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Acusaciones

Clavo mis uñas con fuerza por encima de la camisa del chico que me tiene inmovilizada contra la pared de un cubículo del baño. Mis piernas desnudas enredadas en su cintura y los pantalones abajo junto con su ropa interior, dan una idea bastante clara de lo que hacemos.

Gimo esencialmente fuerte cuando una de sus estocadas realmente me hacen ver estrellas. Mi cabeza choca contra la pared que mantiene un poco de mi peso y gracias a mi posición, Blake hunde su cabeza en mi cuello mordiendo, besando y succionando todo a su paso.

Justo cuando alcanzó mi tan esperado climax, ya el chico lo hizo por lo que no me preocupo por si alcanzo su liberación y me bajo de su apretado agarre. Acomodo mi vestido y cuando Blake quieres hablar, colocó un dedo sobre sus labios callandolo al escuchar el sonido de unos tacones ingresar al baño.

— Se que estas allí Cassidy — ruedo los ojos ante las palabras de la rubia que no me deja en paz. Jodida familia que me tocó a mi.

— ¿Qué pasa ahora Carla? — pregunto viendo como el chico se deshace del condón usado y acomoda su ropa con tranquilidad.

— Christian no contesta mis llamadas y presiento porqué — ante sus palabras, abro sin importarme que Blake siga abrochando sus pantalones y salgo para encarar la mirada cristalina de mi prima — Tenemos que irnos.

Asiento y con un ademán me despido del chico quien simplemente se encoje de hombros. Ambos sabemos que lo que paso fue un simple encuentro de necesidad y no esperamos más del otro.

Sigo a Carla a través de la discoteca que esta mucho más llena que antes y antes de salir, veo a la hermana del chico que deje en el baño, dándose el lote con Polo. Le resto importancia pero igual siento una pizca de molestia por la acción.

No debería de importarme.

Al salir, ambas entramos al auto en silencio y pronto el chófer lo pone en marcha. Durante el camino Carla se intenta comunicar con su padre más no logra mucho más que simples palabras.

— ¿Qué tanto sabe Christian? — mi pregunta hace que su mirada conecte con la mía. Enarco una ceja y ella aprieta sus labios con una clara expresión de molestia.

— Lo sabe todo. Estábamos juntos cuando Polo nos encontró y ambos cambiamos su camisa llena de sangre. Yo escondí el trofeo — su voz sale temblorosa en las últimas palabras y tomo su mano dándole un fuerte apretón. A pesar de lo que su familia le hizo a la mía, Carla es una simple víctima de las acciones irresponsables de sus padres.

— ¿Qué hizo para que Theodoro lo buscase? — el primer sollozo sale y pronto la perfecta fachada de la impecable rubia se quiebra dándome una vista de la vulnerable rubia que pide ayuda a gritos.

— Me amenazó con decirlo todo. No soporta ver a Nano en la cárcel siendo culpado por un crimen que no cometió — asiento y saco mi celular viendo las notificaciones de mensajes por un momento para aparentar mientras siento la mirada del chófer sobre nosotras. No nos puede oir, pero si ver.

— Nano es quien era el novio de Marina, ¿no? — asiente mientras saca un pañuelo de su cartera limpiando el camino que hicieron sus lágrimas.

— También era el padre de ese bebé — ante la mención del bebé no nacido, cierro con fuerza mis ojos alejando aquellos dolorosos recuerdos de hace dos años.

No es el momento.

— Lo primero que tenemos que hacer, es cambiar el lugar del trofeo — no la observó pero siento su fija mirada puesta en mi perfil — lo siguiente, es no decir absolutamente nada de esto Carla. Vi los acercamientos de Samuel hoy. El chico sospecha — suelta una maldición por lo bajo y ante ello suelto una baja risa que la confunde. Observó que estamos cruzando las rejas de entrada a la mansión y hablo con rapidez, adentro no podremos hacerlo. — Sí se acerca, siguele el juego. Nos conviene que te quite de sus sospechas. Yo me encargaré de Polo.

Termino y sin esperar al chófer, pues este recién estaciona, abro mi puerta y salgo acomodando el pequeño vestido siendo seguida por la rubia pasos atrás.

Ambas nos adentramos a la mansión donde nos encontramos bajo la mirada inmediata de ambos adultos. El padre de Carla toma su vaso con líquido amarillento con rapidez y con un certero golpe de este contra la madera del mini bar, se dispone a hablar.

— Si todo sale como espero, ya no tendremos que preocuparnos por nada — sus ojos caen sobre mi al decir lo último — ¿O si?.

Lo desafío con la mirada hasta que mi tía se interpone entre ambos con su mirada fija en su esposo. Aprovechando que ambos están concentrados en el otro, le doy con rapidez a Carla un papel antes de que ambos adultos vuelvan con nosotras.

— Espero que no te estés refiriendo a Cassidy. No sabes de lo que soy capaz de hacer por protegerla — a pesar de las palabras dichas por la marquesa, el hombre solo bufa y se sirve otro trago ignorandonos completamente.

Aburrida, camino algunos pasos y subo las escaleras hacia mi habitación. Siento el pánico subir por mi cuerpo pero me obligó a ser fuerte. Para ganar este juego, tengo que estar segura de darle caza al rey para poder hacer jaque mate.

Y solo así, saldré viva de aquí.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2020 ⏰

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