A Yiyang ni siquiera le importó enfriar el agua, solo abrió la llave en el agua caliente y entró a la lluvia artificial hirviendo y dejó que lo empapara completo, haciendo que su piel desnuda ardiera y se tensara al tacto caliente del agua.
—Jjhh — se quejó y apoyó sus palmas en la pared —. Esto me pasa por idiota.
Dejó el agua en la temperatura inicial y vio como el vapor, que emitía su cuerpo y el agua, llenaba el espejo, que yacía en el baño al lado de la regadera.
Terminó de mojar su cuerpo y salió de la regadera desnudo, llegando al espejo y parado frente a ese cristal, posó su palma sobre el empañado vidrio.—Solo así puedo tocarlo — apartó su palma y observó a detalle la marca que dejó.
—¡Yiyang! — gritó Félix del otro lado —. ¡Tengo hambre!
—¡Ve a comer! — le respondió enojado, Félix lo asustó — ¡Estoy bañándome!
—¡Mentiroso! — gritó pícaro — ¡Yo sé lo que hacías!En eso, Yiyang salió con cara de matón y vio enojado a Félix, detrás de la puerta se escondió, no traía toalla y no planeaba salir desnudo frente a Félix.
—¿Cómo qué “Lo que hacía”? — solo se asomaba su cabeza.
—Cochino — dijo Félix cruzado de brazos.
—¡¿Por qué?! — no entendía a lo que Félix se refería.
—Olvidalo — dijo dando punto final a su plática —. Ve por tu ropa, que tengo hambre.
—Entonces largate — lo empujó como pudo —. O pasame una toalla.
—Te espero a fuera — se despidió moviendo sus dedos y salió del cuarto.Yiyang suspiró derrotado y salió desnudo del baño, buscó algo con que secar su húmedo cuerpo y ya solo faltaba su ropa.
—¡Date prisa que tengo hambre! — gritó Félix golpeando la puerta.
—¡Ya voy! — le respondió lanzando un zapato a la puerta —. ¿No viste que salí desnudo?
—¿Desnudo? — preguntó en tono pervertido.
—No vuelvo a decirte nada.
—¡Uy! Que amargado — gritó Félix.
—Ya verás enano — amenazó.
—¿Qué vas a hacerme? — lo retó —. ¿Vas a volverme gay y vas a declararme tu amor?.
—Ya me traes hasta el máximo — dijo y de dos zancadas ya estaba abriendo la puerta, se salió y en cuanto vio a Félix lo tomó del brazo jalando su cuerpo hacia dentro.
Cerró la puerta y azotó el cuerpo de Félix contra la pared y tomó con una mano la cara de su presa.—Vuelve a decir eso — amenazó con la mandíbula apretada —. Vamos. Vuelve a decirlo.
Félix sentía el miedo por toda su espina dorsal, pero, aún así se atrevió a decirlo nuevamente.
—¿Vas a volverme gay y vas a declararme tu amor? — repitió sin tartamudear.
Félix estaba sorprendido, ¿como podía parecer tan valiente, cuando lo que estaba haciendo era lo mas idiota que puede hacer?, en serio que es estúpido, no sabe como es que los demás lo toleran tanto.
—¡Imbécil! — gritó Yiyang con los ojos rojos —. Eres un idiota.
—Eso ya lo sé. ¡¿Por qué crees que eres mi amigo?! — actuaba normal a pesar de la presión en su cuerpo y mandíbula —. Entre idiota a idiota se entienden, ¿que no?
—En serio que no puedo enojarme contigo, enano — lo soltó por fin y lo abrazó.Félix dio un enorme suspiro en ese abrazo, de verdad pensó que Yiyang iba a matarlo, aliviado apretó entre sus brazos al enorme cuerpo de su amigo, y no sabe porque pero le dio un beso en el cabello. Un beso que Yiyang respondió con otro en el cuello de Félix, lo que provocó un estremecimiento de parte de Félix.
—Tengo hambre — susurró Félix en la oreja de Yiyang. Y este solo respondió riéndose.
—Vamos al comedor, tal vez encontremos ensalada de ayer — sugirió.
—Si vamos pero... ¿Y tu polera? — señaló su torso desnudo.
—Oh mierda — dijo mirando su desnudez —. Deja rápido me pongo un buzo y vamos.
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Una mente
FanfictionSolo piensalo bien y verás como funciona Portada: imelda_jeon_kim