Tampoco que su madre me atrape o no porque no se lo permitiría.
Solo tengo que preocuparme por lo que veo frente a mi, alertándome al ver a Plann arrojar lo que más cerca tiene contra el suelo antes de fijar su atención en mi.
Acercándome tan solo puedo abrazarle, aunque sus manos estén dejando golpes sin fuerza en mi espalda, sus ojos, sus lágrimas empapando una vez más mi ropa mientras su cuerpo se agita entre mis brazos.
— Estoy aquí Plann —le abrazo de mejor forma —y no pienso volver a irme. Te prometo que no me iré nunca más de tu lado.
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MÁS ALLÁ DE...
Fanfic*Ese momento no firmo nuestro final* *Historia completamente mia. Prohibidas copias y adaptaciones* *Continuacíon de ¿Dónde está mi novio? que espero que os guste :) *