Dorian salio del baño, ya tenia el mismo pantalón que traía puesto el día que llego, sobre la cama vio una playera y como no estaba ahí cuando entro supuso que era la que Martín le había dejado
Era una manga larga, lo cual agradeció ya que no se mirarían sus brazos con moretones, era amarilla, a el le encantaba ese color, se la puso, le quedaba grande pero no tanto como la que uso para dormir
El olor del desayuno llego a el, el nunca desayunaba pero ese era lo mejor que haya olido en su vida, camino tímidamente por la casa, bajo las escaleras y miro a Martín sentado en la mesa, traía sus lentes y sostenía el periódico mientras lo leía
Martín alzo la mirada cuando escucho ruido en las escaleras encontrándose con el menor
-Ven a sentarte-
Dorian camino rápidamente a cumplir la orden que le habían dado. Eduardo salio de la cocina
-Buenos días Dorian- saludo al menor
-Bue..buenos días- respondió
Todos se sentaron a comer el desayuno en silencio hasta que fue roto por Eduardo
-Dorian, estuvimos hablando y como creo que no tienes nada para ir a la escuela ahora deberíamos ir a tu casa y hablar con tu padre primero
Dorian tembló al escuchar que mencionaron a su padre, pero aun así asintió temeroso
El desayuno paso rápido y cuando menos lo esperaban ya estaban los tres en el auto, Martín conducía, Eduardo estaba en el asiento de copiloto y Dorian estaba en el asiento trasero
-Ponte el cinturón- hablo Martín
Dorian no sabia como se ponía, nunca tuvo la necesidad de aprender porque su padre no lo llevaba casi a ningún lado, Eduardo vio por el espejo al menor y se voltio para ayudarlo y abrocharle el cinturón, el pequeño se ruborizo por eso
Dorian dio la dirección de la casa y ya estaban en camino, mientras mas se acercaban el tenia mas miedo y temblaba mas
-Llegamos- anuncio Martín
Los mayores bajaron primero y Eduardo abrió la puerta de atrás para desabrochar el cinturón y que Dorian bajara
Caminaron a la entrada, Eduardo tomaba la mano de Dorian, se miraba como el niño temblaba, Martín toco el timbre, se escucharon algunos ruidos adentro y la puerta fue abierta
-¿Si?- hablo el hombre
-Buenos días señor, venimos a hablar sobre su hijo- comenzó Martín y eso provoco que el hombre viera a Dorian quien trataba de ocultarse detrás de Eduardo
-Ahí estas idiota, no sabes lo que te espera- se abalanzo pero fue detenido por Martín
-Venimos a hablar tranquilamente-
El hombre se hizo al lado con una mueca en su rostro dejando pasar a los tres. La casa estaba hecha un desorden, había botellas vacías por toda la casa
-Sentado- hablo hacia Dorian quien rápidamente se tiro al suelo sentándose viendo sus manos sobre su regazo, los dos chicos lo vieron un pocos confundidos -¿De que quieren hablar?- hablo a los chicos
-Vinimos a hablar sobre Dorian- hablo Martín
-¿Que hizo ese estúpido ahora?- miro a Dorian en el suelo -¡Tu a tu habitación!-
Dorian salio corriendo y al ver eso Eduardo hablo enojado
-No es la forma de tratar a su hijo
-No me vengas a decir como educarlo- se acerco a Eduardo pero Martín se puso entre los dos -me dirán que es lo que hizo o ya se van-
-Ayer Dorian se quedo con nosotros- menciono Martín
-Aparte de inútil salio marica- dijo con desagrado
-Sin ofensas- hablo Eduardo
-No me importa lo que digan ustedes, ahorita se irán y ese mocoso tendrá su merecido-
-No lo dejaremos aquí con usted- confronto Eduardo
-No hay otra opción marica
-Todos nos calmamos- hablo Martín al ver alterados a ambos se acerco al oído de su novio para susurrarle -ve con Dorian yo me encargo de esto
Eduardo aun indeciso fue hacia la dirección donde había corrido el niño, miro una puerta entre abierta la cual tenia muchas cerraduras y solo espero que esa no fuera la habitación del menor. Empujo levemente la puerta, examino la habitación encontrándose con Dorian en la esquina, con su rostro entre sus piernas
-Ay cariño- se acerco a el arrodillándose a su lado
Levanto la cara la cual estaba roja con lagrimas y se lanzo a sus brazos
-Tranquilo- le susurraba tratando se que se calmara y dejara de llorar
Gracias a las que comenzaron a seguirme