Capitulo ocho.

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Gulf caminaba tranquilamente al consultorio del Dr. Supassit, esta vez el tiene el tiempo necesario para llegar, ya que no necesito masturbarse antes de salir, había soñado de nuevo con Mew pero esta vez se pudo solucionar pensando en otra cosa, así que no fue cosa por la cual preocuparse.

Las fantasías o sueños que había tenido con el castaño se habían vuelto frecuentes y no le estaba gustando para nada. Una de las pocas veces de las que había vuelto a tener relaciones con Mild lo había llamado Mew, el había explicado que estaba pensando en la consulta a la que debe ir mañana.

El de rizos cerro la puerta del lugar luego de entrar y saludo con simpatía a la secretaria de su psicólogo, esta le dio el permiso a entrar al consultorio después de unos minutos y el entro. Detrás de su escritorio estaba Mew sentado, esta vez llevaba lentes y Gulf creía que se veía precioso con ellos.

—Creo que ya tengo la solución a tu problema, deberíamos intentar cambiar tu adicción, antes de conocer a Mild tenias una adicción al sexo ¿no?-Mew elevo ambas cejas en cuestionamiento y Gulf asintió como respuesta.—Bueno, podrías cambiar el sexo por otra cosa.

El rostro del de rizos se deformo por completo. El amaba el sexo, no creía que podría cambiarlo por otra cosa. —¡No quiero dejar de tener sexo! —Casi gritó.

Mew rió bajo. —No lo harás, solo dejaras de pensar en tenerlo todo el tiempo.

—Fácil, solo menciona que Mild tiene el pene chico y dejare de querer sexo.—Gulf hizo una seña con una de sus manos, indicando que era algo obvio.

Mew negó con un movimiento de cabeza. —No, si no pensaras tanto en sexo como lo haces no te importaría tanto el tamaño del pene de tu novio, pero eso...

Pero Gulf dejó de escuchar...

>>—Gulf, acércate.

El de rizos asintió confundido y obedeció levantándose de su asiento y rodeando el escritorio que lo separaba del castaño. El de ojos negros solo quedo mirándolo por varios minutos hasta que el rizado se sobresalto por la mano de este en su trasero, atino a alejarse pero el otro se adelanto e hizo mas presión con su mano sobre su culo, empujándolo levemente hacia el escritorio.

—Inclínate.— Le ordeno y aun confundido volvió a obedecer, recostando su abdomen sobre la madera del escritorio y dejando su trasero en alto para Mew.

Sintió como la mano de su psicólogo se movió por su culo pero rápidamente, fue hasta la parte delantera de su cuerpo y comenzó a desprender su pantalón, cuando lo logro lo bajo hasta las rodillas lentamente, dejándolo solo en ropa interior. Tanteo con avidez sobre su miembro y bolas. Gulf soltaba leves gemidos y su respiración estaba bastante agitada, movió su pelvis hacia adelante, intentando buscar más contacto de la mano de Mew pero a este no le gustó para nada.

—Quieto. —Le susurró cerca del oído de forma autoritaria y de golpe pegó sus cuerpos, apoyando su erección contra el trasero ajeno.

El azabache mordió el lóbulo de la oreja del de rizos, alejando su mano del miembro del chico, la llevo hasta la cinturilla de su boxer y comenzó a descenderlo por las piernas de este hasta la altura de sus rodillas. El de ojos marrones movió su cadera, haciendo que su bulto haga más fricción con el trasero, ahora desnudo de Gulf, este soltó un fuerte gemido y se acomodo mejor sobre la mesa, tomando con sus manos la otra punta de esta.

El Dr. Supassit sonrió victorioso al escuchar el gemido de otro chico y comenzó a bajarse su propio pantalón con cierta rapidez, cuando lo hizo prosiguió con su ropa interior. Ya completamente sin ropa, abrió uno de los cajones de su escritorio y tomo de este un lubricante, empapo su pene con el, el azabache no creía que hacia falta prepararlo, así luego de haber lubricado su miembro lo suficiente agarro con sus manos ambas mejillas del culo del de rizos y las separó, y con un movimiento pelvico, un tanto brusco, penetro al de rizos, este soltó un fuerte gemido.

Luego de varios segundos de haber estado quieto dentro de el empezó a embestirlo con fuerza y rapidez. El cuerpo del de rizos chocaba de una forma excitante y violenta contra la madera del escritorio del  azabache.

—Mew, si— La voz del de rizos sonó ronca y el si salió mas como un gemido que como una palabra entendible.

—Suena que estás muy interesado en hablar sobre tu infancia. —Mew soltó una risa, intentando sonar como que el gemido del de rizos no le había afectado pero su miembro no intentaba fingir aquello, ya que se estaba poniendo duro dentro de sus pantalones.

El de rizos se altero al darse cuenta que tenia una gran erección y que  había dicho en voz alta lo que pensó que solo se quedaría en su imaginación.

—¿Sobre mi infancia?— Gulf frunció el ceño, ladeando un poco la cabeza. Su pene no estaba poniéndose duro, este ya lo estaba y desde hace ya un tiempo.

—Claro ¡Te acabo de decir que quizás tu adicción al sexo la haya provocado algo que te sucedió en la infancia!

—Perdón, es que no te preste atención. —El de rizos corrió la mirada y se removió en su lugar incomodo, nervioso y muy excitado.

A Short Penis [MewGulf]Where stories live. Discover now