Entendimiento

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-Hora de divertirse - musitó YeonJun a la vez que pateaba en el estómago a uno de los chicos.

La chica que "salvaron", estaba viendo como su "héroe" golpeaba a sus agresores. Yiyang aprovechó que el de cabello azul retenía a los tres y fue hacia donde estaba la chica sentada.

-¿Estás mejor? - preguntó por instinto.
-¿Eh?... Yo ah... Si -, se sentía pequeña-, les agradezco su ayuda.
-Hay que agradecerle al idiota de YeonJun, no a mi, el salió corriendo cuando te vio en el piso- dijo. No apartaba su mirada de YeonJun que estaba amenazando a los tres.
-No creo poder hacerlo - dijo apenada -, él es hijo de Choi Seung Cheol, y ambos me dan miedo.

La chica comenzó a temblar, no de una manera normal, ella se sacudía y sus ojos se abrían como si se exaltara. Yiyang se asustó cuando sintió el súper temblor de la chica.

-Oye, ¿estás bien? - trató de tocarla pero ella gritó. YeonJun volteó.

-¡No me toques!
-¡Yiyang! ¡Ven a vigilar a estos mojigatos! - gritó. Yiyang rápido se puso de pie y corrió hasta Choi.
-Esa chica está... ¿mal? - susurró con miedo Yiyang.
-Yo juzgaré eso - habló YeonJun.

Se acercó a la temblorosa señorita y ella abruptamente se detuvo.

-Eeey... Dejaste de temblar - se burló.
-Noteacerques, noteacerques, noteacerques - susurraba rápido la chica.
-Oye, deja de hacer eso... Pareces una rapera loca y poseída - dijo. Se agachó para que la chica lo viera.

YeonJun, curioso veía y examinaba la cara oculta de aquella lastimada criatura, le parecía algo... Hermoso a pesar de sus despeinados largos cabellos negros y sus mejillas moradas y rojas por la sangre y los golpes. Su curiosidad lo inundó tanto que esas imágenes extrañas volvieron a su cabeza:

Un cuarto poco iluminado.
Una lámpara de luz amarilla.
Él en el piso, casi muerto.
Una niña amarrada en una silla.
Tipos golpeándolos.
Él, llorando sobre los pies de esa niña.
Sangre sobre él y la niña.
Un hospital.

Todas esas imágenes extrañas le provocaron un dolor de cabeza que lo hizo caer al piso un momento. Yiyang le gritó que Min ya había llegado, él como pudo se acercó, de pie, y actuó normal.

-¿Si sabes que si mi padre descubre que estoy haciendo tu trabajo te despedirá? - dijo burlándose en su cara.
-Silencio y dime que pasó - lo miraba enojado, pero sus ojos reflejaban otra cosa.
-Bueno. Yo paseaba tranquilo por aquí, escuché un grito y cuando vi de donde venía, estos tres idiotas estaban golpeando a la chica loca de allá - señaló a la banca donde estaba siendo atendida la chica.
- ¿Y vas a decirme que entre ellos se golpearon? - dijo enojado Min.
-Los golpeé porque golpearon a la chica - se excusó -. Además estaba portándome demasiado bien el día de hoy, ¿y qué si rompí la ley? ¡La salvé!
-¡La violencia no lo es todo YeonJun! - gruñó Min.
-¿Ah no? ¿y tú como me reprendes cada que me porto mal? ¿acaso me das besos y me dices que me porte bien? Siempre, ¡Siempre! Siempre me has golpeado. Y no creas que no sé que TÚ me golpeaste hasta desmayarme ayer.
-¡Ahora hablas incoherencias! - le gritó.
-¿Incoherencias? La condenada enfermera me atendió casi muertoahh - se tocó la cabeza -... Si mi padre se enterara de eso, te va a decapitar aauch...
-¿Jun? ¿estás bien? - dijo Yiyang tomando a Choi del brazo.
-¡Déjame! - se soltó - ¡No vuelvas a golpearme! ¡No! ¡Porque duele! - comenzó a llorar extrañamente - ¡Aaay!
-¡Enfermera! - gritó Min al ver que YeonJun se desplomaba en los brazos de Yiyang.

La enfermera que atendía a la chica corrió a toda velocidad hasta donde Min le gritó, enseguida checo el pulso de YeonJun, era bajo.

Una menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora