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Nico di Angelo.
Estar lejos de un lugar por mucho tiempo, cambia cosas, te cambia a ti. Descubres que el mundo sigue, incluso cuando tú no estás, y eso te llevará a decidir si es bueno o es malo.
Hace un año y medio, no le tomé importan...
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Nico Di Angelo.
Había pasado una semana de aquella "Noches de chicos" y no podía negar que lo había pasado bien. Pero seguían dándome vueltas algunas cosas por la cabeza.
Como por ejemplo, la idea de Leo de traer a Calipso de vuelta. O la extraña confusión que tenían Jason y Frank respecto a sus novias. Y es algo que realmente no puedo entender. ¿Cómo se puede llegar a aquellos extremos por amor?
El hijo de Hefesto, daría su vida por la chica que ama. Viajará meses solo para volver a estar juntos, incluso aunque ella no quiera volverlo a ver, lo hará, porque la ama. Por otro lado están mis amigos romanos con un alboroto en su cabeza, que los hace preguntarse si lo que hacen está bien, de igual forma, las aman con locura. Entonces ¿Por qué dejarías a alguien si lo amas con todas tus fuerzas?
Es eso lo que me pregunto día a día. Es la inseguridad que me hace querer abandonar este campamento, porque realmente no sé si sea capaz de volver a soportar una perdida, ya sea voluntaria o no.
En el inframundo todo era más fácil. No tienes conocimiento de nada. Si es de día o de noche, que mes es. Nada importa allí, ya todos están muertos, no tienen nada que perder.
Y quizá eso era lo que me estaba pasando. Me estaba convirtiendo en algo más muerto que vivo. Pasar tanto tiempo allí abajo afecta a la cabeza.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos leves golpes en la puerta.
Me puse solo un pantalón antes de abrir la puerta. Suponía que debía ser Jason, quien me vendría a molestar pronto para ir a entrenar.
-¿No crees que es muy temp...?-la pregunta se quedó en el aire cuando me percate de quien era. Cerré de un portazo, corrí hacia mi cama para sacar una camiseta y volví a abrir la puerta.- Hazel no está, se fue con Frank a no sé qué parte.
-Lo sé.-respondió Malika.- En realidad, vine a verte a ti.
Okay, esto se está poniendo raro. No es que ahora nos lleváramos tan mal como antes, pero aun así no somos amigos como para ir a buscar al otro a su cabaña.
