Capitulo 23

161 5 0
                                    

Zayn podía sentir su carne sensibilizada en formas que él nunca había esperado. Él no podía entenderlo, no podía explicarlo. Paseaba fuera del dormitorio de _____ después de su regreso al campamento, arrastrando una mano por su pelo mientras luchaba contra el loco impulso de entrar violentamente en su ducha y tomarla donde estaba. Él necesitaba su polla enterrada en su calor, y lo necesitaba ahora.
Sacudió la cabeza; aun después de ese primer beso no había sido como esto. Lo estaba consumiendo, una compulsión urgente, un deseo distinto a cualquier cosa que él hubiera conocido hasta este momento. Él trataba de justificar la sensación por el hecho de que ellos casi habían muerto en esas malditas cuevas más temprano, pero no había ninguna lógica en eso. No había ningún modo de explicar la oleada repentina de lujuria que ardía más brillante, más caliente que nada que él hubiera conocido antes.
Dios los ayudara a ambos si ella tenía alguna intención de negársele, porque él no creía poder dejarla. Él supo que no podía negar el hambre por ella. La podía saborear en su lengua, podía desear ardientemente la sensación de ella contra su carne.
Él encogió sus anchos, desnudos hombros; la caricia del aire generado sobre su carne lo hizo sobresaltarse por la sensación. Maldita sea, un hombre no debería ser tan sensible.
La ducha se cerró y él se tensó, preparado. La podía imaginar, su carne toda resbaladiza y mojada, cremosa y rosada y más tentadora que cualquier cosa que él conociera. Él todavía recordaba la sensación de ella en esa cueva. Su beso había sabido más delicado, el sabor de la hormona llenando sus sentidos mientras peleaba por mantener de alguna forma la cordura. Su polla todavía había estado dura cuando salió de ella. Aun después de derramarse dentro de ella con una violencia de la que no había sabido que un hombre fuera capaz, él todavía necesitaba más de ella.
Se alejó de la puerta del cuarto de baño, caminando arriba y abajo por el piso, tratando de encontrar un sentido a sus emociones y a las extrañas sensaciones que lo atravesaban. Deseaba tanto… Cosas que nunca había pensado antes, nunca considerado.
Demonios, la amaba. Esa era la única cosa que había sido siempre una constante en su vida, pero estaba comenzando a sentir como si el calor del apareamiento y el sexo fuera todo lo que los uniera. Y ese era el punto crucial del asunto. Se sobresaltó ante el conocimiento. Había vivido para vengarla todos estos años, había peleado para encontrar justicia para la mujer que pensaba que había perdido, sólo para sentir su mundo iluminarse otra vez cuando la encontró. Él no había permitido que su confianza fuera mellada por su cólera o su fingido odio. No había dejado que su resentimiento lo convenciera. Ella le pertenecía, con toda el alma.
- Demonios - Se sentó en la silla en la esquina del cuarto y apoyó sus codos en las rodillas mientras se cubría la cara con las manos. ¿Por qué no lo había advertido antes? ¿Por qué no había visto qué estaba ocurriendo?
- Te advertí que había poca satisfacción en tomarme, Zayn - ______ estaba en la puerta, una toalla cubriendo su ágil cuerpo, su largo pelo húmedo enmarcando su cara taciturna.
Él hizo una mueca por sus palabras, irguiendo y girando rápidamente su cabeza mientras la miraba y, por primera vez, él la vio. Sus hombros estaban apretados defensivamente, sus ojos cautelosos, siempre vigilantes.
- ¿Está el calor disminuyendo para ti? - Le preguntó.
Ella se encogió de hombros negligentemente - Está en sus últimas fases.-
- ¿Has visto al doctor? - Él sabía que no lo había hecho.
- Todavía no. Iré por la mañana - Le aseguró, una débil confusión notándose en su expresión.
- Le has dicho a Taber que irías esta noche - Le recordó - Te acompañaré a la consulta por la mañana.-
Él se puso en pie, repentinamente cansado. A pesar de la excitación que lo estaba volviendo loco y el hambre que carcomía su alma, se sintió viejo. Sacudiendo la cabeza, se dirigió a la puerta y la abrió lentamente.
- ¿Zayn?-
Él hizo una pausa, manteniéndose de espaldas a ella, sabiendo que si la miraba iría hacia ella, la tocaría, la tomaría. Y una vez más la verdad lo comería vivo.
- ¿Sí, nena? - Él mantuvo su voz suave, esperando que escondiera su pena.
- ¿No vas a quedarte? - Preguntó ella, su tono igualmente suave, aunque confundido.
Él hizo una profunda, fuerte inspiración - No esta noche, ______. Si me necesitas, sabes dónde encontrarme.-
El silencio detrás de él fue más fuerte que lo que la furia pudo haber sido. Él golpeó ligeramente su puño contra el marco de la puerta mientras se pateaba mentalmente. Demonios, él había hecho más de un lío de esto desde la primera vez.
- Buenas noches, _____.- 
Dejó su dormitorio, ignorando su excitación, el dolor partiendo su pecho, y se dio cuenta que quizá el amor que había visto en ella tanto tiempo atrás verdaderamente había muerto.
______ clavó los ojos en la puerta perpleja. ¿Qué diablos había ocurrido? ¿Se había él golpeado la cabeza durante la explosión anterior? ¿Y qué diablos quiso decir con que ella sabía dónde encontrarlo? ¿Desde cuándo esperaba él que ella lo buscara? Él había estado sentado sobre su culo desde que la encontrara en Sandy Hook, nunca aflojando y malditamente seguro, nunca rindiéndose.
Ella puso sus manos en sus caderas, más confundida ahora de lo que alguna vez hubiera estado. Había olido su excitación, más caliente, más demandante que nunca. Y él simplemente se había marchado, alejándose.
Ella se apartó de él; apartando la toalla de su cuerpo la tiró al cuarto de baño antes de cubrirse con un caftán largo y salir de su cuarto tranquilamente. Bajó suavemente las escaleras, guiada por las voces de Callan y Merinus en la cocina y la necesidad de consejo. No era algo que habitualmente buscara. Había tratado, durante años, de cargar a Callan lo menos posible con sus problemas, sabiendo que la protección de la Manada era lo más importante.
- Hola, ______, pensé que te habías retirado por esta noche - Merinus sonrió mientras sorbía un vaso de leche fría.
______ la miró con una débil sonrisa.
- Veo que has encontrado las Oreos que Zayn pasó a escondidas a Cassie.-
Merinus lanzó una sonrisa conspiradora - Supe que lo haría. Zayn me ha guardado galletas toda mi vida.-
______ frunció el ceño mientras miraba a Callan.
- ¿Por qué no le compras tú sus galletas? No eres exactamente pobre, lo sabes.-
Callan sonrió abiertamente mientras se recostaba sobre su silla, sus dedos jugando con el pelo de su esposa mientras miraba a su hermana.
- Le complace dárselas y le permite retener un sentimiento de posesividad. ¿Por qué se lo quitaría? Zayn la ha protegido toda su vida, cuidó de ella, aun ahora. No tengo problemas con las galletas - Callan se encogió de hombros descuidadamente.
______ miró a su hermano de forma extraña - Pero ella es tu esposa - Recalcó ella - Tu responsabilidad.-
Los ojos de Callan se estrecharon pensativamente por un momento. Él era su amado hermano mayor, pero ella pudo ver por qué Merinus había sido incapaz de resistirse una vez que ella vio su foto. Era excepcionalmente guapo en una ruda forma. Pómulos altos, cara estrecha, salvaje. Labios sensuales. Tenía el molde de un león en su cara, pero no le quitaba mérito a su aspecto en nada.
- Lo es – Asintió - Pero Zayn fue una parte de su vida primero. Y por más tiempo. ¿Por qué debería resentirme o interferir en la relación que él aprecia tanto?-
Merinus no había dicho nada. Ella sumergió su oreo plácidamente en el vaso de leche y miró a _____ con ojos que eran demasiado conocedores.
______ se encogió de hombros - Sólo era por curiosidad.-
- Tú nunca eres sólo curiosa, ______ - Reflexionó él - ¿Cuál es el problema? Tú estás todavía en celo, pero estás aquí haciéndome preguntas en vez de pasar tu tiempo unida a tu compañero.-
Ella quedó quieta, parpadeando confundida - Es sexual…-
Callan suspiró pesadamente.
- ______ - Sacudió la cabeza - No discutiré tus opiniones contigo, aunque disienta totalmente. El celo no es sólo físico, ya te lo he advertido.-
Lo había hecho. Él le había enseñado sobre vínculos emocionales, físicos y espirituales. No había tenido sentido entonces, y no lo tenía ahora.
Ella curvó su hombro mientras caminaba hacia las puertas que se dirigían a la protegida gruta exterior.
- ¿Dónde está Zayn? - Preguntó Merinus casualmente, aunque _____ podía oír el indicio de cólera calentando su voz.
Ella se encogió de hombros - En su cuarto, creo.-
- Y tú estás aquí, ¿Por qué…? - Preguntó Merinus - ¿Qué sucedió?-
Ella se volvió hacia ellos, frunciendo el ceño confundida.
- No sé. Salí del cuarto de baño y él parecía… Melancólico… Casi triste, como si el peso en sus hombros fuese demasiado pesado de soportar. Asumí que el celo era la causa y le recordé que le había advertido de las consecuencias - Ella miró a su hermano - Él simplemente se marchó, Callan. No puedo entender por qué él simplemente se marchó.-
Callan hizo una mueca.
- Zayn es diferente, _____. Tú no lo puedes tratar como si fuera yo, o uno de los otros. De muchas formas, su vida ha sido muy dura, sus cicatrices internas son tan profundas como las exteriores. Quizá deberías preguntarle.-
- Él no se lo contaría a ella - Dijo Merinus en ese momento, reclinándose en su silla y colocando sus manos sobre su abdomen distendido.
_____ le frunció el ceño - ¿Por qué no?-
- Porque tú deberías saber. Tú lo conoces mejor de lo que piensas, _____. Sólo estás tratando de negar que lo haces - Merinus se encogió de hombros mientras sus manos acariciaban el vestido maternal azul claro de algodón que usaba - Además, si él pensara que no sabías cuál era el problema, no habría dudado en decírtelo.-
- ¿Se supone que tengo que leer su mente ahora? - Gruñó _____ - El hombre es el varón más exasperante y confuso que alguna vez he encontrado en mi vida, Merinus. ¿Cómo se supone que debo saber qué hay en su cerebro?-
Él iba a volverla loca.
- El cerebro de Zayn no es por lo que deberías estar preocupada - Le aseguró Merinus - Por la forma que dices que él estaba actuando, lo has lastimado, ____. Por algún motivo, lo has lastimado profundamente.-
La emoción brilló intensamente en los ojos de la otra mujer, un brillo de lágrimas que causó que el corazón de ____ se apretara. En todas sus conversaciones acerca de Zayn, Merinus nunca derramó lágrimas. ¿Por qué lo hacía ahora?
- ¿Cómo pude lastimarlo? - Ella abrió sus manos, confundida - No hice nada, Merinus.-
La mirada de Merinus fue dura, fría.
- Evidentemente has hecho algo. Derrotaste a Zayn. Y hasta ahora, podría haber jurado que nadie podría - Con la ayuda de su compañero ella se levantó, su mirada fija en _____ - Si pierdo a mi hermano porque eres condenadamente terca para admitir la verdad ante ti misma, nunca te perdonaré. Recuerda eso, cuñada - Ella se inclinó y besó a Callan ligeramente - Ven pronto a la cama. Te extraño cuando no estás allí.-
Él tocó su cara. Fue un gesto curiosamente tierno, las puntas de sus dedos sobre su mejilla como si él disfrutara el toque de su piel.
- Te amo, nena - Murmuró él.
- Y yo te amo a ti - Los dedos de Merinus se arrastraron sobre su hombro mientras se alejaba bamboleándose y se dirigía hacia el ascensor en el vestíbulo fuera de la cocina.
- Pareces confundida, _____ - Gruñó Callan mientras se levantaba de la mesa, recogiendo el platito y el vaso de Merinus y llevándoselos al fregadero.
______ se encogió de hombros. Zayn a menudo extendía la mano para tocarla como Merinus hacía con Callan. Una suave, gentil caricia. Una afirmación que él estaba realmente con ella.
Su mirada se llenaba de admiración mientras las puntas de sus dedos alcanzaban su mejilla. Ella se sobresaltó por el recuerdo tal como se sobresaltó cuando él la trató de tocarla así. No porque ella no quisiera que lo hiciera, sino porque cada vez que él lo hacía, algo se suavizaba en su interior. Algo que la hacía más hambrienta, que la hacía necesitarlo más.
- ¿Cómo sabes que es amor y no solamente química? - Murmuró ella mientras se frotaba los brazos, mirando a su hermano mientras enjuagaba el vaso y el plato de su esposa y los metía en el lavaplatos - Simplemente podría ser el calor, Callan - Le dijo desesperadamente - ¿Qué ocurre cuando se desvanece?-
- El calor se va, ______, tú sabes eso - Le recriminó él - Tu cuerpo está tratando de decirte lo que tu corazón y tu mente ya han aceptado. Sólo que eres demasiado terca para escucharlo.-
Ella lo miró casi boquiabierta.
- ¿Cómo puedes decirme eso? Callan, esto no es obstinación - Dijo tratando de esconder el dolor que sus palabras le causaron; es más, ella trataba de esconderse de la sensación de que sus palabras eran verdaderas, que explotó en su pecho.
Él se apoyó contra la encimera.
- Él es un hombre duro. Un pelmazo donde los haya. Pero es un buen hombre, ______. Y a pesar de sus sarcasmos y sus burlas, le muestra a la gente que considera suya cuánto le importa en la única forma en que sabe hacerlo. Diciéndote a ti misma que no lo amas no ayudará. Sé que lo amas. Lo he sabido desde la primera vez que los vi juntos. Tal vez deberías aceptarlo ahora.-

Besos Ardientes (Zayn&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora