El carro se estaciono en la casa de los mayores y ahora seria el nuevo hogar del pequeño, Eduardo bajo lentamente y desabrocho el cinturón de seguridad del menor
-Bajemos las cosas rápido que necesitamos ir a la oficina- hablo Martín
Martín trabajaba en la compañía de su padre, Eduardo aplico para un puesto de abogado en esta y así se conocieron
Eduardo entro a la casa sosteniendo la mano de Dorian y justo detrás entro Martín con las cosas del menor
-¿Iras ahora a la oficina?- pregunto Martín
-Cancele la cita que tenia así que no- se dan un pequeño corto beso
-Tratare de llegar temprano- Martín sale de la casa
-Bueno Dorian iremos a acomodar tus cosas ¿esta bien?
El pequeño asintió y ambos subieron sus bolsas, solo que esta vez al lado opuesta a la otra donde se había quedado
-Creo que ahora tu habitación sera esta porque la nuestra esta frente a ella- apunto a la puerta frente a la que estaban
Abrieron la puerta, era casi idéntica a ala otra habitación solo que las cosas estaban acomodadas del lado contrario
-¿Te gusta?- pregunto amable Eduardo
-Si...si señor- hablo despacio
-Oye no me digas señor, no estoy tan viejo- rió tratando de sacarle una sonrisa a Dorian
-Lo si..siento- hablo nuevamente el menor
-No tienes porque disculparte pequeño, que te parece si me dices Eduardo o Edu- pensó un poco -también puede ser Eddy ¿de acuerdo?
Dorian asintió
-Con palabras bebe- Dorian se sonrojo al escuchar la forma en que lo había llamado
-Esta bien Eddy
-Bueno entonces comencemos a acomodar todo
Y así se les fue el tiempo, mientras Eduardo trataba de sacarle platica al menor se hizo la hora de comida aunque se percataron al escuchar la puerta principal ser abierta
-Amor ya llegue- se escucho el grito de Martín
-Creo que se nos fue el tiempo, bajemos- estiro su mano hacia Dorian y el la tomo alegre
Bajaron las escaleras encontrándose a Martín sentado en la sala
-Hola amor- le dio un corto beso
Miro a su novio de la mano del menor
-Hola Dorian- le dio una sonrisa
-Ho..hola- saludo el menor
-¿Y que es lo que hicieron ahora?-
-Nos pasamos todo el día arreglando la habitación de Dorian- hablo alegre Eduardo soltando la mano del niño para que se sentara al lado de Martín -¿Que te parece si vamos a comer?-
-Lo que quieran los chicos- Martín se puso de pie
-Pequeño, ¿Que se te antoja?- hablo Eduardo
El menor levanto los hombros dando a entender que no sabia agachando la mirada y los mayores intercambiaron miradas
-¿Que te parece unas hamburguesas?- pregunto Martín tratando de animado
El pequeño levanto la mirada y sonrió, y Eduardo estuvo seguro que siempre quería que esos ojos estuvieran así, con alegría e ilusión