Capitulo 1 (1/4): El silencio de la Luna.

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Narrador: En una casita de campo vivían los Longaxe, una familia de clase media compuesta por: dos niños, el señor Longaxe y la señora Longaxe.

Narrador: La señora era escritora, un día, la pequeña Selene se le acercó cuando está se encontraba en su máquina de escribir -pese a las nuevas tecnologías la señora era firme a sus costumbres y prefirió ejercer su trabajo de manera más "manual"- ella cogió a su pequeña dejándola reposar en sus rodillas.

Selene: (Mirando a su madre.) ¡Mami, ¿Qué es? ¿Otro cuento más? (Señala la tapadera azul oscura que había sobre la mesa.)

Luna: (Cogiendo la tapadera del grueso libro.) Mi niña, esto no es un cuento, es una historia muy muy lejana, cuando seas mayor, prometo contartela cada noche.

Selene: (Confundida y con los mofletes algo sonrojados la rechisto.) Pero... si eso ya lo haces, cada día y cada noche mientras papá hace sus cuentas para el banco.

Narrador: La niña, de apenas 10 años no comprendía mucho el punto de vista de la dama Luna, así que simplemente se retiró

Narrador: Pasaron 4 años, y con ello una terrible tragedia, la señora Longaxe falleció por un cáncer, ella estuvo en tratamiento sin dejar de escribir, en su funeral habían varias caras conocidas, la pequeña Selene, de cabellos largos y negros como el ala de un cuervo y el muchacho Erick, con el pelo corto y café. Además del señor Thomas Longaxe que con lágrimas en los ojos no podía creer lo que estaba sucediendo.

Narrador: A la vuelta hacia el hogar, todo se sentía frío, Selene, con un ramo de rosas negras - Las favoritas de su madre- se dirigió al área de trabajo de la dama Luna. La habitación era de estilo rústico, con una cómoda butaca roja, una mesa de madera oscura, su vieja máquina de escribir, una tetera con agua y rosas, y como no, una larguísima librería.

Narrador: Selene, dejó las rosas en el jarrón de su madre y sorprendida encontró 4 libros enormes, el primero era rojo carmesí, el segundo era azul marino, el tercero era musgo y el cuarto amarillo oro, en todas las tapaderas ponía lo mismo: "Diario de un Invierno Más Frío".

Selene: (aguantando las lágrimas) Madre... recuerdo una de estas tapaderas cuando era tan solo una niña que correteaba por los pasillos, dijiste que me leerías cuando mayor fuera y aquí estoy, pero no pienso irme sin cumplir tu promesa. (Agarra cada uno de los libros y los va subiendo al altillo donde la joven leía y observaba las estrellas.)

Narrador: Una vez arriba y con todos los libros, Selene se decantó por mirar sus portadas tejidas y pintadas a mano. En el primero se podía ver un arco, en el segundo una pareja, el tercero un collar y en el último un zorro. En la contraportada de los libros habían números romanos desde el I hasta el IV , fue así como la niña pudo entender que iban en un orden específico.

Selene: (cogiendo el libro rojo) Diario de un invierno más frío, (abre el libro para leer la primera página) Para mi fiel Alexis, espero que vueles alto y que aunque tus alas estén rotas, recuerda, tu historia jamás será olvidada.

Narrador: Tras esas palabras la niña , se prometió cada noche leer las novelas.

Diario de un invierno más frío. (I) Comienzos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora