3. Incondicional.

181 17 8
                                    

Baekhyun nunca imaginó que su vida cambiaría en tan poco tiempo.

Es hijo de dos hombres que le dieron todo el amor del universo. Se esmeraron en criar a un niño honesto y lleno de alegría. Al ser hijo único, fue el centro de atención de sus queridos padres.

Tuvo que ingresar a una universidad, cuando no estaba seguro de si ese era realmente su deseo, porque siempre le repetían que solo quieren lo mejor para su futuro.

—Necesitas un título universitario para que puedas sobrevivir en el mundo laboral, bebé. Pero sabes que siempre te apoyaremos en tus proyectos. Esto es por tu bien.

Cumplieron su palabra. Baekhyun asistía paralelamente a clases de repostería. Amaba hornear con sus padres, creando nuevas recetas o dándole su propio toque a los dulces tradicionales.

Fueron buenos tiempos, que se convirtieron en mejores cuando lo conoció.

Recuerda perfectamente ese día. Estaba llevando pastelitos en cajas muy bonitas que permitían ver el interior y mientras atravesaba rápidamente el jardín principal de la universidad, alguien se interpuso en su camino.

—E-eh... ¿Se te ofrece algo?

—H-hola... —rascó suavemente su nuca y continuó hablando— Disculpa que te interrumpa y moleste, pero... no pude evitar fijarme en los dulces que llevas ahí... ¿Están a la venta?

—M-mmm bueno, en realidad los traje para mis compañeros, pero supongo que te puedo vender uno.

—¡Genial! —sus ojos se iluminaron— P-por cierto, soy Chanyeol.

—Byun Baekhyun, mucho gusto. —le dio una pequeña sonrisa— ¿Cuál desearás?

Baekhyun vio la sonrisa más brillante que existe en el universo cuando el otro muchacho recibió su pastelito. Inconscientemente deseó seguir siendo la razón detrás de esa expresión.

Solía compartir lo que horneaba, pero nunca nadie había lucido tan ilusionado por comer lo que sus manos eran capaces de crear. Aquel día Chanyeol no solo recibió un dulce por parte de Baekhyun, se llevó también una parte muy pequeñita del corazón del lindo chico.

Pasaron semanas y no volvió a encontrarse con el alto de hermosa sonrisa. Lamentaba mucho no haberle pedido más información; tal vez al menos sabiendo qué carrera estaba estudiando se le podría hacer más fácil tener un "encuentro casual". Todos esos días llevaba consigo una porción extra de lo que sea que haya decidido preparar, pues deseaba que el muchacho siga deleitándose con sus postres.

Lo vio en muchas ocasiones, siempre cargaba con cajitas de delicioso olor y no le fue difícil inferir que el muchacho se dedicaba a la repostería. Sus ojos lo encontraban sin querer, empezó a verlo en los pasillos, en la biblioteca o en calles cercanas a la universidad.

Estaba seguro de que no era un acosador, podía jurar que todas esas veces que se dedicó a mirarlo de lejos, no tenía ni la menor idea de que el chico iba a pasar por ahí. ¡No sabía ni su nombre!

Un deseo sincero nacía en su corazón, quería hablarle.

Le tomó un poco de tiempo poder armarse de valor y detenerlo para conversar; pero supo que todo el dilema mental valió la pena cuando conoció su nombre, probó lo que preparó y pudo ver de cerca una pequeña sonrisa en su rostro.

Chanyeol no creía en las casualidades. Él consideraba que absolutamente todo tenía una razón de ser y por eso se encontraba muy agradecido de por fin haber tenido la oportunidad de hablarle al chico de los dulces.

He needs a baby. [SuLay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora