Confesiones Inesperadas.
33 Horas Desaparecidos.
— ¿Y bien? ¿No hablaran? o el ratón finalmente les comió la lengua — espeto impaciente porque alguno de los dos inútiles hable.
— ¿Que diablos haces aquí Cassidy?— por fin habla la castaña pero su tono de voz no me agrada asi que enarco una ceja y la observo fijamente.
— A mi no me hablaras así, extranjera. Una simple llamada puede terminar con todo el teatro que se han montado ustedes tres— se observan entre ellos al oír que menciono a tres y no a dos.— ¿Realmente pensaron que no lo iba a saber? No soy Carla, sospecho de todo mi entorno. Ya nada me sorprende.
Ante su silencio, tomo asiento en uno de los sofás cubiertos de plástico bajo la mirada de el par. A los minutos mi paciencia depende de un hilo y levantándome, enfrento a ambos chicos fijando mi mirada en ellos.
— Si esto llega a salir mal, no solo Carla y su familia se hundirán, ustedes también. Ya no estamos en un juego de niños y ambos lo saben — Samuel aprieta su mandíbula al escuchar el nombre de mi adorada prima. Pues bien idiota que es, el imbécil se enamoro de la manzana maldita.— Encubrir un asesinato no es lo mas grave que han echo los Roson, también los llevan a cabo. Así que para evitar estar a tres metros bajo tierra, es mejor que me escuchen y presten atención ahora.
Actualidad.
Un golpe en la puerta de mi habitación llama mi atención, dejo a un lado los informes que estaba haciendo y justo entra Carla a la habitación. Su elegante atuendo me sorprende pues no pensé que fuese a salir luego de llegar de Las Encinas.
— Anda vale, levántate y vístete mas guapa de lo que ya eres tia. Tenemos una fiesta a la que ir— es todo lo que dice entrando a mi armario y perdiéndose en el algunos minutos.
— ¿A donde Carla? ¿No crees que ya es muy tarde para fiestas? Ademas apenas es el primer dia de clases.— ante mis palabras, la rubia sale lentamente enarcando una ceja y fijando sus orbes esmeralda en los míos. Ladea su cabeza y adopta esa expresión vacía que me recuerda tanto a su padre.
— Vas a dejar de quejarte de sandeces en este momento e iras a vestirte porque me acompañaras, quieras o no. Hazte a la idea que no te pregunte y lo harás si no quieres que mi padre sepa de los papeles que trajiste contigo.
Sus ojos destilan maldad y es allí que veo a la verdadera Carla Roson Caleruega, la arpía sin corazón que hace lo que le conviene sin importarle pisotear a nadie. Y en este caso, sus garras se enterraron en mi.
— Te crees muy hábil con las amenazas pero nunca eres capaz de cumplirlas sin involucrar a un tercero en tus juegos infantiles — me levanto lentamente y paso por su lado deteniéndome solo un momento — Cuando juegas con fuego, te quemas querida prima. Solo no olvides que tu encendiste la mecha de dicha explosión.
Dejando a la mayor atrás, me adentro en el vestidor pensando en todo lo que tengo que hacer a partir de hoy para salir viva de aquí, cueste lo que me cueste, mi padre tendrá justicia.
Y los Roson solo eran el principio de la pirámide.
[...]
— Si así serán todos nuestros encuentros, me declaro un hombre afortunado— dice una voz detrás de mi en mi camino hacia la entrada del club.
Volteo encontrando la cristalina mirada azul del chico de esta mañana, Blake, quien me sonríe dándome un repaso nada disimulado de arriba hacia abajo.
— No te creas tan afortunado, ni siquiera sabia que ibas a venir— es lo que le contesto esquivándolo y entrando al lugar. Las luces de neón le dan un toque sensual al ambiente lleno de niños y niñas pijas desenfrenados por una noche fuera de control.
Un pecho se presiona en mi espalda justo cuando mis orbes conectan con los azules de Polo, bebe de su vaso no desviando la mirada de la mía. El duelo acaba justo cuando Blake me da vuelta y me presiona completamente contra el. Su mirada ahora oscura me da un indicio de sus pensamientos pero lastimosamente para el, mi mente esta enfrascada en otro lugar, o mas bien en alguien.
Veo sobre uno de sus hombros como Samuel Garcia intenta acercarse a mi prima, frunzo el ceño pues me parece extraño que teniendo como amigo a Christian, intente acercarse a la rubia. En la zona VIP encuentro a Christian y al chocar su mirada con la mía, se que el secreto de otros acabo con el. Carla Roson acabo con todo lo que era Christian Valera.
La rubia va hacia donde esta el, discuten y ambos caminan a pasos apresurados hacia la salida bajo la mirada de muchos. Pocos minutos después, ella entra sola y se pierde en el gentío del lugar.
Decido ignorar por esta noche todo lo relacionado con la élite española y me concentro en el apuesto chico que me tiene en sus brazos. Cambio mi expresión por una mas coqueta y paso mis brazos por su cuello acercando su rostro al mio. Justo antes de colisionar nuestro labios, susurro una frase que luego me traería grandes consecuencias.
— Everyone will pay.
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Saving Star [Elite]
FanfictionSS [Una Caleruega solo causa problemas] Cuando la polvora se junta con el fuego, explota. Pero antes, siempre hay una mecha que enciende la llama de dicha explosion, ya explicado esto. ¿Te atreves a continuar? >>¿Cuál sería el concepto de diversión...