Una mente

Sábado

En su camino a la salida del área médica ninguno dijo nada hasta que YeonJun recordó que tenían una plática pendiente.

—¿Qué trama Min? — dijo de la nada.
—¿Eh?
—Antes me dijiste que Min YoonGi tramaba algo — recordó —. ¿Qué trama?
—El planea expulsarte de aquí, quiere que tú padre se decepcione de ti y que él mismo te saque — dijo sin verlo a los ojos.
—¿Cómo...?
—Quiere hacer que causes disturbios cuando tu padre esté cerca. Quiere deshacerse de ti, por todo lo que le haz hecho — apenas pudo decirlo sin que la presión lo ahogara.
—¿Y tú como sabes esto? — cuestionó acercándose.
—Lo escuché hablando con su secretario... — por fin lo vio a los ojos. Se veía preocupado —. Aunque dudo mucho que tu padre sea capaz de sacarte de aquí.
—Mi padre no es idiota — dijo —. Este lugar está repleto de cámaras... Él sabe como soy y como me desempeño.
—... No quiero que algo salga mal en tu expediente — suspiró —... Si el idiota de Min logra hacer algo en contra tuyo... No quiero que te vayas de mi lado — susurró al final.
—No va a lograr nada — dijo seguro —. Olvidemos eso, ¿quieres? Quiero mostrarte algo.
—Si, vamos — respondió.

Ambos fueron camino a la habitación de YeonJun, iban platicando sobre las cosas que hacían antes de estar ahí, y como vivían antes de ser adolescentes; YeonJun le habló a Yiyang sobre su única novia y como esta se había suicidado.
—...Debiste estar muy triste cuando eso pasó — dijo Yiyang esperando a que Choi abriera la puerta.
—En parte sí, pues porque fue mi primera novia, pero después entendí que no valía la pena estar triste por una loca que se suicidó solo porque sí... — trató de darle sentido a su falta de interés ante la muerte de Yisung.
—¿Por qué dices eso? — dijo curioso.
—Ella era feliz, no le faltaba nada y era mi novia. No veo motivos para su suicidio, aunque todos quisieron hacerme creer que fue un accidente, yo ya sabia sus intenciones antes de morir. Siempre dijo que se sentía vacía, que se sentía sucia o impura, incluso indigna de vivir y de ser mi novia, de ser la nuera del imponente Choi Seungcheol, no alguien como ella — recordó sus palabras de aquellos días.
—¿Por qué decía esas cosas de ella misma? — ya habían entrado y seguían en su platica.
—... Ella — dudó en responder —. Ella fue violada cuando tenía 12... Decía que "una puta no merecía tal trato"... — pausó — ...y menos de mi parte, decía que "una impura, promiscua y sucia no merecía mi amor"... — la voz le comenzó a temblar —. Yo jamás me fijé en su pasado, yo jamás me interesé en su dinero o algo así. Yo la amaba tal y como era, yo sabía que ella había sido abusada y también sabía que afectaría "mi imagen" pero jamás me importó... Porque yo la amaba.
—Jamás hubiera esperado algo así — dijo tratando de calmarlo —. Las historias siempre dan un gran giro... Y esa no fue la excepción.
—Lo sé... Lo mismo fue con mi madre, claro yo tenía solo 3 años cuando ella murió pero, recuerdo algunas imágenes apenas nítidas de esos días... Bueno ya no importa, vinimos a hacer algo y no se va a interrumpir por nada —. Dijo frotando sus manos para que la fricción las calentara. Hacía frío.

Fue al baño y trajo consigo el pote de mezcla para burbujas, y con su sonrisa enorme se la mostró a Yiyang que ni entendió su plan.

—¿Jabón para burbujas? — señaló el líquido — ¿que somos, niños?
—No necesitas ser un niño para hacer MIS burbujas — se agachó para tomar la máquina que tanto amaba —. Te enseño, mira.

Colocó la máquina en el suelo y la conectó, extendió su mano hacía el jabón pero no lo alcanzó, Yiyang tuvo que dárselo y acompañarlo en el suelo, YeonJun le explicó como usar la máquina.
—Pones el líquido aquí — señaló el hueco —, cuando lo pones la máquina debe estar encendida, y tu objetivo debe estar frente a ella. Sientate ahí y verás.
—¿Por qué?
—Tú haz lo que te digo.
—Bueno.
Yiyang se sentó en su lugar indicado y YeonJun encendió la máquina que hizo un ruido solo al activarse el mini ventilador, puso el líquido en su debido hueco y una burbuja enorme comenzó a cubrir a Yiyang, este al ver el acto sonrió y YeonJun se dio cuenta.
—¿No que ya eras mayor para jugar con burbujas? — dijo cruzado de brazos.
—Callate, deja gozar — respondió volviendo a ver la burbuja —. Oye entra.
—No, debo poner mas jabón, además se va a reventar si entro — dijo revisando la máquina.
—Vamos ven — tocó la fina capa y esta se hizo miles de pequeñas gotas traslúcidas.
La imagen de Yiyang dentro de esa lluvia artificial, mientras sonreía, se volvió una especie de cuadro precioso para Choi que se quedó mirando hasta que Yiyang habló.
—Pon más jabón y entras, o yo lo pongo y entro — dijo feliz.
—Ponlo aquí y con cuidado, solo la cantidad de esta tapa — se la dio y se sentó en el centro.
—Ok, vamos — le vertió el líquido necesario y cuando vio la burbuja empezar a salir, saltó hasta YeonJun para estar los dos adentro.
Chocó contra el menor, se cayeron, YeonJun de espaldas y Yiyang sobre él creando un aura de vergüenza y bocas muy pero muy cercanas, a nada de tocarse, pero ninguno se movió de esa posición.
Lee Yiyang cerró los ojos de a poco y su rostro se iba acercando al contrario, semi abrió la boca y esta tuvo un encuentro con los suaves labios de YeonJun que, al igual que Lee, sus ojos estaban cerrados y sus labios no se movían pero el calor les llenó la cara y el sonrojo no se tardó en llegar, ambos se separaron al sentir ese calor y las gotas de la burbuja reventada, había explotado por su tamaño.
—Perdón Choi — dijo Yiyang.
—Ven — respondió y lo jaló de nuevo a sus labios.
Ahora estaban recargados en la pared, YeonJun tenía acorralado a Yiyang entre sus brazos y sus piernas le impedían huir. Los labios inexpertos de Yiyang se movían ansiosos debajo de los de Choi que hacían la mayor parte del trabajo, sus dientes chocaban de vez en vez pero ¿a quién mierda le importaba? A ellos solo les importaba saciar la sed de los labios ajenos, y en una mala jugada de la mente de YeonJun, se le vino a la mente los labios de Min YoonGi y la sensación que le dejó después de ese beso. Se separó de Yiyang y un pequeño hilo de saliva los unía, al romperse quedó en la comisura de los labios de Lee una muestra de el beso, saliva del contrario.