Ambos novios regresaron a la sala donde Dorian estaba sentado tranquilamente, Eduardo le estiro el vaso con agua y el lo tomo tímido
-Gra..gracias- habla el pequeño
-Bueno pequeño, que tal si nos dices algunas cosas ¿Esta bien?- Eduardo se sienta en la mesa de centro que estaba en el centro de la sala, mientras que Martín se queda parado viendo al niño el cual asintió
-¿Cuantos años tienes?- comienza Eduardo
-Di..dieciséis-
Los dos hombres se miraron entre si, el chico parecía mas joven que eso, pero no le dieron tanta importancia y continuaron con el interrogatorio
-¿Que hacías en la calle?- pregunta Martín y ambos ven como Dorian se pone nervioso jugado con sus dedos
-Ehmm.. mm.. eh- balbucea el chico
-Te escapaste de tu casa- aseguro Martín asiendo que Dorian guardara silencio
-Sabes que debemos llamar a tus padres ¿verdad?-
El chico levanto la vista y en su mirada se podía ver que estaba asustado, segundos después comenzó a llorar dejando confundido a los novios
-No...no le llamen yo..yo me voy ya pe...pero no le llamen- hablo entre sollozos
Eduardo se paro de donde estaba para sentarse al lado del pequeño y abrazarlo, Dorian se acerco mas a el ocultando su carita en su cuello donde el podía escuchar mas llanto, Martín intercambiaban miradas con su novio
Cuando Dorian se calmo un poco aun soltaba pequeños sollozos
-Puedes llamar a alguien- Martín estiro su mano donde tenia su celular
Dorian lo tomo entre sus manos temblorosas y marco el numero de Armando, el era su única esperanza, el teléfono sonó, un timbre, dos timbres, tres timbres y fue directo al buzón
Eso hizo que se mordiera el labio inferior que temblaba para no soltar un sollozo mas fuerte
-No..no me contesto, pero ya me voy- se tallo el rostro con sus manitas -mu...muchas gracias
Se puso de pie dirigiéndose a la salida, bajo las miradas de los hombres
-Espera pequeño- hablo Eduardo
Dorian se voltea a verlo
-Quédate esta noche- continuo, Martín abrió los ojos muy grande los ojos se acerco al oído se su novio
-¿Como que se quede? Nos puede robar algo-
-Es un niño, no voy a dejar que salga a la calle solo a esta hora- susurro Eduardo solo para que su novio lo escuchara
-No quiero mole..lestarlos-
-No es molestia pequeño, ya mañana veremos que hacemos- se acerco al pequeño tomando su mano -¿Tienes hambre?
Dorian negó con la cabeza, pero en ese momento su estomago hizo un sonido de hambre haciendo que se sonrojara, llevo la mayo parte del día corriendo por las calles para que su padre no lo encontrara
Eduardo rió un poco por eso
-Mira, ese es el baño, ve a lavarte las manos- apunto a una puerta, Dorian asintió y fue al baño
-Serviré la cena- hablo Martín con mal humor yendo a la cocina
Eduardo coloco la mesa y se quedo parado fuera del baño esperando al chico, después de unos minutos Dorian salio de el, le estiro la mano para que la tomara y lo encamino a la mesa
La mesa era muy grande para que solo comieran dos personas todos los días y ahora tres, Eduardo y Martín se sentaban frente a frente en las sillas de las esquinas, así que este sentó a Dorian en la silla que estaba en el medio de ellos